La polic¨ªa de EE UU podr¨¢ encarcelar durante 7 d¨ªas a inmigrantes sospechosos
Bush promulga una nueva ley antiterrorista que otorga m¨¢s poderes a las fuerzas de seguridad
Desde ahora, cualquier extranjero en EE UU con un visado caducado puede ser encarcelado durante siete d¨ªas hasta que se inicie el proceso de deportaci¨®n. La fiscal¨ªa podr¨¢ tardar hasta una semana en presentar cargos formales. La nueva ley establece de manera gen¨¦rica que la 'sospecha de vinculaci¨®n terrorista' es suficiente para meter en la c¨¢rcel a cualquier inmigrante durante ese periodo. Seg¨²n los cr¨ªticos, la ley que ayer firm¨® el presidente Bush pone en manos del Gobierno una herramienta de abuso que contraviene los derechos civiles. Los no estadounidenses, afirman, vivir¨¢n bajo sospecha.
'La gente deber¨ªa estar asustada con esta ley', dice David Steinberg, profesor de derecho civil en la Jefferson School of Law. Seg¨²n Steinberg, un Gobierno que se atribuye nuevos poderes legislativos en tiempos de crisis es un Gobierno que luego puede abusar de esos poderes. 'La ley puede usarse contra ciudadanos de a pie, contra pol¨ªticos de la oposici¨®n, contra cualquiera que no les caiga bien por cualquier raz¨®n', dice este jurista.
Dale Nelly, de la American Civil Liberties Union, asegura que la legislaci¨®n antiterrorista que ayer firm¨® el presidente George W. Bush con esplendor en la Casa Blanca da al poder ejecutivo 'una autoridad casi ilimitada para vigilarnos en nuestras casas, en Internet y en el tel¨¦fono, y para acceder a nuestras informaciones personales'.
El Senado ha puesto un l¨ªmite de cuatro a?os a las nuevas medidas 'para que podamos analizar si en ese tiempo hay abusos inaceptables', dijo la senadora Dianne Feinstein. El ¨²nico voto en contra en esa C¨¢mara fue el del dem¨®crata Russ Feingold, para quien las medidas antiterroristas 'no logran un equilibrio entre reforzar el cumplimiento de la ley y proteger las libertades civiles'.
Bush y su fiscal general, el ultraconservador John Ashcroft, parecen enteramente ajenos a este debate y se muestran encantados con una legislaci¨®n que, sin embargo, est¨¢ lejos de la que ellos pretend¨ªan: su propuesta ped¨ªa permiso para detener indefinidamente a cualquier inmigrante sospechoso del delito de terrorismo.
Con tono grandilocuente, Bush asegur¨® que el nuevo poder que se entrega a las fuerzas de seguridad permite combatir 'una amenaza a la que ning¨²n otro pa¨ªs se ha enfrentado nunca'. Seg¨²n el presidente, con la entrada en vigor de la ley 'damos un paso esencial para derrotar a los terroristas protegiendo al mismo tiempo los derechos constitucionales de los estadounidenses'. Ciertamente, quienes m¨¢s deben temer los efectos de la ley son los no estadounidenses, sujetos a partir de ahora a la lupa de la sospecha.
'Da miedo', dice John Byrnes, abogado federal en Maniata. 'F¨ªjense en lo que est¨¢n haciendo ahora, sin medidas especiales: est¨¢n encarcelando a la gente de manera indefinida sin las nuevas medidas', dice este letrado en referencia a las casi 1.000 personas detenidas desde los atentados del 11 de septiembre. Seg¨²n fuentes del FBI, ese n¨²mero puede dispararse con la nueva legislaci¨®n, a pesar de que ninguna detenci¨®n ha demostrado ser especialmente valiosa para la investigaci¨®n.
?stas son algunas de las regulaciones m¨¢s controvertidas en la nueva ley antiterrorista, en vigor desde ayer:
- Detenci¨®n. Cualquier inmigrante -incluso los legales- podr¨¢ ser detenido durante siete d¨ªas si el fiscal general o la autoridad de inmigraci¨®n consideran que existen sospechas de vinculaci¨®n terrorista. Tras la semana de interrogatorios, el detenido deber¨¢ ser puesto en libertad o llevado ante el juez con acusaciones formales, ya sean por terrorismo o por inmigraci¨®n ilegal.
- Vigilancia telef¨®nica. Un ¨²nico permiso judicial permite pinchar todos aquellos tel¨¦fonos que puedan ser usados por un sospechoso de actividad terrorista.
- Vigilancia cibern¨¦tica. Las comunicaciones por Internet se equiparan a las telef¨®nicas y se someten a la misma vigilancia. Las empresas proveedoras de Internet deber¨¢n entregar el registro de actividad y los correos electr¨®nicos de un individuo y sus interlocutores electr¨®nicos si existen 'sospechas' de actividad terrorista.
- Seguimiento. Se crea un fondo para financiar una base de datos que permita seguir las actividades en EE UU de los 600.000 estudiantes extranjeros repartidos por las universidades del pa¨ªs.
- Lavado de dinero. El Departamento del Tesoro podr¨¢ imponer sanciones econ¨®micas (como la prohibici¨®n de transacciones) a aquellos pa¨ªses cuyos Gobiernos no compartan con EE UU la informaci¨®n relativa a cuentas sospechosas de ser empleadas para el lavado de dinero. Tambi¨¦n se ampl¨ªa la labor de vigilancia de las entidades bancarias bajo amenaza de sanciones.
- ?rdenes judiciales. En investigaciones por terrorismo, las fuerzas de seguridad podr¨¢n obtener una ¨²nica orden para todo el territorio nacional, lo que les evita tener que pedir una orden para cada Estado y cada domicilio.
- Otras medidas. Se incrementan las penas por delitos terroristas. Se ilegaliza la posesi¨®n de sustancias que puedan ser empleadas como arma qu¨ªmica o biol¨®gica. Se proh¨ªbe la entrada a EE UU de inmigrantes vinculados a delitos de lavado de dinero.
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