Us3 explora las posibilidades de mezclar jazz con m¨²sica de baile
Tras arrasar con 'Cantaloop' en los noventa, el grupo graba nuevo disco
A principios de los noventa, una canci¨®n puso a bailar a la gente y subi¨® a los lugares m¨¢s altos de las listas de todo el mundo. Us3 partieron para su Cantaloopde una composici¨®n de Herbie Hancock y consiguieron que el hip hop y el jazz se combinaran en las dosis exactas para seducir a un p¨²blico ansioso de mover los huesos con buena m¨²sica. Tras superar problemas con Blue Note, su discogr¨¢fica, Us3 regresan con An ordinary day in an ununusual place.
El grupo Us3 publica estos d¨ªas su nuevo trabajo, An ordinary day in an unusual place, tercero en su discografia. Geoff Wilkinson, cabecilla del proyecto, explica que 'nuestro silencio desde 1997 no fue voluntario. Quer¨ªamos abandonar nuestra primera compa?¨ªa, Blue Note, pero hubo que enfrentarse a los que realmente mandan en el negocio, que son abogados y contables, personas con las que un m¨²sico no puede entenderse'.
A principios de los noventa, Wilkinson editaba en Londres discos semiclandestinos donde fund¨ªa ritmos bailables con sampleados de grabaciones de jazz. Un ejecutivo de Blue Note descubri¨® casualmente que utilizaban material de sus archivos y, en vez de amenazar con una demanda, propuso a Wilkinson grabar para la compa?¨ªa, poniendo a su disposici¨®n su riqu¨ªsimo cat¨¢logo. Astuta idea: partiendo de una composici¨®n de Herbie Hancock, Us3 coloc¨® su Cantaloop (flip fantasia) en las pistas de baile y las listas del mundo entero. Wilkinson puntualiza: 'No fuimos pioneros, ya exist¨ªan aproximaciones entre el hip hop y el jazz pero nosotros demostramos la viabilidad comercial de una fusi¨®n que ahora inspira a grupos como St. Germain'.
Aparte de lanzar a Us3, el impacto de Cantaloop empuj¨® a la mercadotecnia del jazz a entrar en una ¨¦tapa diferente: se reconoc¨ªa la existencia de un p¨²blico que hab¨ªa sido seducido por la m¨ªstica del jazz a traves de la pista de baile. A partir de entonces, Blue Note y otros sellos entraron en la din¨¢mica de las reediciones para los nuevos conversos.
Us3 demostr¨® que pod¨ªa recrear sus grabaciones en directo, aunque eso no les evit¨® el desprecio de los puristas: 'Aunque reconocen que tenemos buenos m¨²sicos, nos detestan. Creo que el jazz se ha intelectualizado en exceso, renunciando a una de sus funciones primigenias, que era invitar a bailar. Eso s¨ª, la reivindicaci¨®n de las raices que propugna Wynton Marsalis y compa?¨ªa es una cosa buena'.
Wilkinson s¨ª reprocha a las multinacionales del jazz que se hayan inclinado por lo liviano. 'Si veo un disco producido por Tommyy LiPuma, echo a correr', dice. 'Aparte de su reblandecimiento musical, me molesta su distanciamiento de la realidad. Yo trabaj¨¦ para la Campa?a para el Desarme Nuclear y creo mantener todav¨ªa una postura pol¨ªtica. Intento que nuestros discos reflejen que no vivimos en el mejor de los mundos. Ahora mismo, las voces de Us3 son neoyorquinas, la cantante Alison Crockett y el rapero Michelob, y aportan unas historias y una sensibilidad que no encuentras en los CDs de lo que all¨ª llaman smooth jazz. Lo peor de los yuppies es que implantaron su mal gusto musical'.
El nuevo disco tiene un t¨ªtulo derivado de sus experiencias viajeras: 'Lo de Un d¨ªa ordinario en un lugar inusual se nos ocurri¨® estando de gira en Jap¨®n, unos conciertos realmente apote¨®sicos. A¨²n nos asombra comprobar que nos entienden all¨ª o en pa¨ªses tan improbables como Polonia, donde est¨¢n libres del esnobismo londinense. De Brasil nos est¨¢n llegando discos maravillosos de djs que aplican el drum 'n' bass brit¨¢nico a sus ritmos y sus autores dicen que siguen nuestra pista'.
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