Hasta que Rivaldo dijo basta
El gran gol del brasile?o cerr¨® el anodino partido del Bar?a ante el discreto Fenerbahce
Y, justo antes de hacer las maletas para irse a Brasil y de volar sobre el Bernab¨¦u, Rivaldo meti¨® en el ¨²ltimo minuto un golazo extraordinario que dej¨® estupefacto a R¨¹stu y encantada a la afici¨®n. El Camp Nou no tard¨® en corear el nombre del brasile?o y empez¨® ya a a?orar su ausencia -ha marcado cinco goles en cuatro partidos- en el cl¨¢sico. Fue un final feliz despu¨¦s de un anodino partido que era, por primera vez en mucho tiempo, un mero tr¨¢mite europeo. El Bar?a dio descanso ayer a cinco te¨®ricos titulares en Madrid (Bonano, Kluivert, Coco, Cocu y Christanval) y tard¨® un mundo, m¨¢s de 90 minutos, en batir al Fenerbahce, uno de los peores equipos de toda la historia de la Liga de Campeones. No dej¨® de ser curioso que los azulgrana, que jugaron con cuatro delanteros, tuvieran la mirada tan torcida ante porter¨ªa. Pero ni era la noche de Saviola, ni de Geovanni ni de Overmars. Tampoco parec¨ªa la del brasile?o, que se despidi¨® con un chut que casi agujerea la red.
BARCELONA 1| FENERBAHCE 0
Barcelona: Reina; Reiziger, Frank De Boer, Puyol; Gabri, Xavi, Gerard, Rivaldo; Geovanni (Rochemback, m. 60), Saviola (Dani, m. 73) y Overmars (Alfonso, m. 80). Fenerbahce: R¨¹stu; Meric, Dogan, Umit, Akdeniz; Abdullah (Bayraktar, m. 77), Ali G¨¹nes (Ceyhun, m.88), Lazetic, Johnson; Rapajc (Yusuf, m. 78) y Serhat. Gol: 1-0. M. 92. Rivaldo env¨ªa el bal¨®n a la escuadra derecha de R¨¹stu con un lanzamiento de falta potent¨ªsimo desde la frontal del ¨¢rea y desde unos 22 metros. ?rbitro: Stuart Dougal (Escocia). Mostr¨® tarjeta amarilla a Meric, Rapajc, Serhat, Reiziger y Puyol que no podr¨¢ jugar el primer partido de la segunda fase por acumulaci¨®n de amonestaciones. Camp Nou. Media entrada. Unos 45.000 espectadores. Partido de la ¨²ltima jornada de la primera liguilla de la Liga de Campeones.
El gol fue casi una liberaci¨®n: porque el bal¨®n no entraba ni de chut, ni de vaselina, ni a la salida de un c¨®rner. Los goles se resistieron tanto que hab¨ªan llegado a desesperar a parte de la grada por la infinita superioridad del Bar?a sobre el Fenerbahce, que no ha sumado ni un punto en la liguilla y que tiene el dudoso honor de haber igualado al Kosice, el peor equipo hasta ahora en los nueve a?os de historia de la competici¨®n. El Bar?a, quiz¨¢ con la cabeza en Madrid, s¨®lo pudo ofrecer r¨¢fagas de buen juego en la primera parte y acab¨® provocado bostezos hasta que Rivaldo se sacudi¨® todo el tedio y marc¨®.
Fue un paisaje europeo casi desconocido. Acostumbrado a vivir la ¨²ltima jornada europea como un funeral o esperando in¨²tilmente los favores de otros (como ocurri¨® el a?o pasado con el Milan), el estadio estaba anoche medio vac¨ªo. Pes¨® m¨¢s en la grada el largo puente que un partido de tr¨¢mite. Rexach quiso hacer un gui?o a la afici¨®n recuperando los or¨ªgenes alineando tres defensas y situando delante a Rivaldo como media punta y a dos extremos (Overmars y Geovanni) y un delantero centro (Saviola). Pero la pelota circul¨® tan lenta y pesada al principio que el croata Rapajc y el delantero Serhat se acercaron un par de veces a Reina para avisar que no estaban de turismo. El par de aproximaciones del Fenerbahce cost¨® un par de tarjetas a Puyol -ayer reciclado en lateral zurdo- y a Reiziger y el Bar?a despert¨® definitivamente. Los azulgrana empezaron a triangular m¨¢s el bal¨®n, a tirar de las paredes y a aprovechar los espacios de la defensa turca que, como en Estambul, volvi¨® a someter a los azulgrana a un marcaje al hombre suicida.
Y el Bar?a toc¨® y empez¨® a tirar de Overmars, que capitaliz¨® casi todo el capital ofensivo azulgrana. No dej¨® dudas de que est¨¢ listo para el Bernab¨¦u. El holand¨¦s, casi in¨¦dito este a?o, se fue de su marcador cuando quiso y como quiso. De sus botas nacieron las mejores ocasiones de gol: habilit¨® a Xavi un par de veces -sus chuts fueron fuera-; a Frank de Boer, que cabece¨® un bal¨®n junto al larguero; o a Gabri, que desacertado ante porter¨ªa. Pero, posiblemente, fuer Rivaldo el que pudo marcar aunque R¨¹stu sac¨® el bal¨®n desde la misma linea de gol. El Bar?a, infinitamente superior a su rival, encaden¨® al primer toque varias jugadas que no culminaron por mala punter¨ªa.. Pero fue suficiente para entretener a la grada, muy tranquila al ver que los turcos parec¨ªan incapaces de marcar solos ante porter¨ªa. El gol estaba casi cantado. Frank de Boer cometi¨® un error garrafal y Serhat se fue como una bala hacia Reina. Pero envi¨® la pelota hacia la valla publicitaria.
El partido parec¨ªa prometer pero se qued¨® s¨®lo en eso. El juego cay¨® en picado tras el descanso. El Bar?a pareci¨® aburrirse de s¨ª mismo y hasta casi perdi¨® la posesi¨®n del bal¨®n. S¨®lo Gerard intent¨®, a pase de Rivaldo, una medio vaselina y Saviola prob¨® un chut potent¨ªsimo que R¨¹stu impidi¨® que llegara a la red. Pero tampoco era la noche del pibito: porque justo antes del descanso, a pase otra vez de Overmars, se le escap¨® otra ocasi¨®n por muy poco. Todo parec¨ªa ya bendecido pero Rivaldo dijo que no: se cans¨® de la miop¨ªa azulgrana, de la resistencia turca y clav¨® el bal¨®n para la escuadra que convierte al Bar?a en el equipo europeo que m¨¢s puntos ha conseguido en esta primera fase.
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