Alcaldes
Tengo la sensaci¨®n que escribir, una vez m¨¢s, del caso Gil y Marbella es como ver llover. No hay d¨ªa sin sorpresa. Nuevo robo de sumario y, mira por d¨®nde, de una nueva infracci¨®n urban¨ªstica. En el lugar que se levantaba una f¨¢brica de hielo se autoriza un edificio de 10 plantas. La denuncia por presuntos delitos urban¨ªsticos, de prevaricaci¨®n, coacci¨®n y defraudaci¨®n segu¨ªa su largo tr¨¢mite en el Juzgado n¨²mero 1 de Marbella. Nada de nada. Ha desaparecido por arte de birlibirloque. A estas alturas de la historia no sabe ya uno cu¨¢ntos sumarios duermen el sue?o del olvido. Nada hay claro y la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n deber¨ªa actuar de oficio.
Este embrollo tiene que aclararlo alguien. Para la Fiscal¨ªa y el Consejo General del Poder Judicial se han robado 15 sumarios; para el abogado del PSOE, Jos¨¦ Carlos Aguilera, siete, y seg¨²n Jes¨²s Gil tan s¨®lo dos. Qui¨¦n me compra este l¨ªo. Sabemos que la Justicia es lenta, que tarda en desbrozar el complicado camino hasta no tener pruebas contundentes, pero lo de Marbella clama al cielo. Gil, a este paso, se puede marchar de rositas. Pero hay m¨¢s: la ciudadan¨ªa de Marbella est¨¢ cada vez m¨¢s dividida. No saben a qu¨¦ carta quedarse y las discrepancias de las asociaciones vecinales y la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Marbella, Isabel Garc¨ªa Marcos, van creciendo y el propio Partido Socialista malague?o le niega el pan y la sal, o al menos pone en tela de juicio, a quien le representa en dicho Ayuntamiento. Jes¨²s Gil tiene una habilidad extrema en echar a pelear a unos y otros, mientras que ¨¦l sigue con la sabida cantinela de que le registren la cartera.
Poco m¨¢s o menos eso es lo que dice, o lo que no dice porque mantiene la boca cerrada, el alcalde de Huelva, Pedro Rodr¨ªguez, del Partido Popular. Si Gil quiere hacer de Marbella su particular ?nsula Barataria, el de Huelva pretende llamar a arrebato a los socios del Recreativo de Huelva sin importarle que la Junta le tumbe la construcci¨®n de viviendas en Isla Chica o que un juzgado le impute presuntos delitos de prevaricaci¨®n, malversaci¨®n de fondos p¨²blicos y contra la ordenanza del territorio por la venta del viejo estadio.
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