El Ej¨¦rcito israel¨ª asesina a dos jefes palestinos de Ham¨¢s

Jamil Jadallah, de 24 a?os, uno de los jefes de las Brigadas de Ezzedine Al Kassam, el brazo armado de Ham¨¢s, muri¨® ayer en Nabl¨²s destrozado por un misil que el Ej¨¦rcito israel¨ª dispar¨® desde un avi¨®n F-16. La operaci¨®n se llev¨® a t¨¦rmino con una precisi¨®n quir¨²rgica, mientras el dirigente militar se encontraba fuera de la casa (donde estaba escondido) y daba de comer a su caballo en un cobertizo del jard¨ªn.

Jadallah, uno de los hombres m¨¢s buscados por los israel¨ªes, acusado de la muerte de dos colonos a?os atr¨¢s y de haber perpetrado en los ¨²ltimos meses numerosos atentados, hab¨ªa sido condenado a prisi¨®n perpetua por un tribunal especial palestino, pero fue liberado hace un a?o, a principios de la Intifada, junto con otros militantes y dirigentes de su partido.

Este jefe militar de Ham¨¢s, temeroso de sufrir un atentado de los israel¨ªes, hab¨ªa buscado refugio en casa de su t¨ªo, en Hebr¨®n, donde lleg¨® hace un mes despu¨¦s de efectuar un largo recorrido a pie a trav¨¦s de las monta?as desde Tulakarem, distante a unos cien kil¨®metros, donde hasta entonces hab¨ªa residido. Los esp¨ªas palestinos al servicio de Israel lograron, sin embargo, descubrirlo y prepararon con el mando del Ej¨¦rcito su asesinato.

Pocas horas despu¨¦s de su muerte, el Ej¨¦rcito israel¨ª acababa con otro dirigente destacado de Ham¨¢s, ¨¦ste en Tulkarem. Abdal¨¢ Jaruchi, de 39 a?os, fue abatido por los disparos de ametralladora situada en lo alto de un carro de combate, que le esperaba a las puertas de la casa de su hija, a la que hab¨ªa ido a visitar.

Las fuerzas israel¨ªes mataron ayer tambi¨¦n a dos activistas de Al Fatah, supuestos miembros de la seguridad palestina, despu¨¦s de que tirotearan a un coche ocupado por israel¨ªes cuando circulaban por una carretera. Pero la operaci¨®n militar m¨¢s espectacular se registr¨® en el pueblo de Arraba, al norte de Cisjordania, que fue invadido por una docena de tanques, para permitir as¨ª a los soldados capturar a una decena de supuestos militantes fundamentalistas.