Educaci¨®n y esf¨ªnteres
No me he encomendado ni a Dios ni al diablo para escribir esta carta, y desde estas l¨ªneas pido a los ¨®rganos de direcci¨®n de mi sindicato disculpen mi impulsividad y mi atrevimiento al pregonar mis opiniones a los cuatro vientos.
Cuando leo en el peri¨®dico las denuncias en prensa de algunos compa?eros y compa?eras de profesi¨®n, que, como yo, ejercen la labor sindical, no puedo dejar de sonre¨ªrme. Me da la impresi¨®n de que es muy f¨¢cil dirigirse a la opini¨®n p¨²blica vertiendo falsas acusaciones contra CC OO, el sindicato mayoritario. No s¨¦ qu¨¦ pensar de los autores de este tipo de cartas. O bien pretenden aprovecharse de la falta de informaci¨®n del p¨²blico al que se dirigen, puesto que, en realidad, hay que estar muy metido en el ajo para poder seguir el hilo de los acontecimientos, o quiz¨¢s simplemente les gasta malas pasadas su memoria hist¨®rica.
Juegan, adem¨¢s, con el hecho de que en la pol¨ªtica de CC OO no cabe el salir a la prensa defendi¨¦ndose y contando una serie de verdades que se podr¨ªan corroborar con testigos y con pruebas, que demostrar¨ªan la falsedad de dichos testimonios. Supongo que, entre otras cosas, porque cuando se dedican casi las 24 horas del d¨ªa a trabajar en la mejora de la calidad de la ense?anza y de la situaci¨®n profesional de los trabajadores y trabajadoras del sector, no queda tiempo para zarandajas de ese calibre.
Dicen que CC OO rechaza la unidad sindical. Yo, que lo he vivido desde dentro, podr¨ªa poner algunos ejemplos que demuestran que eso es absolutamente incierto. Se me ocurren sobre la marcha temas como comedores escolares, educaci¨®n intercultural, el antes y el despu¨¦s de la Junta de Personal Docente, escritos sobre profesorado interino dirigidos a la delegaci¨®n de Educaci¨®n y firmados por todos los sindicatos y de los que luego se ha hecho responsable exclusivo a CC OO. Y podr¨ªa seguir enumerando otros muchos... Pero no merece la pena perder el tiempo con esos profesionales que no tienen mejor ocupaci¨®n ni mayores aspiraciones que las de intentar calumniar a quienes intentan dar en el d¨ªa a d¨ªa lo mejor de s¨ª mismos.
S¨ª me gustar¨ªa hacer una m¨ªnima intervenci¨®n en el tema de la firma del tan denostado Acuerdo de Infantil. Soy profesora de Educaci¨®n Infantil y valoro este acuerdo. Se?ores y se?oras, no se dejen embaucar, el acuerdo s¨ª habla de personal de apoyo para la etapa de 3 a 6 a?os: profesorado y monitores. Y que conste que personalmente estoy en contra de que sea un monitor quien limpie a la criatura de tres a?os cuando se hace pip¨ª o caquita. El control de esf¨ªnteres es un objetivo educativo tan fundamental o m¨¢s que el conocimiento de las letras, n¨²meros y colores, y tiene que estar integrado en el resto de los aprendizajes de la etapa.
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