Limpiando el horizonte
Refugios, carreteras y otros elementos artificiales ser¨¢n retirados de Sierra Nevada
El Parque Nacional de Sierra Nevada re¨²ne un buen n¨²mero de elementos que lo convierten en uno de los espacios naturales m¨¢s valiosos de Europa. Los paisajes de alta monta?a son una de las joyas m¨¢s preciadas de este espacio protegido y, sin embargo, algunos de ellos han sufrido profundas transformaciones que han deteriorado su primitiva fisonom¨ªa. El pasado verano, los responsables del parque iniciaron un programa de restauraci¨®n paisaj¨ªstica para eliminar algunas de las infraestructuras y construcciones que ensucian el horizonte de este macizo.
El simple goce que produce la contemplaci¨®n de un paisaje hermoso fue el criterio que anim¨® a los primeros conservacionistas espa?oles, influidos por las corrientes rom¨¢nticas que defend¨ªan la est¨¦tica de lo grandioso. Y en la naturaleza, estas ideas encontraban su mejor expresi¨®n en la monta?a, salpicada de valles y lagos que se asemejan a im¨¢genes pict¨®ricas. As¨ª naci¨®, en 1918, el primer Parque Nacional del pa¨ªs, el de la Monta?a de Covadonga y de las Pe?as Santas.
Ya en la d¨¦cada de los 50 comienza una nueva etapa, que algunos han denominado biologista o naturalista, en la que se imponen los criterios ecol¨®gicos. Do?ana, declarada Parque Nacional en 1969, marca el inicio de este periodo, que, sin dejar de incorporar razonamientos cada vez m¨¢s sutiles, se ha prolongado hasta nuestros d¨ªas. Sin embargo, el valor del paisaje, relegado durante un tiempo, vuelve ahora a reclamarse como uno de los valores m¨¢s preciados de un espacio natural.
El macizo de Sierra Nevada, declarado parque nacional en 1999, destaca, sobre todo, por su elevada biodiversidad, particularmente llamativa en lo que se refiere a la vegetaci¨®n exclusiva de este territorio. Aqu¨ª se encuentra la mejor representaci¨®n de la alta monta?a mediterr¨¢nea, donde conviven un amplio abanico de ecosistemasAunque exist¨ªa un amplio consenso en torno a este tipo de actuaciones, que desde hace tiempo ven¨ªan reclamando destacados especialistas de la universidad granadina, la Estaci¨®n de Esqu¨ª y la agrupaci¨®n de comerciantes de la misma no se han mostrado favorables a este plan de restauraci¨®n.
A¨²n as¨ª, los responsables del parque est¨¢n convencidos de que el proyecto servir¨¢, precisamente, para potenciar el principal recurso de este espacio, aquel que lo hace atractivo para los visitantes, que no es otro que el paisaje virgen de alta monta?a. 'Es un ejercicio de moderaci¨®n, de civismo y generosidad que obedece no s¨®lo a argumentos ambientales sino, m¨¢s profundamente, a razones ¨¦ticas y culturales', explica S¨¢nchez. 'Al fin y al cabo', contin¨²a, 'la calma, la contemplaci¨®n del paisaje natural, el sentimiento que provocan los lugares grandiosos, son tambi¨¦n necesidades humanas'.
En esta primera fase, se invertir¨¢n algo m¨¢s de 46 millones de pesetas, y en ella colaboran la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas, la Universidad de Granada y el Ministerio de Fomento.
Comentarios y sugerencias a prop¨®sito de Cr¨®nica en verde pueden remitirse al e-mail: sandoval@arrakis.es
Comentarios y sugerencias a prop¨®sito de Cr¨®nica en verde pueden remitirse al e-mail: sandoval@arrakis.es
La batalla de los monta?eros
En Granada, la protecci¨®n de los excepcionales valores naturales de Sierra Nevada es una vieja reivindicaci¨®n. Ya en 1929, algunos diarios locales, como El Defensor de Granada, se hac¨ªan eco de las primeras iniciativas orientadas a declarar como parque nacional el macizo, esgrimiendo, entre otros argumentos, 'el derecho al paisaje' de todos los granadinos. Particularmente activos en esta demanda fueron y lo siguen siendo, los monta?eros. La Alpinista Granadina fue precursora, en 1930, de este tipo de campa?as. En fechas mucho m¨¢s recientes, la Federaci¨®n Andaluza de Monta?ismo ha liderado importantes movilizaciones sociales para evitar todo tipo de agresiones en Sierra Nevada. De esta manera se consigui¨® modificar la ubicaci¨®n, inicialmente prevista en la cumbre del Veleta, del Instituto de Radioastronom¨ªa Milim¨¦trica, que termin¨® instal¨¢ndose en la Loma de D¨ªlar. Algo parecido ocurri¨® con el pol¨¦mico radar militar proyectado en la cumbre del Mulhac¨¦n, proyecto que abandon¨® el Ministerio de Defensa vista la radical oposici¨®n que motiv¨®. Aunque la ley de declaraci¨®n del Parque Nacional de Sierra Nevada no se public¨® hasta el 11 de enero de 1999, la Administraci¨®n andaluza ya hab¨ªa adoptado con anterioridad algunas medidas orientadas a proteger la zona m¨¢s valiosa de este macizo. As¨ª, en 1997 se desmantel¨® el refugio de R¨ªo Seco, y un a?o despu¨¦s se inici¨® el control de accesos en la carretera a la zona de cumbres. Al objeto de facilitar las visitas al techo del parque nacional, sin causar interferencias en sus fr¨¢giles ecosistemas, se dispone de un servicio de interpretaci¨®n ambiental de altas cumbres, que ofrece un recorrido guiado en microb¨²s. El trayecto discurre desde la Hoya del Portillo hasta el Collado del Cascajar Negro, adem¨¢s de una conexi¨®n que llega hasta Capileira.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.