El cobrador del frac
EL CARTERO de la Uni¨®n Europea (UE) ha llamado de nuevo a la puerta de un Estado miembro para hacerle entrega de un aviso de multa por irregularidades en el cobro de subvenciones comunitarias; esta vez, el timbrazo ha sonado en Espa?a por culpa del llamado fraude del lino, denunciado por los socialistas en la campa?a de las elecciones europeas de 1999. Una comisi¨®n parlamentaria de investigaci¨®n celebrada a matacaballo durante el verano exculp¨® -con los votos del PP y de los nacionalistas catalanes y canarios- a varios altos cargos del Ministerio de Agricultura (el subsecretario y presidente del FEGA, el director financiero de Mercasa y el director general de Ganader¨ªa) y al delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, relacionados personal o familiarmente con explotaciones y empresas perceptoras de las subvenciones. Pero el Gobierno de Aznar no contaba con el cobrador europeo del frac: sobre la base del estudio realizado a lo largo de los dos ¨²ltimos a?os por la Oficina Europea de Lucha Antifraude (OLAP), Bruselas exigir¨¢ -si no hay conciliaci¨®n con Espa?a- la devoluci¨®n de las subvenciones otorgadas de 1996 a 1999 (unos 20.000 millones).
Espa?a podr¨ªa ser sancionada con una multa de 20.000 millones por el fraude generalizado cometido entre 1996 y 1999 en la percepci¨®n de las ayudas comunitarias al cultivo del lino
Las ayudas de la pol¨ªtica agraria comunitaria (PAC) han sido el coto predilecto de los avispados cazaprimas que se dedican a parasitar los incentivos a los cultivos. No es preciso comulgar con el ultraliberalismo doctrinario para reconocer que el incontrolado intervencionismo de las administraciones crea un peligroso clima favorable a la corrupci¨®n de pol¨ªticos y funcionarios p¨²blicos, en connivencia muchas veces con los empresarios y ciudadanos cuya conducta deber¨ªan en teor¨ªa vigilar; sin embargo, las habituales promesas electorales de disminuir dr¨¢sticamente la dimensi¨®n del sector p¨²blico -menos Estado- es una consigna ret¨®rica de muy dif¨ªcil cumplimiento en una democracia.
La forma adecuada de combatir el fraude no es suprimir las subvenciones agrarias de la UE, sino extremar las medidas para impedir su uso indebido. En el caso del lino, exist¨ªan datos suficientes para que el Ministerio de Agricultura y las consejer¨ªas de las comunidades aut¨®nomas hubiesen actuado preventivamente en la segunda mitad de los noventa. Hasta 1993-1994, el lino era en Espa?a una producci¨®n marginal que ocupaba menos de 200 hect¨¢reas; las ayudas europeas (unas 120.000 pesetas por hect¨¢rea) fueron el motor de la extensi¨®n de su cultivo: desde las 11.000 hect¨¢reas de 1996 hasta las 91.000 de 1999. El incendio aparentemente premeditado de varias plantas transformadoras, estaciones terminales del cobro de subvenciones, confirm¨® las sospechas de que ese crecimiento desmesurado estaba asociado a la corrupci¨®n.
El escrito enviado a la OLAF (cuyas competencias son de orden administrativo) en diciembre de 2000 por la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n espa?ola -personada ante la Audiencia Nacional- informaba sobre sus investigaciones en el ¨¢mbito penal y expon¨ªa de forma convincente y pormenorizada los fundamentos de una demoladora conclusi¨®n final: las ayudas comunitarias al sector del lino no hab¨ªan dado lugar a meras irregularidades, sino de un fraude generalizado. La sanci¨®n administrativa anunciada oficiosamente desde Bruselas a Espa?a podr¨¢ ser recurrida ante el Tribunal de Luxemburgo; la instrucci¨®n penal no ha reunido a¨²n el material probatorio necesario para individualizar la acusaci¨®n gen¨¦rica. ?A qui¨¦n corresponden las responsabilidades pol¨ªticas por esa sangr¨ªa de recursos presupuestarios europeos y, por lo tanto, espa?oles? Las comunidades aut¨®nomas corren con la tarea de controlar las subvenciones comunitarias, pero los deberes de vigilancia de la Administraci¨®n central resultan obvios. Loyola de Palacio, actual comisaria europea de Transportes, se ver¨¢ obligada dentro de pocos meses a pronunciarse sobre una sanci¨®n de la UE contra Espa?a por el fraude generalizado en las ayudas comunitarias al lino cuando era ministra de Agricultura.
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