En respuesta a su deposici¨®n
menudo Gobiernos, Canciller¨ªas, Consejer¨ªas y Ministerios, reciben cartas de ciudadanos inveros¨ªmiles. A¨²n recuerdo el caso de una se?ora de Bilbao que gast¨® una fortuna en sobres y sellos para poner en conocimiento de las autoridades locales, regionales, nacionales, estatales e internacionales su angustioso problema: Ten¨ªa un horrible fantasma en la cocina que le hac¨ªa la vida imposible.
Una de estas misivas lleg¨® por casualidad a mi poder acompa?ada de un amplio dossier en el que se adjuntaban las respuestas de los poderes y personalidades p¨²blicas a los que iba dirigida la alucinante ep¨ªstola de esta dama en apuros. En todas ellas se despachaba el asunto con el habitual tono burocr¨¢tico imbuido de esa mec¨¢nica que la Administraci¨®n y los mandatarios emplean para responder tanto a un roto, como a un descosido, a un tema de enjundia o a una bagatela, a una recomendaci¨®n o a una s¨²plica, a un pesado, a un chalado o a un Premio Nobel.
Aznar, Garaikoetxea y el Vaticano, contestan a la carta sobre un 'hallazgo' oculto en las heces
Acabo de recibir copia del escrito reci¨¦n elevado a las m¨¢s altas instancias por Sim¨®n Laiseca un jubilado de la Naval metido a cient¨ªfico. Este hombre lleva veinte a?os observando excrementos, analizando heces, hurgando insistentemente en cagadas ajenas y atendiendo a los m¨²ltiples matices de las deposiciones, con el noble fin de buscar un remedio definitivo a uno dos de los males de la humanidad: el c¨¢ncer y el Sida. Tras dos largas d¨¦cadas de investigaci¨®n lombricera y otras tantas de correspondencia ha comenzado a celebrar el acuse de recibo de prohombres pol¨ªticos e instituciones de calado a un texto en el que relata sus hallazgos en forma de escritura autom¨¢tica tal y como les transcribo a continuaci¨®n:
Loscirujanosabenque soyeldescubridor delcancerydelsida porquecuandonospicaelano nosmandanllevar unaspocashecesanalizar enlospelosradiativos luegonosmandan sacarlaradiograf¨ªa yventodanegra nosdicenquehayqueoperar porquedentrohayuntesoro paraloscirujanos lospelosradiativos quevanaloslaboratorios mientrasnosotros vamosalcementerio.
Sin ¨¢nimo de traicionar al autor traduzco por libre: Algo va mal cuando nos pica el ano. Entonces mucho cuidado con llevar las heces a la Seguridad Social porque se incautan de ese tesoro residual al que Sim¨®n llama 'pelos radioactivos' cuyo alto valor comercial s¨®lo conocen el y algunos laboratorios multinacionales sin escr¨²pulos que se enriquecen con el potencial de nuestras heces enfermas, desechadas por ciertos cirujanos que, para despistar, nos env¨ªan al quir¨®fano m¨¢s pr¨®ximo donde seremos abierto en canalillo sin remisi¨®n, evitando as¨ª atender el verdadero meollo terap¨¦utico del asunto: el rastro de nuestra caca.
La respuesta a muchas preguntas sobre dos plagas letales contempor¨¢neas se encuentra en las pelotillas que van quedando tras nuestro inevitable paso por el excusado y as¨ª se lo ha hecho saber entre otros a Carlos Garaicoechea, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y el Vaticano.
La contestaci¨®n a Laiseca del que fuera nominado en su d¨ªa 'hombre del siglo' por Rafael Larreina , data de 1989 y escuetamente es esta:
'Estimado se?or Laiseca. Le agradezco enormemente su carta. Creo que desde el Gobierno Vasco deber¨ªan ayudarle, y sugiero que encamine sus gestiones hacia el Departamento de Industria. Si en un futuro tenemos esa responsabilidad de Gobierno no dude en reiterar su gesti¨®n.
Atentamente Carlos Garaikoetxea'.
Frente al manifiesto voluntarismo del ex lehendakari la respuesta de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, fechada hace un a?o en La Moncloa, est¨¢ redactada con un estilo tecn¨®crata e hier¨¢tico, muy fiel a la personalidad del Presidente del Gobierno:
'Estimado amigo: Unas breves letras para acusar recibo a su carta del pasado 1 de marzo.
Considero que no soy la persona que debe mantener una entrevista con usted, creo que es el Ministro de Sanidad o el Consejero de Sanidad de su Comunidad, m¨¢s enterados del problema que expone. Env¨ªo copia de carta a ambos. Un cordial saludo. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar'.
El Vaticano mucho m¨¢s sensible a los requerimientos de Laiseca responde en pu?o y letra del Secretario Pontificio para la Pastoral Sanitaria:
'Estimado Dr. Laiseca: En nombre de S.E. Mons. Angelini, le agradezco la carta enviada a nuestro Dicasterio, junto con las numerosas informaciones de diversos peri¨®dicos de Espa?a y de algunas personalidades pol¨ªticas.
Veo a trav¨¦s de su carta y del dossier de noticias el inter¨¦s que usted est¨¢ poniendo en cuanto se refiere al Sida, ?ojal¨¢ que podamos llegar en un futuro pr¨®ximo a la soluci¨®n de uno de los grandes males de nuestro tiempo!
Nosotros hemos celebrado esta importante conferencia en el Vaticano, en la que se han reunido diversos especialistas a nivel cient¨ªfico, social, moral, etc.. Esperamos haber contribuido a clarificar ciertos conceptos y a animar nuestra Conferencia sobre todo relacionando algunos aspectos importantes, en estos momentos en que se presenta con fuerza esta enfermedad.
Con nuestros mejores deseos, le saludo atentamente'.
Quiero suponer que en el requerimiento epistolar de Sim¨®n Laiseca a las 'personalidades mundiales' no se inclu¨ªa el final de texto que a m¨ª me ha enviado:
'Antx¨®n siempre que hagas de vientre l¨ªmpiate con el papel y luego con una esponja. No olvides que ah¨ª se encuentran los s¨¢caros del intestino que van a parar a los pelos radioactivos'.
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