Las vibraciones de Picasso

Dicen que la plaza de la Merced de M¨¢laga fue de donde Pablo Ruiz Picasso ve¨ªa las numerosas palomas que ir¨ªa pintando desde ni?o. Ayer, diez malague?os afinaban su talento dentro del ambiente que envolvi¨® a Picasso en sus inicios.

Desde muy temprano y con nubes amenazadoras, estos artistas en potencia trasladaban a sus lienzos las primeras luces del d¨ªa para ganar el IV concurso de pintura al aire libre que organiza el Ayuntamiento de M¨¢laga. En esas estaba Mar¨ªa del Carmen Hern¨¢ndez cuando ya se acercaba el ecuador del d¨ªa. Amable y sosegada, explica c¨®mo desde los a?os 70 lleva pintando. Su estilo, el impresionismo. ?Su edad? 'La que usted me quiera poner', responde sonriente. Se le puede atribuir ya un largo camino en este mundo.

Mar¨ªa no para de repetir lo exigente que es consigo misma y que lo importante es que cada uno est¨¦ satisfecho con su obra. Y como no estaba muy contenta con su ¨ªntimo acr¨ªlico, cogi¨® un trapo, lo moj¨® con agua y deshizo todo lo que llevaba pintado. 'Aunque quedar¨¢ un poco sucio, lo voy a retocar', aclara con pesimismo pero acorde con sus principios.

Por la plaza caminaban atentos algunos miembros del jurado: los pintores D¨¢maso Ruano, Paco Jurado y Chema Lumbreras que, despu¨¦s de conocer que Mar¨ªa hab¨ªa diluido sus pinceladas, mostraron su pesar. 'Estaba creando una atm¨®sfera envolvente de la plaza y las palomas le daban gran fuera al cuadro', afirma Ruano.

En un peque?o debate improvisado coinciden los tres en que el concurso es una buena idea. 'Ayuda a promocionar a los que empiezan', sostiene Jurado. Los tres opinan que los premios (75.000, 50.000 y 25.000 pesetas) deber¨ªan otorgarse en met¨¢lico y no en material, como indica las bases del concurso. 'El instrumental lo encuentra el artista de cualquier modo y muchas veces las necesidades son otras', precisa Ruano.

Estos tres integrantes del jurado creen que hay buen caldo de cultivo y tambi¨¦n elogian a Crist¨®bal Le¨®n, un muchacho de 17 a?os con una obra m¨¢s ligada al realismo, pero un realismo 'm¨¢s suelto de lo normal', describe mientras observa los trabajos de sus compa?eros. Es admirador de Acevedo y medita su futuro entre la escuela de Bellas Artes y un m¨®dulo de Formaci¨®n Profesional. Adem¨¢s de la pintura, Crist¨®bal domina la fotograf¨ªa y es el autor de una de las pintadas m¨¢s grandes de M¨¢laga. Y, sobre todo, est¨¢ muy seguro de s¨ª mismo.

Despu¨¦s del recorrido por los caballetes, llega el momento de evaluar. Y el jurado otorga el primer premio a Mar¨ªa del Carmen Hern¨¢ndez. Exacto, aquella que la emprendi¨® a borrones con su cuadro. El segundo premio se lo llev¨® Crist¨®bal Le¨®n y el tercero Pedro Iglesias, con un cuadro figurativo en el que refleja una mujer sentada en un banco.

La perseverancia y la exigencia propia le han dado la recompensa a Mar¨ªa. Era ella quien, mientras pintaba, dec¨ªa: 'en el mundo de la pintura los que m¨¢s te critican y censuran son los que m¨¢s te conocen y te entienden'. Lo cierto es que a Mar¨ªa la han entendido.