Beb¨¦ fuera de la ley
Una pareja desaf¨ªa las normas brit¨¢nicas al concebir un ni?o gen¨¦ticamente seleccionado para salvar a su hermano
Una pareja brit¨¢nica ha desafiado la ley y est¨¢ esperando el nacimiento de un beb¨¦ a la carta que decidieron encargar en Estados Unidos para intentar salvar la vida de su hijo de cuatro a?os, enfermo de leucemia: las c¨¦lulas del cord¨®n umbilical del beb¨¦ podr¨ªan cultivarse y congelarse para utilizarlas en un trasplante si la enfermedad del hermano se agravara.
Susana y David Peters y su hijo Marcus -nombres falsos con los que el diario The Guardian mantiene el anonimato de la precursora familia- no han querido esperar hasta que cambien las leyes brit¨¢nicas y han decidido ir a Estados Unidos, donde ya es legal seleccionar los genes del beb¨¦ en casos as¨ª.
Hace apenas dos semanas otra familia brit¨¢nica, los Hasmhi, pidieron permiso a las autoridades encargadas de temas familiares para tener un hijo seleccionado gen¨¦ticamente, cuya m¨¦dula espinal pudiera salvar la vida de su hijo Zain, de cuatro a?os, v¨ªctima de una rara enfermedad sangu¨ªnea.
La ley brit¨¢nica permite seleccionar los embriones antes de implantarlos en el ¨²tero de la madre, pero s¨®lo para evitar una enfermedad grave del ni?o que va a nacer, no para fabricar un beb¨¦ dise?ado gen¨¦ticamente para salvar la vida de otro. 'Nosotros no hemos dise?ado nada', se queja David Peters. 'Todos esos fantasmas ¨¦ticos se conjuran muy f¨¢cilmente cuando uno est¨¢ en el disparadero', relata en The Guardian.
Los Peters decidieron acudir a Estados Unidos al conocer la historia de Molly Nash, la ni?a de seis a?os que goza de la oportunidad de estar viva gracias al nacimiento de su hermano Adam, que fue seleccionado para ayudar a Molly a superar su enfermedad, la denominada anemia de Fanconi.
Los Peters se han gastado 30.000 d¨®lares (5,4 millones de pesetas), sin contar los gastos de viajes y estancia, en el tratamiento al que se ha sometido Susana en Chicago. All¨ª, los m¨¦dicos analizaron durante tres meses muestras cut¨¢neas y sangu¨ªneas de la familia Peters antes de empezar el tratamiento de la madre. Luego, el diagn¨®stico gen¨¦tico preimplantatorio permiti¨® a los m¨¦dicos seleccionar 11 embriones, de los que cinco resultaron compatibles, aunque s¨®lo tres se desarrollaron hasta el punto de poder ser implantados. Dos embriones se guardaron y Susana Peters qued¨® pre?ada del tercero. El nacimiento del beb¨¦ se espera para antes de que acabe este a?o.
El doctor Mohamed Taranissi, uno de los especialistas brit¨¢nicos en diagn¨®stico gen¨¦tico preimplantatorio que defienden que se ampl¨ªe el campo de aplicaci¨®n de esta t¨¦cnica en el Reino Unido, afirma que el tratamiento 's¨®lo costar¨ªa unos pocos miles de libras' si se aplicara por entero dentro del pa¨ªs. Mil libras equivalen a 265.000 pesetas.
'Hay m¨¢s gente con el mismo problema que los Peters, gente que no puede afrontar econ¨®micamente el tratamiento y los gastos del viaje', denuncia Taranissi. 'El tratamiento ya resulta bastante caro en s¨ª mismo como para tener adem¨¢s que desplazarse a Estados Unidos. ?Por qu¨¦ no hacerlo aqu¨ª? En definitiva, no estamos creando beb¨¦s de dise?o. No se trata de elegir el color de los ojos o del cabello. Se trata de prever una enfermedad'.
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