Thom Fitzgerald da con 'Wolfgirl' una vuelta al mito del hombre-lobo
Thom Fitzgerald compite hoy en la secci¨®n de largometrajes de la XII Semana de Cine Fant¨¢stico y de Terror de San Sebasti¨¢n con Wolfgirl, la mujer-lobo, una cinta que se estrenar¨¢ en 2002 en las pantallas espa?olas. La suya no es una revisi¨®n convencional de este personaje del g¨¦nero; es una vuelta de tuerca al mito, en parte musical, que dispara adem¨¢s sus dardos contra una sociedad obsesionada por la est¨¦tica.
Wolfgirl, la tercera pel¨ªcula del cineasta canadiense, cuenta el drama de una adolescente que naci¨® con todo su cuerpo cubierto de pelo. Su madre, primero amenazada y despu¨¦s asesinada por haber engendrado a un monstruo, se vio obligada a abandonarla en el tablado de un circo ambulante. Creci¨® expuesta, como un mono de feria, al desprecio del p¨²blico, igual que sus compa?eros, personas con malformaciones f¨ªsicas. Pero un d¨ªa crey¨® encontrar la soluci¨®n a sus tormentos cuando conoci¨® a un joven cuya madre investigaba un medicamento contra el vello. Lo prob¨® y comenz¨® a tener problemas psicol¨®gicos de consecuencias terribles. Pese a todo, el autor afirm¨® ayer: 'Creo que Wolfgirl es m¨¢s un cuento de hadas que una pel¨ªcula de horror, porque no hay un n¨²mero muy grande de cad¨¢veres y tiene una docena de espect¨¢culos musicales'.
Fitzgerald, autor de The hanging garden y Beefcake, obvia en esta pel¨ªcula las posibilidades que ofrecen hoy las nuevas tecnolog¨ªas. Todos sus personajes, salvo la protagonista -hombres sin piernas o con otras taras f¨ªsicas-, son reales. 'Para m¨ª fue una oportunidad conocer a estas personas bellas y maravillosas, que ahora son amigos'. El cineasta tuvo que trasladarse a Ruman¨ªa para dar con los personajes de la pel¨ªcula. Porque s¨®lo en naciones como esta, dijo ayer, vive gente con estas taras. 'En pa¨ªses como Estados Unidos, simplemente, no llegan a nacer'.
La censura estadounidense
La pel¨ªcula est¨¢ ambientada en un a?o indeterminado, pero en cualquier caso antes de 1950. Porque fue entonces cuando se prohibieron en Estados Unidos los espect¨¢culos de este tipo. Wolfgirl, una cr¨ªtica feroz del culto al cuerpo, fue una v¨ªa de escape para los actores y supuso un receso en su vida como mendigos, seg¨²n explic¨® el cineasta. La experiencia le marc¨® tanto que ya tiene entre manos un nuevo proyecto, Perros salvajes, que ceder¨¢ tambi¨¦n el protagonismo a personas con taras f¨ªsicas.
Wolfgirl sit¨²a a los personajes en un ambiente s¨®rdido y de violencia. Sin embargo, no fue esto lo que llam¨® la atenci¨®n de los censores estadounidenses. El director se vio obligado a suprimir en la versi¨®n americana de la pel¨ªcula varias escenas de sexo, entre ellas, la que protagonizan una mujer y un hombre sin piernas. 'Por lo visto resultaban inquietantes para el p¨²blico. As¨ª que, para completar el metraje del filme, incluimos otro asesinato, que parece inquietar menos a la audiencia americana', explic¨®.
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