La marcha por la paz de As¨ªs divide a la izquierda italiana

La marcha por la paz de As¨ªs, una peregrinaci¨®n anual que se ha convertido en una instituci¨®n en el calendario pol¨ªtico-social italiano, convoc¨® ayer en la ciudad de san Francisco a decenas de miles de personas, m¨¢s de 150.000, seg¨²n los organizadores. Pero el cortejo, que discurri¨® pac¨ªfico entre Perugia y As¨ªs (24 kil¨®metros), ha vuelto a abrir fisuras en la coalici¨®n de centro-izquierda, que agrupa a un amplio espectro pol¨ªtico. Los socialistas, con el ex primer ministro Giuliano Amato a la cabeza, se desmarcaron de la marcha.

De un lado, comunistas, verdes y socialdem¨®cratas participaron a millares en la marcha enarbolando en alg¨²n caso, como en el de los ecologistas, las banderas de Estados Unidos y del islam. Del otro, los partidos ex democristianos de la coalici¨®n y los socialistas, con el ex primer ministro Giuliano Amato a la cabeza, se han desmarcado de un acontecimiento que, a su juicio, puede da?ar la imagen del Olivo como alternativa de Gobierno, porque reuni¨® junto a asociaciones cat¨®licas pacifistas a una amplia representaci¨®n del movimiento antiglobalizaci¨®n, que reclam¨® en As¨ªs el fin de los bombardeos sobre Afganist¨¢n. Vittorio Agnoletto, portavoz del Foro Social de G¨¦nova, y Luca Casarini, l¨ªder de los llamados 'monos blancos', protagonistas de las manifestaciones anti-G8 del pasado julio en G¨¦nova, figuraban tambi¨¦n en el cortejo.

Para evitar involucrar al centro-izquierda en la manifestaci¨®n, Rutelli, l¨ªder del Olivo, sali¨® de Perugia con los grupos de boy scouts, y declar¨® ante las c¨¢maras de televisi¨®n que su presencia en la marcha 'no significa de ninguna manera que nos hayamos echado atr¨¢s en la lucha contra el terrorismo', ni que los ataques a Afganist¨¢n no sean 'completamente justos'. El l¨ªder del ex PCI y ex primer ministro italiano, Massimo D'Alema, se sum¨® tambi¨¦n al marat¨®n de la paz, como se conoce la marcha de As¨ªs, y recibi¨® aplausos de algunos sectores y abucheos de los manifestantes antiglobalizaci¨®n. 'Es normal que haya consenso y disensi¨®n tambi¨¦n, pero lo importante es estar aqu¨ª', dijo D'Alema.

Flavio Lotti, portavoz de la Mesa por la Paz, organizaci¨®n promotora de la marcha a As¨ªs desde hace 40 a?os, se mostr¨® ayer convencido de que la convocatoria de ayer hab¨ªa superado 'los intentos de instrumentalizaci¨®n pol¨ªtica'. La marcha por la paz fue ideada por el fil¨®sofo cat¨®lico y pacifista Aldo Capitani. El lugar de llegada de la manifestaci¨®n es la zona colindante con la bas¨ªlica de San Francisco de As¨ªs, en reconocimiento de las ideas del santo, para quien todos eran hermanos.

Pero el marat¨®n pacifista ha puesto en evidencia una vez m¨¢s las contradicciones del Olivo, como ya lo hiciera la sesi¨®n parlamentaria del pasado martes en la que se aprob¨® la participaci¨®n militar italiana en la guerra contra el terrorismo iniciada por la Administraci¨®n de Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre.

En dicha ocasi¨®n, el Parlamento italiano aprob¨® dos mociones, una del centro-derecha y otra del centro-izquierda, esencialmente iguales porque daban luz verde al Gobierno para participar al lado de la Administraci¨®n de George W. Bush en la guerra contra Afganist¨¢n. Una parte del Olivo, sin embargo, el Partido de los Comunistas Italianos y Los Verdes, present¨® su propia moci¨®n -rechazada en la votaci¨®n- en la que reclamaban el cese inmediato de los bombardeos en Afganist¨¢n.

Este ¨²ltimo sector del centro-izquierda ha perdido pr¨¢cticamente su base electoral, que se ha desplazado hacia el Partido de Refundaci¨®n Comunista de Fausto Bertinotti, en estrecha sinton¨ªa con el movimiento antiglobalizaci¨®n. Un movimiento que intenta tambi¨¦n reconquistar a la desesperada el principal partido de la izquierda italiana, el de los Dem¨®cratas de Izquierda (DS), antiguo PCI, que acudi¨® en bloque a As¨ªs.

No acudieron a la manifestaci¨®n ni representantes de centro- derecha ni de grupos de centro- izquierda, como UDEUR (democristianos) y SDI (socialistas). Los conservadores acusaron a la izquierda de intentar manipular y hacerse due?a de una marcha tradicional cuyo ¨²nico objetivo ha sido siempre el de abogar por la paz en el mundo.