Preguntas y respuestas

Si los sufridos votantes nacionalistas moderados creyeron en alg¨²n momento en las palabras de su iluminado jefe respecto de que iba a irse retirando paulatinamente de la pol¨ªtica activa para ceder el liderazgo a Juan Jos¨¦ Ibarretxe, el dialogante-suplicante, estaban equivocados de medio a medio. Dejando de lado lindezas como esas de que 'antes me cortar¨ªa la mano que votar la Constituci¨®n' (aunque poco les cuesta alargar la ¨ªdem para recibir los dineros y prebendas que obtienen gracias a ella), y de que a lo mejor se retiraban del Parlamento espa?ol (a lo que r¨¢pidamente se opuso Anasagasti, que debe vivir en Madrid tan ricamente), este fin de semana ha sido meridianamente claro en su arenga a las juventudes del PNV: 'Yo no digo que haya que coger las armas, pero tampoco que nos quedemos en casa, creo que la desobediencia civil es una opci¨®n deseable'. Y digo yo: ?a qui¨¦n pensar¨¢n desobedecer? ?no tienen ellos mayor¨ªa en el Parlamento vasco? ?no controlan desde hace m¨¢s de 20 a?os la mayor¨ªa de las instituciones auton¨®micas, es decir el poder civil? ?C¨®mo se entiende que el l¨ªder del partido que gobierna anime a desobedecer a los gobernados? Una vez m¨¢s, la hipocres¨ªa de don Xabier roza lo inaudito.

Pero aguarden, a¨²n hay m¨¢s, pues ?no aboga por un refer¨¦ndum para ver si ETA debe o no desaparecer? La sola posibilidad de responder 'no' indica la catadura moral del que hace la pregunta. Hay cuestiones que jam¨¢s deber¨ªan plantearse porque la respuesta es ¨²nica y obvia para todos los hombres y mujeres de bien. Por ejemplo: ?tengo que pensar como t¨² para que no me mates?