Rodrigo Rey Rosa mete su bistur¨ª negro en Guatemala
El escritor, que fue disc¨ªpulo de Paul Bowles, cree que se qued¨® corto en su nueva novela
Disc¨ªpulo libresco de Jorge Luis Borges, primero, y en directo de Paul Bowles, despu¨¦s, Rodrigo Rey Rosa es un narrador sin patria ni tradici¨®n, marcado por la austeridad ejemplar de su escritura y, ¨²ltimamente, por descubrir y denunciar en sus novelas la corrupci¨®n de Guatemala, el pa¨ªs donde naci¨® hace 43 a?os. Despu¨¦s de varias historias on¨ªricas y rurales (unidas por las cr¨ªticas estupendas y las ventas discretas), Rey Rosa ha escrito su primera novela urbana, la breve, precisa y negra Piedras encantadas (Seix Barral).
La novela es una descripci¨®n, escrita en clave de novela negra (hay accidente fatal, historias cruzadas, detective espl¨¦ndido, investigaci¨®n dif¨ªcil, lenguaje despojado), de la s¨®rdida capital de Guatemala, una ciudad asolada por la violencia y la corrupci¨®n, la miseria y la desesperanza, en la que la vida vale muy poco. 'Nadie me puede acusar de exagerar', dice Rey Rosa; 'la realidad de Guatemala es bastante peor de la que cuento en la novela'.
'Hay much¨ªsima violencia, m¨¢s secuestros que nunca, los linchamientos est¨¢n muy en boga y, por primera vez en la historia, gracias a la incapacidad de nuestros pol¨ªticos, los ni?os mueren de hambre', explica. 'Contarlo no cambia la realidad. S¨®lo ayuda a sobrevivir en la mierda. Pero el caso es que me qued¨¦ corto'.
Quiz¨¢ porque hu¨ªa de esa realidad terrible, quiz¨¢ por simple vocaci¨®n cosmopolita o tal vez por ambas cosas, Rey Rosa ha sido siempre un viajero sin hogar fijo. Estuvo 12 a?os fuera de Guatemala, entre Colombia, Nueva York y Marruecos. All¨ª conoci¨® a Paul Bowles, que le tradujo al ingl¨¦s y a quien ¨¦l tradujo despu¨¦s al espa?ol, 'm¨¢s que nada, por venganza'.
Pero lo importante no fue que Bowles le abriera la v¨ªa hacia la edici¨®n anglosajona: 'Fui con un grupo de escritores a verlo. Y lo primero que nos dijo es que, si esper¨¢bamos vivir de la literatura, no ten¨ªa nada m¨¢s que decirnos'. Rey Rosa se qued¨®. Y no se arrepiente en absoluto.
El faro
'?l fue mi inspiraci¨®n literaria y vital, mi faro. Era un maestro que ense?aba c¨®mo atacar la vida, un artista en el sentido m¨¢s amplio. Por ejemplo, nunca hizo promoci¨®n de ning¨²n libro, le parec¨ªa una p¨¦rdida de tiempo'.
?Usted est¨¢ de acuerdo? 'Aqu¨ª estoy, luego nadie es perfecto. Pero lo hago porque me siento comprometido con la editorial, que pierde dinero con mis libros y cree que las entrevistas sirven para vender m¨¢s. Yo creo que no sirven'.
La otra gran influencia de RRR es Jorge Luis Borges: 'Tuve la suerte de leerlo mucho de joven. Era un gran profesor de literatura, te hac¨ªa amigo de sus libros y luego te acercaba a los dem¨¢s, te dec¨ªa lo que hab¨ªa que leer. Mis novelas primerizas estaban escritas en esa clave on¨ªrica tan suya, trataba de contar lo que viv¨ªa dormido'.
Rey Rosa volvi¨® a su pa¨ªs en 1993. Aunque sigue viajando mucho, est¨¢ establecido all¨ª, rodeado como un islote por 'una sociedad de enormes contrastes entre la opulencia y la miseria, que tiene una burgues¨ªa peque?¨ªsima, instruida en tres librer¨ªas'.
Esa conciencia de vivir en un pa¨ªs en quiebra ha cambiado su escritura y su compromiso. 'Aunque la t¨¦cnica es m¨¢s dif¨ªcil, porque describir un paisaje es mucho m¨¢s complejo que hablar de uno mismo', Rey Rosa se vuelca ahora en lo que ve despierto y gira hacia la novela negra: 'Es un gran instrumento para fotografiar la realidad urbana. Todos nos hemos americanizado. El capitalismo y el mercado, para lo bueno y para lo malo, para el consumo y para la corrupci¨®n, nos han invadido'.
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