Aznar descubre su idea de Europa

La Europa de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no es federal, como la que propone el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, ni confederal, como la del primer ministro franc¨¦s, Lionel Jospin. Su dise?o institucional ¨²ltimo sigue indefinido, pero el presidente espa?ol ha formulado ya suficientes elementos como para dejar claro que, en su opini¨®n, ulteriores avances en la integraci¨®n europea deben ser muy dif¨ªciles.

Tras haber sido criticado durante meses por no aportar nada al debate sobre el futuro de Europa abierto entre los Quince para que concluya en 2004, Aznar sorprendi¨® el pasado lunes con una conferencia en la que sent¨® algunos puntos esenciales. Destacan la necesidad de constitucionalizar los tratados de la UE, reducidos a uno solo, de incrementar el presupuesto comunitario y de desarrollar la Pol¨ªtica Europea de Seguridad y de Defensa, incluyendo en ella el terrorismo.

Pero junto a estas ideas orientadas a ampliar e intensificar la vida comunitaria, coherentes con el lema 'M¨¢s Europa' que el presidente espa?ol anunci¨® para su semestre de presidencia europea, en la primera mitad de 2002, Aznar propuso congelar las competencias de la Uni¨®n en su nivel actual y que cualquier aumento de las mismas tenga que seguir siendo aprobado por todos los parlamentos nacionales, a¨²n cuando, tras la ampliaci¨®n prevista para 2004, los miembros de la UE puedan aumentar hasta 27.

Aznar defiende, en efecto, que una 'Carta de los Parlamentos Nacionales' establezca 'unos requisitos m¨ªnimos de control parlamentario nacional' sobre el proceso de integraci¨®n europea, y, en concreto, que 'cada vez que se crea necesario que la Uni¨®n ejerza una nueva competencia para cumplir sus fines, adem¨¢s de la opini¨®n del Parlamento Europeo, ser¨ªa necesario obtener la aprobaci¨®n de los parlamentos nacionales'.

Esta idea ha sido acogida con reservas por el presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi, que teme que implique conflictos con el Parlamento Europeo. El jefe del Ejecutivo comunitario alaba, sin embargo, otros aspectos del discurso de Aznar.

'Lo encuentro bastante constructivo y proeuropeo y en defensa de la integraci¨®n. En lugar de poner obst¨¢culos avanza propuestas', declara Prodi. El presidente de la Comisi¨®n califica de 'muy interesante' la idea de implantar un sistema flexible en la distribuci¨®n de las competencias entre los Estados miembros y la Uni¨®n y 'muy positivo' integrar la Carta de Derechos Fundamentales en los Tratados de la UE. Asimismo, Prodi aplaude los cinco objetivos de la presidencia espa?ola, especialmente el de dar mayor movilidad a los sistemas educativos nacionales. Los otros cuatro son dotar a Europa de una red de transportes eficientes, crear un verdadero mercado interior de la energ¨ªa, lograr un mercado interior financiero y hacer realidad la libre circulaci¨®n de trabajadores.

Tambi¨¦n Manuel Mar¨ªn, ex comisario europeo y actual portavoz socialista en la Comisi¨®n de Asuntos Exteriores del Congreso, comparte tres puntos del discurso de Aznar: que el presupuesto actual es insuficiente y debe ser ampliado, que es preciso avanzar en la constitucionalizaci¨®n de los tratados y que la distribuci¨®n de competencias entre la Uni¨®n y los Estados miembros debe ser 'flexible'. Pero ah¨ª terminan las afinidades. Mar¨ªn cree que Aznar incurre en dudas sobre la legitimidad de las instituciones comunitarias, que son 'el t¨ªpico error de los euroesc¨¦pticos', y critica la idea de que los parlamentos nacionales condicionen la ampliaci¨®n de las competencias de la Uni¨®n. 'Aznar lo que quiere es reintroducir por la v¨ªa de los parlamentos nacionales el derecho de veto que perdi¨® en Niza. Trata de recuperar una enorme capacidad de bloqueo, y no creo que el Parlamento Europeo se lo agradezca, porque el proyecto de Aznar le impide profundizar en su propia tarea. Si el Parlamento Europeo tiene plena legitimidad, una decisi¨®n suya de ampliar las competencias de la Uni¨®n deber¨ªa ser suficiente. Pero Aznar introduce una doble legitimidad, la del Parlamento Europeo y la de los parlamentos nacionales. Eso, en una Uni¨®n de 27 miembros, ser¨ªa la locura. Algo as¨ª como un Concilio de la Edad Media', dice Mar¨ªn.

Todo el discurso de Aznar evidencia 'una desconfianza en la integraci¨®n europea', a?ade el ex comisario, que ve en la propuesta de que, m¨¢s que discutir sobre la distribuci¨®n de las competencias, se hable de 'c¨®mo la Uni¨®n y sus Estados se coordinan entre s¨ª para asegurar una eficaz ejecuci¨®n y gesti¨®n de las competencias comunitarias', una nueva manifestaci¨®n del m¨¦todo de 'cooperaci¨®n operacional' inaugurado el a?o pasado por Tony Blair y Aznar en la cumbre de Lisboa.

'Refleja una tendencia a avanzar al margen de las instituciones comunitarias, mediante acuerdos entre Estados. Pero el euro nunca se habr¨ªa hecho sobre la base de la cooperaci¨®n entre Estados, y el m¨¦todo de la cooperaci¨®n operacional ya se ve lo que ha dado de s¨ª: el Proceso de Lisboa es un fracaso en toda regla', concluye Mar¨ªn.