La guerra fr¨ªa del siglo XXI
El Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos se?ala los nuevos retos del combate contra el terrorismo
Los atentados contra Nueva York y Washington del 11 de septiembre abren 'una nueva era estrat¨¦gica' que sit¨²a a la humanidad ante un 'desaf¨ªo tan grave como el de la guerra fr¨ªa', seg¨²n el Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos (IISS), que present¨® ayer en Londres su informe anual Military balance 2000-2001 (www.iiss.org).
Atr¨¢s quedan las viejas certidumbres. Todos los aspectos de la pol¨ªtica internacional, desde la forma de las alianzas hasta la evoluci¨®n de los ej¨¦rcitos, se ver¨¢n afectados por este nuevo 'enemigo invisible', el terrorismo internacional, que obligar¨¢ a Estados Unidos y a sus aliados a adoptar una nueva forma de 'hiperimplicaci¨®n en la pol¨ªtica mundial nunca vista desde los peores momentos de la guerra fr¨ªa', se?ala el informe.
Y, como en la guerra fr¨ªa, el combate contra el terrorismo estar¨¢ salpicado de 'crisis especiales' y 'conflictos calientes', en los que 'mantener el objetivo' ser¨¢ la clave para lograr una victoria, que ser¨¢, augura el informe, 'm¨¢s dif¨ªcil' de cantar que la de la derrota de la URSS.
Pero el IISS tambi¨¦n advierte contra el riesgo de cometer los mismos errores de la guerra fr¨ªa, en particular el de interpretar todos los acontecimientos bajo el esquema del enfrentamiento Este-Oeste. Durante aquellos a?os 'se eligieron aliados, se apoyaron reg¨ªmenes, se armaron contrarrevolucionarios, se financi¨® secretamente a gente con el ¨²nico prop¨®sito de mantener la lucha sin apenas tener en cuenta las nuevas inestabilidades que esas acciones pod¨ªan generar'. En la campa?a contra el terrorismo, subraya el informe, 'los Estados occidentales se ver¨¢n constantemente cogidos entre la necesidad de derrotar a ciertos enemigos mortales en lugares concretos y un compromiso de amplia base internacional de ingenier¨ªa social'.
Tras la doctrina, el Military balance pasa revista a una serie de problemas militares y de seguridad que acechan en el horizonte:
- La campa?a contra el terror. 'Estados Unidos tiene nuevamente un enemigo definido que no es ni la Uni¨®n Sovi¨¦tica ni un potencial resurgimiento de China, sino un terrorismo internacional capaz de controlar Estados'. Y dado que perseguirlo y derrotarlo se ha convertido en el principal objetivo de la Administraci¨®n del presidente Bush, es f¨¢cil deducir 'que las futuras relaciones internacionales y las alianzas se construir¨¢n sobre estas premisas'.
Adem¨¢s, predice el IISS, pese a que el Gobierno de EE UU ha decidido consultar a sus aliados y se ha esforzado en construir una gran coalici¨®n internacional, no es probable que 'abrace la diplomacia multilateral ni sienta mayor afecto por los tratados internacionales'. Es m¨¢s, se?ala el informe, EE UU ser¨¢ m¨¢s celoso de su propia seguridad y en eliminar cualquier cortapisa a sus planes de autodefensa.
Los cambios en la escena internacional tambi¨¦n afectar¨¢n a la pol¨ªtica interior de los pa¨ªses occidentales. 'Los Gobiernos volver¨¢n a ser juzgados por su competencia a la hora de garantizar la seguridad de su poblaci¨®n' y las sociedades se 'volver¨¢n ligeramente m¨¢s conservadoras', como se ver¨¢ en los debates sobre inmigraci¨®n, asilo o medidas antiterroristas.
- El Afganist¨¢n postalib¨¢n. Estados Unidos ha repetido que no es su trabajo 'construir naciones' y que definir el futuro de Afganist¨¢n corresponde a los afganos, pero al tiempo no hay d¨ªa en que no se insista en que el futuro r¨¦gimen tenga una composici¨®n multi¨¦tnica o se especule con el papel del rey. Para el IISS, si bien 'nadie quiere se acusado de imponer un r¨¦gimen en Afganist¨¢n, no darle forma ser¨ªa un acto de negligencia estrat¨¦gica'.
Para el prestigioso instituto brit¨¢nico, el futuro Gobierno afgano debe ser negociado y aceptado por sus vecinos, sin descartar la implicaci¨®n de las Naciones Unidas en una primera etapa, como en el caso de Timor.
- La pol¨ªtica de defensa europea. La nueva situaci¨®n internacional reavivar¨¢ el debate sobre los presupuestos, estructuras y carencias de los ej¨¦rcitos europeos. Pero Europa, se?ala el informe, se dirige, de seguir como hasta ahora, hacia el desastre. El IISS es ferozmente cr¨ªtico con el gasto en defensa de los pa¨ªses europeos, 'con ca¨ªdas este a?o del 8,6% en Francia, del 11,8% en Alemania y del 6,1% en el Reino Unido', e incluso llega a caricaturizar el proyecto de la futura Fuerza de Reacci¨®n R¨¢pida, que sobre el papel estar¨¢ integrada por 60.000 soldados y operativa para 2003. 'Ser¨ªa m¨¢s realista establecer como fecha de su despliegue el a?o 2012', afirma el IISS, antes de recordar que en la campa?a de Kosovo llev¨® cinco meses desplegar a 40.000 soldados. 'Ciertamente, ni fue r¨¢pida ni apenas se le puede llamar reacci¨®n', ironiza el IISS.
- Armas en Oriente Pr¨®ximo. La regi¨®n m¨¢s conflictiva del mundo es tambi¨¦n la que m¨¢s gasta en armas, seg¨²n los datos del IISS, con una cuota del 40% del mercado global. El mayor cliente es Arabia Saud¨ª, que import¨® armas por valor de 7.300 millones de d¨®lares, seguida por los Emiratos ?rabes Unidos, con 6.400 millones, y Egipto, con 1.300 millones. Tambi¨¦n son grandes compradores China, Taiwan, India e Ir¨¢n. En cuanto a los exportadores de armas, encabezan la lista EE UU, con casi el 50% del mercado, seguido por el Reino Unido y Rusia. Y las peticiones de m¨¢s armas crecieron en 2000 por tercer a?o consecutivo.
- Las v¨ªctimas de la guerra. La mitad de los 60.000 muertos causados por las guerras en curso durante este a?o tuvieron lugar en el ?frica subsahariana, principalmente en Somalia, Burundi y Angola. La situaci¨®n mejor¨®, seg¨²n el informe del Instituto de Estudios Estrat¨¦gicos, tras la aplicaci¨®n de a¨²n fr¨¢giles acuerdos de paz en Sierra Leona, Sud¨¢n y Congo.
Pero, pese a esta leve mejor¨ªa, el gasto militar en el continente creci¨® un 4% en 2000, hasta los 9.400 millones de d¨®lares, siendo Nigeria el mayor comprador.
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