Adi¨®s a la fabricaci¨®n de zapatos
MOA dirige la recolocaci¨®n de los 142 trabajadores afectados por el traslado de la producci¨®n de Calseg a T¨²nez
Hace ya seis meses que comenz¨® a extenderse el rumor de cierre entre los 142 trabajadores de Calseg, fabricante de calzado de seguridad en Artajona (Navarra). Los negros presagios ten¨ªan su base; Calseg es una de las cinco f¨¢bricas que tiene el Grupo Jallatte en Francia y que en 1999 pasaron a ser propiedad del grupo financiero brit¨¢nico CVC Partners, un devorador de empresas, que a finales de 2000 compr¨® tambi¨¦n Alcar, otro fabricante europeo de calzado con una planta en T¨²nez y competidor directo de Calseg.
Poni¨¦ndose en lo peor, el comit¨¦ de empresa, que integran UGT, LAB y la Confederaci¨®n de Cuadros y Mandos, comenz¨® a moverse para evitar 'el cierre con portazo' de la ¨²nica planta industrial que hay en esta localidad navarra. 'Desde el principio hemos exigido a la empresa salidas laborales, m¨¢s all¨¢ de las indemnizaciones, para los 142 trabajadores de Calseg y un plan para reindustrializar la zona', explica Jos¨¦ Carlos Ruiz, secretario general del sector del calzado de UGT-Navarra.
Los trabajadores que no hayan sido recolocados en el plazo de un a?o ser¨¢n recompensados econ¨®micamente por la empresa Calseg
Confirmado el cierre de la empresa, que dej¨® de producir el mi¨¦rcoles pasado, el acuerdo alcanzado entre direcci¨®n y comit¨¦ ofrece dos alternativas a la plantilla: optar a una indemnizaci¨®n de 60 d¨ªas por a?o trabajado, con un tope de 36 mensualidades, o acceder a un Plan Social, que establece menores cantidades econ¨®micas a cambio de entrar en un proceso de recolocaci¨®n y un plan para reindustrializar la zona. A finales de septiembre se constituy¨® una fundaci¨®n integrada por el Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento de Artajona, la empresa Calseg y el comit¨¦ de trabajadores, a la que la empresa ceder¨¢ la propiedad de la planta y los terrenos donde se asienta. El objetivo de la fundaci¨®n es atraer nuevos proyectos empresariales, con la ayuda de la consultora especializada en recolocaci¨®n MOA.
Para evitar sobresaltos, el comit¨¦ de empresa no se ha olvidado de ning¨²n detalle. MOA tiene un a?o de plazo para ofertar nuevos empleos con tres condiciones: contrato indefinido, un salario m¨ªnimo bruto anual de 2,2 millones de pesetas y estar ubicado a menos de 35 kil¨®metros del domicilio del trabajador. La Fundaci¨®n Artajona supervisar¨¢ los proyectos empresariales que MOA ofrezca para la planta de Calseg, que ha puesto como condici¨®n tener opci¨®n preferente de decisi¨®n si alg¨²n fabricante de calzado se muestra interesada en instalarse.
Pasados seis meses, que empezaron a contar el 31 de octubre, los trabajadores que no est¨¦n recolocados recibir¨¢n de Calseg una compensaci¨®n al subsidio de desempleo hasta el 100% de su salario durante un a?o (el subsidio de paro es del 70% del sueldo en los seis primeros meses y del 60% en los seis siguientes). Adem¨¢s, si transcurrido un a?o los trabajadores que se han acogido al plan de recolocaci¨®n siguen sin un nuevo empleo, Calseg se ha comprometido a pagarles la misma indemnizaci¨®n que han cobrado los trabajadores que optaron por mayores indemnizaciones sin recolocaci¨®n. El Grupo Jallatte, propietario de Calseg y que preside Jean Paul Poilet, pagar¨¢, adem¨¢s de los honorarios de MOA, 300.000 pesetas a la Fundaci¨®n Artajona por cada nuevo puesto de trabajo que se cree en la comarca dentro del proceso de reindustrializaci¨®n que lleva la consultor¨ªa MOA, explican desde UGT.
Pese a estas condiciones, s¨®lo 55 de los 142 trabajadores de Calseg han elegido el plan de recolocaci¨®n, una medida que, aunque es obligatoria por ley en Francia para las empresas que cierran con beneficios -Calseg Navarra cerr¨® 2000 con unos beneficios de casi 100 millones de pesetas-, en Espa?a est¨¢ poco extendida y suscita, de entrada, recelo e incredulidad.
'La reacci¨®n m¨¢s normal es el escepticismo de trabajadores y empresarios porque ¨¦ste es un enfoque que rompe moldes, pero que funciona', asegura Juan Luis Goujon, consejero delegado de MOA, que consigui¨® el a?o pasado un plazo medio de recolocaci¨®n de cuatro meses. La de Artajona es la segunda intervenci¨®n importante de esta consultora en Navarra, ya que se encarg¨® de ejecutar un plan de recolocaci¨®n de los trabajadores afectados por el cierre de la f¨¢brica de Danone en La Ulzama, donde ha conseguido crear 420 puestos de trabajo, m¨¢s del doble de los que empleaba el gigante de la alimentaci¨®n en este valle navarro.
Restricciones a los cierres de empresas con beneficios
Juan Luis Goujon, consejero delegado de MOA, que lidera tambi¨¦n la recolocaci¨®n de los 4.200 trabajadores afectados por el cierre de ocho plantas de Altadis, reclama a las autoridades que se replanteen 'el gasto activo y pasivo del desempleo; aqu¨ª tienes que estar en situaci¨®n terminal, ser un parado de larga duraci¨®n para tener ayudas'. En opini¨®n de Goujon, Espa?a deber¨ªa tomar ejemplo de otros pa¨ªses europeos. Mientras en Holanda el Gobierno devuelve a las empresas el dinero gastado en la reubicaci¨®n laboral de los trabajadores, una ley francesa obliga a las grandes empresas con beneficios a elaborar un plan de recolocaci¨®n y a mantener la riqueza industrial de la zona. Hacia el norte europeo mira tambi¨¦n Jos¨¦ Carlos Ruiz, de UGT-Navarra, quien reclama al Gobierno de Aznar 'que ponga cortapisas a las decisiones de cierre de empresas con beneficios buscando el abaratamiento de costes, como en este caso'. Aunque Calseg financiar¨¢ un plan de recolocaci¨®n, Ruiz no olvida que Artajona ya no producir¨¢ zapatos de seguridad porque los trabajadores tunecinos salen m¨¢s baratos.
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