"Las mujeres maduras me hicieron hombre"
Con 65 a?os y dos hijos, publica sus memorias, mientras prepara para 2003 un volumen sobre Dal¨ª. Hombre rompedor y polifac¨¦tico, fot¨®grafo de moda, escultor y estilista, dice que para su libro no ha tenido "negros", y que es "un profesional creado por las mujeres". Calcula que, en su vida, ha tocado dos millones de cabezas. "Muchas repetidas, claro".
Pregunta. O sea, que escribe sus memorias y no cuenta 'chafarder¨ªas de famosos'.
Respuesta. Si no, no ser¨ªa yo.
P. Se guarda las balas en la rec¨¢mara.
R. Pero nunca voy a disparar. No ser¨ªa ¨¦tico.
P. ?Cu¨¢l es la cabeza m¨¢s alta que ha peinado?
R. La peluca de Mae West, que est¨¢ en el Museo Dal¨ª, de Figueras, y mide 4,75 metros.
P. ?A qui¨¦n ha tomado m¨¢s el pelo en su vida?
R. A veces, a mi propia familia.
P. Dice que en Palma va a Llongueras su mism¨ªsima Majestad.
R. S¨ª, s¨ª, s¨ª.
P. Y asegura que es m¨¢s coqueto ¨¦l que la Reina.
R. El Rey es coqueto, porque es una persona a la que le gusta caer bien. Una de sus obligaciones es agradar, y lo consigue.
P. Mucho arreglar a los dem¨¢s, pero ?nunca ha visto la paja en su propio ojo?
R. S¨ª, y me peino y me corto yo mismo el cabello. Nadie me lo hace mejor.
P. Cuando dice que la duquesa de Alba lleva 'un peinado c¨®modo, encrespado', ?va de lord del eufemismo?
R. Ella cada vez se ha puesto m¨¢s pr¨¢ctica y parece que pide a su peluquero un cabello m¨¢s frito. Me parece excesivo.
P. En Ana Botella 'se nota la brillantez t¨ªpica de la mujer espa?ola'. ?Esto es Versalles?
R. Todos mis equipos que la tratan en directo est¨¢n encantad¨ªsimos con su manera de ser, con su atenci¨®n y su educaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ tiene que ver todo eso con la brillantez?
R. Ella sabe ser brillante, en el sentido de que sabe estar. Con Felipe Gonz¨¢lez, por ejemplo, no tuvimos dama, porque Carmen Romero se escond¨ªa, no exist¨ªa.
P. En este pa¨ªs, ?se peina mejor la derecha que la izquierda?
R. No. Carmen Romero llevaba un buen corte de cabello, una melenita correcta.
P. A tenor de su libro, o todo el mundo es fant¨¢stico y maravilloso o usted es un pelota.
R. No. Lo que pasa es que digo lo que pienso.
P. ?Qui¨¦n es la mujer peor peinada de Espa?a?
R. En este momento, la duquesa de Alba.
P. ?Y el hombre?
R. Anasagasti. Abusa de la raya de un lado para otro.
P. ?C¨®mo ha notado que la mujer re¨²ne m¨¢s condiciones para gobernar?
R. Hablando con ella, te das cuenta de que tiene un punto m¨¢s de inteligencia que el hombre, un sexto sentido, fuertes intuiciones.
P. Tambi¨¦n en sus esculturas ha sido central la figura femenina.
R. Porque tiene una sensibilidad m¨¢s cercana a la m¨ªa, y eso que no soy homosexual. La mujer es m¨¢s refinada que el hombre.
P. Huir de las maduras. ?No es preocupante como t¨ªtulo de un cap¨ªtulo?
R. Est¨¢ escrito en la clave de cuando yo ten¨ªa 17 o 18 a?os, cuando estaba en el servicio militar y hac¨ªa domicilios por las tardes. Me encontraba muchas insatisfechas con su matrimonio, y entonces no hab¨ªa divorcio, ni era f¨¢cil tener un amante.
P. Hac¨ªa domicilios: suena fatal.
R. Es verdad: ten¨ªa que a?adir que era un peluquero que hac¨ªa domicilios, permanentes y cortes de pelo. En alguna casa hab¨ªa una mujer sola, se abr¨ªa una bata y no llevaba nada debajo.P. ?Era un tigre del sexo?
R. Vosotras me hicisteis un tigre del sexo. Y me ense?asteis que es una cosa muy profunda, muy divertida y b¨¢sica. Las mujeres maduras me hicieron hombre.
P. Le cundi¨® la permanente.
R. La permanente, el secador y los cortes de pelo.
P. Aparte de hacer juntos la peluca de Mae West -72 kilos de pelo-, ?Dal¨ª le dej¨® tocarle el bigote?
R. El pelo, s¨ª. El bigote, s¨®lo el d¨ªa que le ense?¨¦ c¨®mo esconderse el suyo para ponerse un postizo que le hice, cuando prometi¨® que se lo iba a cortar en Nueva York. Era una cosa muy personal.
P. ?A qui¨¦n no peinar¨ªa por todo el oro del mundo?
R. A Bush, por ejemplo. Ni a Bin Laden.
P. Bush no tendr¨ªa remedio ni con un buen tinte.
R. No. Es un pobre hombre. Yo no le veo con car¨¢cter ni con personalidad. Suerte que est¨¢ bien envuelto.
P. ?A usted le afecta la actual guerra?
R. En absoluto. Me doy cuenta de que, si no existen guerras, se provocan. Son un negocio armament¨ªstico; a los Estados les encanta, porque sacan sus efectivos viejos y as¨ª los renuevan; y los militares, encantados, porque tienen trabajo y no se aburren.
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