Convencional es el h¨¦roe
Entre las consecuencias indeseadas del macabro d¨ªa de septiembre figuran la propensi¨®n al comercio con una chatarra que se cre¨ªa sagrada y la persistencia de otros muchos h¨¢bitos anteriores a la devastaci¨®n
Bombas con mensaje
Como es natural, ya se est¨¢ comerciando con los restos de las torres gemelas, y algunos frecuentadores del desastre convierten la tragedia en negocio. M¨¢s que de un efecto indeseado, se trata precisamente de uno de los aspectos m¨¢s siniestros de la pervivencia de ciertos valores del sistema que las torres abatidas representaban. Otro aspecto, m¨¢s inquietante todav¨ªa, es la afici¨®n de la soldadesca que bombardea Afganist¨¢n a escribir mensajes m¨¢s o menos obscenos en el lomo de los proyectiles, porque ?qui¨¦n habr¨¢ de leerlos sino quienes los escriben? Es curioso ese desahogo gr¨¢fico impreso en una bomba que vuela hacia su objetivo, redundancia innecesaria en un mensaje ciego que basta para sugerir que tampoco con esos bravos muchachos ser¨ªa aconsejable tomar el caf¨¦ de media tarde.
Menaje de cocina
No tiene nada que ver, desde luego (no vayan a tildarme de trasnochador trasnochado), pero a quienes conocen la confortable sensaci¨®n de haber pasado hambre de manera habitual e indeseada no puede serles indiferente la estad¨ªstica que adjudica a un cuarto de la poblaci¨®n espa?ola la condici¨®n de pobres. Es una palabra que as¨ª dicha apenas se corresponde con la estimulante experiencia que designa. No estar seguro de si se podr¨¢ comer algo durante el ¨²ltimo tercio de cada mes es una situaci¨®n que contribuye de forma notable a agudizar el ingenio, ya sea rebuscando desechos en las afueras de los mercados, jugando al escondite con el casero o renunciando a comprar los zapatos de los cr¨ªos. Actividades todas ellas que convierten a un cuarto de nuestros paisanos en una tropa poco receptiva hacia el destino de los emblemas mayores de nuestra civilizaci¨®n.
Ruido de cacerolas
Dig¨¢moslo de una vez. La paranoia antinorteamericana que ha aflorado durante el ¨²ltimo mes a cuenta de los acontecimientos mundiales se corresponde exactamente con la paranoia de quienes se inflaman denunci¨¢ndola. Sin embargo, no responde a ninguna afecci¨®n mental la denuncia contra Henry Kissinger por los sucesos del Chile de Allende ni de tantas otras tropel¨ªas ilegales de agencias estadounidenses y sus secuaces. Muchos a?os despu¨¦s, abiertos a los investigadores cierta clase de archivos hasta ahora secretos, se van conociendo los detalles de una oscura trama de intervenci¨®n ilegal en los asuntos internos de numerosos pa¨ªses, y eso hasta el punto de que nada permite asegurar que no est¨¦ ocurriendo algo parecido en este mismo instante. Ahora ha salido un libro que sigue el rastro de la financiaci¨®n ilegal por la CIA de diversas publicaciones de la izquierda europea de los setenta. Habr¨¢ sorpresas.
A la caza del adjetivo
A ning¨²n listillo de consejer¨ªa perif¨¦rica se le ocurrir¨ªa excluir a Garc¨ªa M¨¢rquez o Vargas Llosa del listado de autores a estudiar en una asignatura de lengua y literatura castellana, y en cualquier caso habr¨ªa que calificar tal medida de estrafalaria. Pero el Gobierno de nuestra Comunidad es tan ejemplar en todas sus propuestas emblem¨¢ticas que al encargado de la cosa educativa no se le ocurri¨® nada mejor que eliminar a catalanes y baleares de parecido protocolo curricular. Ese alarde de p¨¦sima educaci¨®n es lo m¨¢s parecido al talib¨¢n, que desde?a cuando no destroza todo cuanto ignora, en el ¨¢mbito de nuestra cultura, y no viene nada mal que en la segunda sesi¨®n plenaria desde su laboriosa constituci¨®n la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua aconseje a quien corresponda reconsiderar tan desconsiderado decreto. Hasta Zaplana est¨¢ satisfecho con la 'tranquilidad, normalidad, paz y sosiego' que se desprender¨ªa de esa recomendaci¨®n institucional. A ver si tambi¨¦n a ¨¦l le sirve para algo.
