El embajador afgano en Par¨ªs asegura que el servicio secreto de Pakist¨¢n denunci¨® a Haq a los talibanes

La Embajada de Afganist¨¢n en Par¨ªs es el coraz¨®n de la resistencia en Francia contra los talibanes. Un encargado de negocios, Mehrabodin Masstan, antiguo compa?ero del comandante Masud, act¨²a como embajador del '¨²nico Gobierno legal de Afganist¨¢n' y denuncia que 'cientos' de talibanes se han infiltrado profundamente en 'el Ej¨¦rcito y los servicios secretos de Pakist¨¢n'. Al tiempo, se?ala a estos ¨²ltimos como los denunciantes de Abdul Haq, el hombre en quien Washington confiaba para organizar un Gobierno antitalib¨¢n, que fue detenido y ejecutado en cuanto pas¨® la frontera afgana.

Abdul Haq no formaba parte de la Alianza del Norte. Sin embargo, 'en junio pasado mantuvo contactos con el comandante Masud', explica Masstan. 'Abdul Haq llevaba cinco a?os retirado de Afganist¨¢n y se hab¨ªa dado cuenta de que era necesario volver a comprometerse. Ahora no ten¨ªa fuerza alguna dentro del pa¨ªs e intentaba reorganizar algo. Masud le propuso que actuase desde la zona controlada por la Alianza del Norte, pero ¨¦l pas¨® finalmente la frontera desde Pakist¨¢n. Y el servicio secreto paquistan¨ª le denunci¨® inmediatamente'.

El atentado contra el comandante Masud se produjo en v¨ªsperas del ataque del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington. Ahora se ha producido la ca¨ªda de Abdul Haq. 'Esta sucesi¨®n de hechos demuestra que los talibanes son mucho m¨¢s peligrosos de lo que suponen los pa¨ªses occidentales. EE UU y Europa les hab¨ªan contemplado como si fueran un fen¨®meno folcl¨®rico, que trata mal a las mujeres y poco m¨¢s: de ah¨ª su grave error', recalca el embajador afgano en Par¨ªs. 'Los talibanes han recibido no s¨®lo a Bin Laden, sino a terroristas uzbekos, chinos, sudaneses y de otros muchos sitios; se han infiltrado en los servicios secretos de Pakist¨¢n y con todo esto se ha organizado en Afganist¨¢n una verdadera internacional terrorista. El ¨²nico obst¨¢culo que ten¨ªan enfrente era el comandante Masud y consiguieron asesinarle'.

'Hoy es el d¨ªa en que EE UU no termina de aclarar cu¨¢l es su estrategia en Afganist¨¢n', asegura Masstan. 'Nosotros estamos trabajando con el antiguo Rey, no para que ejerza un papel muy activo, que no podr¨ªa a sus 86 a?os, sino para que ponga toda su influencia y popularidad al servicio de un proceso de paz. Para ello hemos propuesto que se constituya un Consejo de 120 miembros. Ese Consejo deber¨ªa instalarse en Afganist¨¢n, pero si la evoluci¨®n de las operaciones militares no lo hace posible, podr¨ªa iniciar sus reuniones en otro pa¨ªs; por qu¨¦ no en Turqu¨ªa', a?ade Masstan.

Al lado del embajador trabajan varias asociaciones. Ayer se encontraba tambi¨¦n Fajim Dashty, uno de los dos supervivientes del atentado contra Masud, quien revel¨® que los supuestos periodistas de televisi¨®n que se suicidaron para matar al l¨ªder de la Alianza del Norte hab¨ªan permanecido acogidos 10 d¨ªas en una casa de hu¨¦spedes de la Alianza, antes de acceder al comandante. 'Necesit¨¢bamos enviar un mensaje al mundo musulm¨¢n y la petici¨®n de una entrevista para la televisi¨®n parec¨ªa interesante', explica el embajador para justificar el exceso de confianza demostrado. Tanto el superviviente como el embajador en Par¨ªs creen que las bombas estaban en los cinturones de los falsos periodistas y no en la c¨¢mara de televisi¨®n'.