Los 'serenos' rurales de Roquetas y Adra
Parados mayores de 40 a?os colaboran con la Polic¨ªa Local en tareas de seguridad en el campo
La extensi¨®n y distribuci¨®n de los invernaderos que caracterizan el paisaje del Poniente almeriense han creado un entramado de caminos laber¨ªnticos que, si no se es del lugar, resultan complicados de recorrer sin el riesgo de perderse.
Durante el d¨ªa, como en cualquier otro sitio, puede haber hechos que resquebrajen la seguridad que todo ciudadano demanda. Pero es en la noche, cuando la oscuridad se al¨ªa con los intrincados senderos, cuando aumentan las oportunidades para los amantes de lo ajeno y otras especies.
Sin embargo, en Roquetas de Mar -un municipio de m¨¢s de 50.000 habitantes que vive de la agricultura intensiva y el turismo- los delitos en el medio rural han descendido de forma espectacular de dos a?os a esta parte.
El descenso de robos en zonas agr¨ªcolas, cifrado en un 75% por la Polic¨ªa Local de Roquetas, ha coincidido con la puesta en marcha de un servicio de guarder¨ªa rural que llevan a cabo 36 miembros de la Asociaci¨®n de Parados Mayores de 40 a?os (PM-40).
Este servicio, que se implant¨® en Roquetas en 1999 como una experiencia piloto, ha arrojado unos resultados tan positivos que ya est¨¢ siendo reclamado por otros municipios almerienses como V¨ªcar o La Mojonera. Otras localidades, como El Ejido, tambi¨¦n han mostrado su inter¨¦s. En Adra seis personas han empezado ya a trabajar.
El servicio que desarrollan los parados de PM-40 recuerda en cierto modo a las funciones que llevaban a cabo los antiguos serenos.
Durante las 24 horas del d¨ªa personas, todas ellas del municipio en el que trabajan, recorren los caminos rurales para comprobar que todo est¨¢ en orden. Si observan alguna anomal¨ªa, inmediatamente lo comunican a la Polic¨ªa Local o a la Guardia Civil.
Pero ellos nunca intervienen. Se limitan a lo que denominan como 'vigilancia pasiva'. Tambi¨¦n se dedican a observar y comunicar a las fuerzas de seguridad las posibles infracciones que se puedan producir en parques, jardines y zonas de ocio del pueblo.
Despu¨¦s de dos a?os de trabajo en Roquetas, la Polic¨ªa Local reconoce que la colaboraci¨®n que prestan los miembros de PM-40 ha sido de gran importancia. Adem¨¢s, los agricultores han manifestado su satisfacci¨®n por el servicio y han pedido que se mantenga.
'Nuestro ¨¦xito lo compartimos con la Polic¨ªa Local y la Guardia Civil. Siempre que los llamamos llegan inmediatamente', explica Antonio Espinosa, art¨ªfice del proyecto y presidente nacional de los parados de la asociaci¨®n PM-40.
Todos los 'vigilantes pasivos' son parados de larga duraci¨®n a los que les resultaba especialmente dif¨ªcil volver al mundo laboral. Algunos estaban atrapados en problemas personales que les complicaban a¨²n m¨¢s la tarea de encontrar un trabajo. Este proyecto les ha devuelto la esperanza y, en muchos casos, la dignidad.
Eleuterio Fern¨¢ndez y Antonio Cort¨¦s son dos de los trabajadores del servicio de guarder¨ªa rural. Ambos derrochan amabilidad y simpat¨ªa y ninguno responde al tipo de vigilante aguerrido. Pero es precisamente ese perfil el que m¨¢s les ayuda en su trabajo. 'Nosotros utilizamos el di¨¢logo. Hablamos con todo el mundo y la gente nos ve m¨¢s como un servicio de ayuda que como otra cosa', explican.
El 16 de noviembre Eleuterio cumplir¨¢ 65 a?os y podr¨¢ jubilarse. A este hombre, peluquero de profesi¨®n y cocinero durante a?os en una conocida cadena de hoteles, le faltaban tres a?os de cotizaci¨®n cuando se qued¨® en el paro. Sabe hablar alem¨¢n y chapurrea algo de ingl¨¦s. Pero ni eso ni su amplia trayectoria profesional le ayudaron a encontrar trabajo cuando se qued¨® parado con m¨¢s de 60 a?os.
Antonio Cort¨¦s es pintor. Empez¨® a trabajar a los 13 a?os. Pero, tiempo despu¨¦s, la suerte le volvi¨® la espalda. Durante cinco a?os, hasta que entr¨® en el proyecto de 'vigilantes pasivos', tuvo que ingeni¨¢rselas para sacar adelante a su familia.
Eleuterio, Antonio y el resto de compa?eros, entre los que hay cuatro mujeres, han recibido cursillos impartidos por los bomberos, Polic¨ªa Local, Protecci¨®n Civil y el servicio de Emergencias Sanitarias 061.
Esa formaci¨®n les ayuda a desarrollar mejor su trabajo, sin pisar nunca las competencias de otros. Tienen reuniones semanales con la Polic¨ªa Local, encargada de orientar sus tareas, y cuentan con un director de seguridad que establece hasta d¨®nde pueden actuar sin invadir otros espacios profesionales.
Estos serenos del siglo XXI contribuyen a mantener la seguridad en el campo. Como contrapartida obtienen un trabajo que les ayuda a mantener otro tipo de seguridad, la que estuvieron a punto de perder en ellos mismos.
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