S¨¢nchez-Ostiz presenta en C¨®rdoba su nuevo ciclo de novelas
Dice Miguel S¨¢nchez-Ostiz (Pamplona, 1950) que le parece dif¨ªcil escribir sobre s¨ª mismo y dar con el lenguaje verdadero, 'el que viene de las calles de la infancia, del barullo y borbor de la sesera, el que me permite expresarme mejor'. Este novelista, poeta y ensayista estuvo ayer en C¨®rdoba, en el congreso internacional Autobiograf¨ªa en Espa?a: un balance. En su ponencia, Espejos de papel y tinta, habl¨® sobre lo que cuesta escribir en primera persona, sobre los peligros de autobiografiarse en defensa propia, atacando violentamente a otros, y present¨® su nuevo ciclo de novelas.
El ciclo se llama Las armas del tiempo. 'Ser¨¢n seis o siete libros', explic¨® S¨¢nchez-Ostiz. 'Para entendernos, se tratar¨¢ de una especie de Episodios Nacionales: una revisi¨®n de la historia reciente de Espa?a, desde la tercera guerra carlista hasta la actualidad, con elementos de erudici¨®n hist¨®rica, en clave de parodia, y material period¨ªstico'.
La primera novela, El coraz¨®n de la niebla, acaba de publicarse. 'Cuenta la historia de un personaje que se va a vivir al campo en busca de su identidad, pero se equivoca y se mete en el pellejo de alguien que no es, se quiere hacer vasco ya de mayor', explica el autor. 'Y se va viendo empujado a una vida cada vez m¨¢s lejana y sucumbe a la soledad'. Que, advierte S¨¢nchez-Ostiz, no suele conducir al desarrollo de una identidad compleja. 'Uno tiende a la rumia, que es lo opuesto al pensamiento. Los inviernos son largos, la niebla no te deja ver nada'.
Vivir en el campo
A ¨¦l le pas¨® justo lo contrario. Se fue a vivir al campo, dejando Pamplona, 'para poner el coraz¨®n en calma, que ven¨ªa un poco estragado'. Y s¨ª se encontr¨® consigo mismo, y se puso a escribir 'como un poseso'. Public¨® sus diarios entre 1995 y 1998, La casa del rojo. De ellos habl¨® en el congreso. 'Cuento cosas de mi vida cotidiana, qu¨¦ como, con qui¨¦n estoy, el loro que se me muri¨®, el gato, mi trabajo... A m¨ª me gusta mucho leer diarios, libros que dan cuenta de la andadura humana de alguien, un viaje a su interior. La verdad del pr¨®jimo ense?a cosas'.
El escritor Justo Navarro (Granada, 1953), columnista de EL PA?S, tambi¨¦n trajo al congreso su modo propio de autobiografiarse, pero no en un libro; en el peri¨®dico. 'Escribo esa columna semanal en un tono que se acerca a un diario personal, destinado a ser publicado', explic¨® Navarro. 'Lo que hago es elegir una noticia que me interese, que me gustar¨ªa comentar con mis amigos, en este caso con los lectores, que a veces me contestan'.
'Pienso la noticia que comento como parte de mi vida, y convierto lo general y exterior en materia de mi intimidad', dijo el escritor. Esto, aclar¨®, equivale a opinar lo menos posible. 'En lugar de opinar prefiero describirme a m¨ª mismo, o m¨¢s precisamente, describir el efecto de los hechos y las noticias en m¨ª', a?adi¨® Navarro.
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