Es casi in¨²til comprar mascarillas

El jueves en Madrid siete m¨¦dicos recibieron clases para actuar en caso de cat¨¢strofe biol¨®gica o qu¨ªmica. Ocho enfermeros y m¨¦dicos del Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate (SAMUR) de Madrid han sido unos de los pocos civiles privilegiados en acceder a un curso sobre unidades Nuclear Biol¨®gica Qu¨ªmica (NBQ) impartidas por el Ministerio de Defensa. Ahora son los componentes del SAMUR quienes ense?an a otros m¨¦dicos.

El jueves pasado, los profesionales del SAMUR les taparon a los doctores el cristal de las mascarillas con cinta adhesiva y les hicieron andar en fila india, cogidos del hombro unos a otros, como astronautas ciegos jugando en el recreo de un colegio. '?sta es la situaci¨®n que os vais a encontrar en la realidad', les advert¨ªan. 'El humo os impedir¨¢ ver nada. Hay que ir tocando con una mano siempre la pared y con otra al compa?ero. Si os pon¨¦is nerviosos, el aire de la bombona os permitir¨¢ respirar s¨®lo unos 15 minutos, si manteneis la calma, hasta media hora. Recordad siempre el camino de ida y no os separeis nunca de la pared'.

Emilio Benito, portavoz del SAMUR, se?ala que las mascarillas que se est¨¢n agotando en muchos sitios y que cuestan hasta 40.000 pesetas, de poco sirven en caso de ataque biol¨®gico o qu¨ªmico. 'No existe la mascarilla que lo filtre todo. Las hay que filtran bacterias, otras para determinados productos... Pero en caso de emergencia, lo primero es detectar el producto y cuando ya sabes a qu¨¦ te enfrentas, escoger el filtro necesario. Es in¨²til comprar algo que no sabes si te va servir. Lo mejor para los profesionales es usar un equipo aut¨®nomo con bombonas como de buzos. Y si le soy sincero, le dir¨¦ que con la nula experiencia que tenemos en casos reales, podr¨ªamos salvar el pellejo nosotros mismos, pero poco m¨¢s'.

'El gran problema'

'El gran problema que podr¨ªamos encontrar ante un ataque biol¨®gico', se?ala Benito 'es que si, por ejemplo, diseminan esporas de ¨¢ntrax en el Palacio de Deportes de Madrid, la gente se va a su casa, tan tranquila, y hasta que no desarrolla los s¨ªntomas de la enfermedad pueden pasar d¨ªas. Por eso les decimos a los alumnos que cuando lleguen al lugar del atentado, no se f¨ªen de que la gente est¨¦ de pie. Porque puede estar gravemente enferma. En la guerra qu¨ªmica, el enemigo busca la paralizaci¨®n inmediata de tus tropas. En un atentado contra civiles, no siempre buscas la inmediatez'.

Los trajes que se exponen a la mayor zona de contaminaci¨®n cuestan unas 13.000; y los que menos se exponen, 800. 'Aunque os parezcan vulnerables y finos, os proteger¨¢n de cualquier agresivo biol¨®gico o qu¨ªmico', explicaba el profesor. 'A todos los alumnos les cuesta creer en la eficacia del traje, pero protegen de todo menos de la radiaci¨®n nuclear'.