Una vocaci¨®n largamente incubada
Vocaci¨®n primeriza, explosi¨®n tard¨ªa. Rosa Reg¨¤s (Barcelona, 1933) lleva toda una vida entre libros. Pero como autora debut¨® tarde, pasada ya la cincuentena. Que la literatura hab¨ªa de formar parte fundamental de su vida lo comprendi¨® muy pronto, cuando a los 22 a?os, y ya con dos hijos, se matricul¨® furtivamente en Filosof¨ªa y Letras. Eso, en los ambientes de la burgues¨ªa cat¨®lica en la que se mov¨ªa por la ¨¦poca, no estaba bien visto. De ninguna manera. Pero con Rosa Reg¨¤s los convencionalismos se han estrellado sistem¨¢ticamente. En Sangre de mi sangre (Temas de Hoy, 1998), un apasionado alegato a favor de la maternidad, describi¨®, con una fuerte carga ir¨®nica, el momento en que decidi¨® torcer su destino de madre de familia al uso. Fue mientras paseaba a sus beb¨¦s por un parque de Barcelona. Mientras uno lloraba sin consuelo y el otro retozaba en el barro, ella se jur¨®, como nueva Scarlett O'Hara, que nunca la familia constituir¨ªa su dedicaci¨®n exclusiva.
Cinco a?os m¨¢s tarde (1964), con tres hijos m¨¢s y la licenciatura bajo el brazo, por sugerencia de Luis Goytisolo empezaba a trabajar en la editorial Seix y Barral. All¨ª encontrar¨ªa al que en diversas ocasiones ha considerado como su aut¨¦ntico maestro: Carlos Barral. A?os felices: la gauche divine, integrada por j¨®venes profesionales cosmopolitas aburridos de la grisura franquista, establec¨ªan sus cuarteles de invierno en la discoteca Boccaccio y los de verano en Cadaqu¨¦s. En Azul, t¨ªtulo con el que gan¨® el premio Nadal en 1994, ha recreado hasta cierto punto ese ambiente, aunque la mayor parte de la novela est¨¢ ambientada en Grecia.
En 1970 abandon¨® Seix Barral y, tras un breve paso por Edhasa, fund¨® su propia editorial, La Gaya Ciencia. Desde ella lanz¨® la exitosa colecci¨®n ?Qu¨¦ es...? de divulgaci¨®n pol¨ªtica, cre¨® la serie de literatura juvenil Moby Dick y edit¨® varias obras de Juan Benet. Fund¨® tambi¨¦n la revista Arquitecturas bis (1974), en la que participaron profesionales de talla como Oriol Bohigas, ?scar Tusquets o Rafael Moneo.
En la d¨¦cada de los ochenta, con los cinco hijos ya crecidos, Rosa Reg¨¤s dio un nuevo giro a su vida al entrar como traductora en la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, en Ginebra. Precisamente la vida en esta ciudad propici¨® su regreso a la literatura, ahora ya como autora: en 1987 public¨® en Destino un divertido ensayo sobre la severa capital calvinista. ?sa fue la espoleta que hizo detonar su vocaci¨®n de escritora largamente incubada. Cuatro a?os despu¨¦s aparec¨ªa su primera novela, Memoria de Almator. De ah¨ª a la exitosa Luna lunera (Aret¨¦, 1999) y a la novela ganadora del Planeta 2001 el camino estaba expedito.
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