EE UU se resiste a apoyar con bombas la ofensiva de la Alianza

La aviaci¨®n militar estadounidense intensific¨® ayer sus bombardeos contra objetivos talibanes en torno a Kabul y Kandahar, pero, por consideraciones pol¨ªticas, se abstuvo de prestar su poder¨ªo b¨¦lico a las fuerzas de la Alianza del Norte, que el martes se encontraban a tiro de piedra del aeropuerto de Mazar-i Sharif. Un portavoz del Pent¨¢gono manifest¨® que las fuerzas opositoras estaban 'cerca del aeropuerto, pero no en el aeropuerto'.

A pesar de la importancia estrat¨¦gica de Mazar-i Sharif, cuya ocupaci¨®n por la Alianza no s¨®lo constituir¨ªa un golpe para el r¨¦gimen de Kabul sino que dar¨ªa a EE UU una base log¨ªstica de valor inapreciable, Washington no se decide a prestar a los guerrilleros antitalib¨¢n el apoyo preciso para la toma de la ciudad, que consolidar¨ªa su poder en el extremo norte del pa¨ªs.

Washington teme que un apoyo total a la Alianza ponga en peligro la cooperaci¨®n paquistan¨ª en la campa?a militar y, al mismo tiempo, haga imposible la participaci¨®n de la mayoritaria etnia past¨²n en un futuro Gobierno de unidad nacional por la desconfianza que la Alianza del Norte provoca en el resto de las tribus afganas. Los guerrilleros de la Alianza proceden principalmente de las etnias uzbeka y tayika.

En su conferencia de prensa diaria, el portavoz del Pent¨¢gono, contralmirante John Stufflebeen, dej¨® bien claro que el apoyo total a la Alianza no constituye en estos momentos el elemento central del esfuerzo b¨¦lico de Washington. Preguntado una y otra vez por los informadores sobre las razones por las que la aviaci¨®n estadounidense no prestaba su colaboraci¨®n a los guerrilleros, el portavoz se refugi¨® en la manida excusa de que 'las operaciones se ajustaban a los objetivos marcados por el mando'. Esos objetivos, dijo, son la destrucci¨®n de los efectivos humanos y log¨ªsticos que los talibanes pueden utilizar para ayudar a la organizaci¨®n terrorista Al Qaeda.

La cautela expresada ayer por el Pent¨¢gono contrastaba con el optimismo manifestado el d¨ªa anterior por el director de operaciones del Estado Mayor conjunto, teniente general Gregory Newbold, quien anticipaba que Mazar-i Sharif estaba a punto de caer 'en cualquier momento' en manos de la Alianza . Newbold manifest¨® que la ca¨ªda de la ciudad constituir¨ªa 'un serio rev¨¦s' para los talibanes, ya que es un punto clave para el avituallamiento de las fuerzas del r¨¦gimen de Kabul. Los estrategas militares estadounidenses consideran igualmente que el aeropuerto de la ciudad es un magn¨ªfico punto de apoyo para lanzar operaciones puntuales a cargo de las fuerzas especiales. No se trata de establecer una base, sino de contar con facilidades para los helic¨®pteros y los mort¨ªferos AC-130.

En todo caso, informaciones procedentes de Pakist¨¢n, de la Alianza y de fuentes cercanas al Pent¨¢gono, indican que la operaci¨®n terrestre, limitada a peque?os contingentes de unidades especiales, est¨¢ a punto de comenzar. El mejor indicio de que esa operaci¨®n est¨¢ en marcha se encuentra en la utilizaci¨®n desde hace dos d¨ªas de los turborreactores AC-130, aviones con armamento pesado, que vuelan muy bajo a su antojo sin correr ya el peligro de ser derribados por los talibanes.