La guerra obliga a EE UU a replantear su pol¨ªtica hacia Ir¨¢n e Irak
Teher¨¢n ofrece en secreto a Bush rescatar a los estadounidenses que caigan en su territorio
Tres d¨ªas antes del fat¨ªdico 11 de septiembre, el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, coincidi¨® en una fiesta de gala con un periodista dedicado al an¨¢lisis de las relaciones internacionales. Seg¨²n informaba ayer The New York Times, Rumsfeld le espet¨® al periodista, cuyo nombre no revela el peri¨®dico: '?C¨®mo es posible que nos encontremos al mismo tiempo frente a Ir¨¢n e Irak? No tiene sentido'.
La perplejidad del secretario de Defensa iba a ser de corta duraci¨®n. La guerra en Afganist¨¢n est¨¢ obligando a un replanteamiento total de las alianzas en la zona, como se desprende de las actitudes, declaraciones y movimientos en la sombra registrados en los ¨²ltimos d¨ªas, mientras se agudiza la eterna desconfianza en Washington hacia Sadam Husein, especialmente desde la misteriosa aparici¨®n de varios casos inexplicados de ¨¢ntrax (carbunco) en Estados Unidos.
Desde antes del 11 de septiembre, seg¨²n informaba The New York Times, el director de planificaci¨®n pol¨ªtica del Departamento de Estado, Richard Haas, hab¨ªa iniciado una revisi¨®n de la pol¨ªtica estadounidense hacia Irak basada en la premisa de que la actitud mantenida por la Administraci¨®n de Clinton de 'doble contenci¨®n' hacia los dos pa¨ªses carec¨ªa de sentido. Los ataques contra las Torres Gemelas y el Pent¨¢gono no han hecho sino acelerar esa revisi¨®n.
El pasado 8 de octubre, siempre seg¨²n el diario neoyorquino, Teher¨¢n hizo saber a Washington su disposici¨®n a rescatar y devolver a Estados Unidos cualquier tripulaci¨®n obligada a aterrizar por aver¨ªa en su territorio como compensaci¨®n por la decisi¨®n estadounidense de respetar la integridad territorial y a¨¦rea iran¨ª en sus ataques contra el r¨¦gimen talib¨¢n. Otro s¨ªntoma del nuevo clima. En las dos ¨²ltimas listas de organizaciones terroristas publicadas por el Departamento de Estado se excluyen significativamente los nombres de Hezbol¨¢ y Ham¨¢s, hasta ahora acusadas por Washington de estar apoyadas por Ir¨¢n.
Por su parte, Ir¨¢n, a pesar de las condenas de su m¨¢ximo l¨ªder espiritual, ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei, de los bombardeos estadounidenses en Afganist¨¢n, parece dispuesto a adoptar en este caso una actitud parecida a la que observ¨® durante la guerra del Golfo, cuando mir¨® para otro lado cuando los aviones de la coalici¨®n liderada por Estados Unidos violaban una y otra vez su espacio a¨¦reo en su frontera occidental para atacar Bagdad. La m¨¢xima prueba de que algo se est¨¢ moviendo, y deprisa, en Teher¨¢n la dio el lunes uno de los personajes m¨¢s carism¨¢ticos del r¨¦gimen iran¨ª, Mohsen Rezaei, que durante 16 a?os estuvo al mando de la Guardia Revolucionaria y ahora dirige el poderoso Comit¨¦ de Arbitraje, aparentemente encargado de arbitrar soluciones ante eventuales divergencias entre el Gobierno del presidente Mohamed Jatam¨ª y los ayatol¨¢s.
En una entrevista publicada el lunes en primera plana por el Financial Times londinense, de la que se hace eco el Times neoyorquino, Rezaei apunta a la posibilidad de que Ir¨¢n colabore con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, siempre que esa lucha se realice bajo el paraguas de Naciones Unidas. 'Si los americanos se dejan atrapar en la ci¨¦naga de Afganist¨¢n, definitivamente precisar¨¢n de Ir¨¢n', declar¨® el pol¨ªtico iran¨ª.
Este aparente giro en las relaciones entre Ir¨¢n y Estados Unidos coincide con un incremento de las sospechas sobre el padrinazgo de la campa?a bioterrorista, que obsesiona a este pa¨ªs desde la aparici¨®n de los primeros casos de carbunco. Y, ante la falta de pruebas concretas, se busca un chivo expiatorio para explicar lo hasta ahora inexplicable. Ese chivo no es otro que el Irak de Sadam Husein. Aunque la Administraci¨®n de Bush se limita a decir que vigila atentamente el comportamiento de Bagdad, figuras importantes del pa¨ªs apuntan ya directamente hacia ese objetivo.
Nada menos que el candidato dem¨®crata a la vicepresidencia en las ¨²ltimas elecciones y senador por Connecticut, Joe Liberman, pidi¨® el lunes 'el derrocamiento de Sadam con el fin de evitar que, envalentado por el 11 de septiembre, nos ataque con armas de destrucci¨®n masiva'.
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