Una campa?a de golpes r¨¢pidos y fuerzas limitadas
En un intento de desconcertar al enemigo y de llevar la inseguridad a los mandos talibanes y de la organizaci¨®n terrorista Al Qaeda, el Pent¨¢gono parece haber adoptado la t¨¢ctica de La Pimpinela Escarlata, nombre de guerra del arist¨®crata ingl¨¦s que, durante el periodo del Terror de la Revoluci¨®n Francesa, rescataba de las c¨¢rceles a los nobles franceses destinados a la guillotina. Nunca se sab¨ªa d¨®nde estaba la Pimpinela, como, desde ahora, no se conocer¨¢n los futuros teatros de operaciones de los comandos estadounidenses, con base, hasta este momento, en el portaaviones Kitty Hawk, a la espera de bases temporales en territorio afgano.
La incursi¨®n de comandos en Afganist¨¢n ten¨ªa, seg¨²n los analistas militares, varios prop¨®sitos. En primer lugar, avisar a los talibanes de que, tras lograr el dominio del aire, las fuerzas terrestres de la coalici¨®n pueden golpear d¨®nde, cu¨¢ndo y c¨®mo quieran los objetivos enemigos. En segundo, demostrar que, contrariamente a lo que ocurri¨® en Bosnia y Kosovo, EE UU va en serio y est¨¢ dispuesto a arriesgar en esta campa?a la vida de sus soldados. Y, en ¨²ltimo lugar, inyectar una dosis de moral en la poblaci¨®n norteamericana con la publicaci¨®n de las escasas im¨¢genes, pero im¨¢genes reales al fin y al cabo, de la operaci¨®n.
La operaci¨®n se llev¨® a cabo de forma milim¨¦tricamente cronometrada en dos lugares diferentes, distantes entre s¨ª 100 kil¨®metros. Un grupo reducido de comandos, posiblemente pertenecientes a la famosa y secreta Delta Force, se traslad¨® en helic¨®pteros desde el Kitty Hawk hasta los suburbios de Kandahar, la capital espiritual de los talibanes y residencia de su jefe, el mul¨¢ Omar. Una vez en posici¨®n, los comandos se deslizaron por cuerdas desde los Black Hawks y tomaron un complejo compuesto por una residencia y varios edificios contiguos, que, significativamente, no hab¨ªan sido bombardeados. La intenci¨®n precisa de los comandos era hacerse con informaci¨®n que les permitiera tener un mejor conocimiento de las andanzas de Omar y de los secuaces de Bin Laden. Aparentemente, el objetivo se cumpli¨® y en este momento el Pent¨¢gono analiza los documentos escritos y electr¨®nicos capturados.
Al tiempo, una compa?¨ªa de los Rangers, una de las unidades de ¨¦lite del Ej¨¦rcito, cuyo lema es M¨¢s lejos, m¨¢s r¨¢pido y m¨¢s duro, saltaba en paraca¨ªdas sobre un aeropuerto militar, aparentemente abandonado, a unos 100 kil¨®metros al suroeste de Kandahar. Una clar¨ªsima operaci¨®n de distracci¨®n del enemigo. La toma del aeropuerto permiti¨® a los aviones AC-130, de los que saltaron los Rangers, aterrizar y volver a despegar con la unidad con destino a su base de Om¨¢n una vez terminada la operaci¨®n.
El caso de Somalia
Los analistas militares predicen el desarrollo de operaciones similares a lo largo y ancho de Afganist¨¢n, incluso durante el duro invierno. Seg¨²n escrib¨ªa ayer el analista militar del New York Times, Michael Gordon, la campa?a se caracterizar¨¢ por una serie de golpes r¨¢pidos, de entrada y salida en el interior del pa¨ªs, con fuerzas limitadas y no por un ataque masivo. Se trata de desestabilizar al enemigo y de obligarle a salir de sus escondrijos. El Pent¨¢gono tiene muy presente no s¨®lo la desastrosa ocupaci¨®n sovi¨¦tica del pa¨ªs, sino el fracaso de su operaci¨®n en Somalia en 1993, montada para capturar al se?or de la guerra somal¨ª, Mohamed Farah Aidid, que se sald¨® sin su captura y con la muerte de 18 integrantes de los comandos, por no haber tenido cubierta la retirada.
En cuanto a la duraci¨®n de la campa?a, salvo colapso del r¨¦gimen de Kabul o captura de Osama Bin Laden, todo apunta a su prolongaci¨®n hasta que se consigan los objetivos perseguidos por Bush, que ya ha hablado de dos a?os. El secretario de Estado, Colin Powell, dijo ayer a la cadena Fox que, aunque ser¨ªa deseable la ca¨ªda de Kabul y Kandahar antes del invierno, la celebraci¨®n del Ramad¨¢n (que empieza el 17 de noviembre), no interrumpir¨ªa la ofensiva: 'Tenemos gran respeto por ese periodo religioso, pero debemos asegurarnos de que la campa?a contin¨²a [hasta alcanzar nuestros objetivos]'.
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