Objetivo colateral
Alicia de Miguel es como esa chica estupenda de la antigua Secci¨®n Femenina que todo opositor a notar¨ªas desear¨ªa como novia de milicias universitarias, aunque ella se crea din¨¢mico Acte¨®n que no vacila en despertar a la Diana dormida, y se suma a ese coro de mujeres afincadas en el Partido Popular que no supieron aprender del feminismo nada diferente a la argucia de hacer pasar por machista cualquier observaci¨®n cr¨ªtica sobre su conducta pol¨ªtica. Alentada por quien puede hacerlo, dice que aceptar¨¢ una comisi¨®n parlamentaria sobre la ausencia de relaciones entre su jefe y el the go beetwen de Gescartera, Jaime Morey, siempre que se constituya otra sobre la denuncia del ex alcalde de Alaqu¨¤s contra Joan Ignasi Pla. ?La gracia del asunto? Que todos los jugadores de este juego saben m¨¢s de lo que dicen acerca de un enredo que bien podr¨ªa titularse como una de aquellas tragicomedias italianas de los sesenta que inclu¨ªan en el t¨ªtulo a la ladrona, su hermano, el cu?ado y el taxista.Menaje de cocina
No tiene nada que ver, desde luego (no vayan a tildarme de trasnochador trasnochado), pero a quienes conocen la confortable sensaci¨®n de haber pasado hambre de manera habitual e indeseada no puede serles indiferente la estad¨ªstica que adjudica a un cuarto de la poblaci¨®n espa?ola la condici¨®n de pobres. Es una palabra que as¨ª dicha apenas se corresponde con la estimulante experiencia que designa. No estar seguro de si se podr¨¢ comer algo durante el ¨²ltimo tercio de cada mes es una situaci¨®n que contribuye de forma notable a agudizar el ingenio, ya sea rebuscando desechos en las afueras de los mercados, jugando al escondite con el casero o renunciando a comprar los zapatos de los cr¨ªos. Actividades todas ellas que convierten a un cuarto de nuestros paisanos en una tropa poco receptiva hacia el destino de los emblemas mayores de nuestra civilizaci¨®n.Ruido de cacerolas
Dig¨¢moslo de una vez. La paranoia antinorteamericana que ha aflorado durante el ¨²ltimo mes a cuenta de los acontecimientos mundiales se corresponde exactamente con la paranoia de quienes se inflaman denunci¨¢ndola. Sin embargo, no responde a ninguna afecci¨®n mental la denuncia contra Henry Kissinger por los sucesos del Chile de Allende ni de tantas otras tropel¨ªas ilegales de agencias estadounidenses y sus secuaces. Muchos a?os despu¨¦s, abiertos a los investigadores cierta clase de archivos hasta ahora secretos, se van conociendo los detalles de una oscura trama de intervenci¨®n ilegal en los asuntos internos de numerosos pa¨ªses, y eso hasta el punto de que nada permite asegurar que no est¨¦ ocurriendo algo parecido en este mismo instante. Ahora ha salido un libro que sigue el rastro de la financiaci¨®n ilegal por la CIA de diversas publicaciones de la izquierda europea de los setenta. Habr¨¢ sorpresas.A la caza del adjetivo
A ning¨²n listillo de consejer¨ªa perif¨¦rica se le ocurrir¨ªa excluir a Garc¨ªa M¨¢rquez o Vargas Llosa del listado de autores a estudiar en una asignatura de lengua y literatura castellana, y en cualquier caso habr¨ªa que calificar tal medida de estrafalaria. Pero el Gobierno de nuestra Comunidad es tan ejemplar en todas sus propuestas emblem¨¢ticas que al encargado de la cosa educativa no se le ocurri¨® nada mejor que eliminar a catalanes y baleares de parecido protocolo curricular. Ese alarde de p¨¦sima educaci¨®n es lo m¨¢s parecido al talib¨¢n, que desde?a cuando no destroza todo cuanto ignora, en el ¨¢mbito de nuestra cultura, y no viene nada mal que en la segunda sesi¨®n plenaria desde su laboriosa constituci¨®n la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua aconseje a quien corresponda reconsiderar tan desconsiderado decreto. Hasta Zaplana est¨¢ satisfecho con la 'tranquilidad, normalidad, paz y sosiego' que se desprender¨ªa de esa recomendaci¨®n institucional. A ver si tambi¨¦n a ¨¦l le sirve para algo.
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