La gran ilusi¨®n del de¨¢n

El de¨¢n de la catedral de Valencia, Ramon Arnau, tiene un ins¨®lito protagonismo en la vida social, cultural y pol¨ªtica de la ciudad en los ¨²ltimos meses. El mi¨¦rcoles fue el representante de la iglesia valenciana en el acto de presentaci¨®n del primer volumen del Diplomatari Borja, un ambicioso proyecto promovido por el editor nacionalista Eliseu Climent que pretende reunir toda la documentaci¨®n sobre el popular linaje valenciano. La iniciativa cuenta con el visto bueno y la colaboraci¨®n del Vaticano. A principios del verano, Ram¨®n Arnau fue nombrado miembro de la reci¨¦n creada Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua (AVL), dentro de los candidatos propuestos por el PP. En la primavera, entr¨® a formar parte de la secesionista Real Academia de Cultura Valenciana, justo antes de que se produjera la virulenta discusi¨®n en el seno del organismo a prop¨®sito de la AVL y de la conveniencia o no de que diversos miembros simultanearan las dos filiaciones.

El de¨¢n de la catedral de Valencia habla valenciano desde siempre. Naci¨® en Alberic. Y desde hace un tiempo tiene 'una gran ilusi¨®n', seg¨²n confes¨® a la salida del acto del Diplomatari, cuando fue interrogado sobre diversas cuestiones relativas a la AVL. Su gran ilusi¨®n es que 'llegue el d¨ªa en que presente un ritual en valenciano en todas las iglesias de Valencia, Alicante y Castell¨®n'. 'Porque no est¨¢ hecho el ritual y lo ha de hacer la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua'.

Se?al¨® que ahora se re¨²nen las condiciones para que el ritual pueda ser aprobado por la curia valenciana y por el Vaticano, un proceso largo y nada sencillo, trat¨¢ndose de la Iglesia. Tiene que ser un ritual valenciano, como el que se ten¨ªa 'del siglo XV al siglo XIX', con el l¨¦xico valenciano, y para ello 'se ha de trabajar'. Trabajar en las palabras para que el ritual se acerque a la forma de hablar. Pero ha de ser correcto y, adem¨¢s, no es lo mismo el lenguaje hablado que el escrito, ni el coloquial que el solemne o el propio de un ritual. Por eso el de¨¢n de la catedral, profesor de Teolog¨ªa y miembro de la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua y de la Real Academia de Cultura Valenciana, especific¨® que se han de utilizar los t¨¦rminos adecuados. Es decir, se 'tiene que poner esgl¨¨sia, amb o nosaltres; no mosatros, iglesia o ab'. No es lo mismo hablar con un familiar en el pueblo que luego escribir, explic¨®, a pesar del postulado que defiende la Real Academia de Cultura Valenciana de no diferenciar apenas entre ambos registros. 'Tenemos el deber de ligar el lenguaje del pueblo con el de la cultura', a?adi¨®.

Ramon Arnau y otros acad¨¦micos est¨¢n planeando, de hecho, crear un grupo de trabajo en el seno de la AVL para preparar el ritual cat¨®lico en valenciano.

Precedentes hay, desde luego, pero no han cumplido con todos los requisitos para declarar del todo oficial el ritual, sobre todo debido a las reticencias del arzobispado de Valencia. Ya en los a?os cincuenta, mossen Sorribes realiz¨® un ritual y un misal en valenciano, como tambi¨¦n lo ha hecho, m¨¢s recientemente, el padre Pere Riutort. Cabe recordar los intentos del que fue obispo de Segorbe-Castell¨®n, Josep Pont i Gol, entre otros.

De hecho, hay curas que dan la misa en valenciano desde hace a?os, como Antoni Sanchis, de Alberic, quien ante las reticencias de unas fieles al escuchar su lengua en la iglesia, les pregunt¨® si la entend¨ªan mejor en lat¨ªn. Probablemente, Antoni Sanchis se quedar¨¢ sorprendido ante la ilusi¨®n mostrada por su paisano Ram¨®n Arnau. En alguna ocasi¨®n ha contado, y por escrito, que fue ¨¦l quien tuvo que oficiar la boda de un familiar del de¨¢n de la catedral ante la negativa de ¨¦ste a celebrarla en la lengua aut¨®ctona.

En el mundo de la Iglesia valenciana, Arnau est¨¢ considerado una persona ilustrada, de buena formaci¨®n teol¨®gica, conservador y pr¨®ximo a las esferas de poder. Su ilusi¨®n: tener un ritual en valenciano.