Un nuevo presidente y dos viejos caudillos

El Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y el Frente Sandinista de Liberaci¨®n Nacional (FSLN) se repartieron la mayor¨ªa de los 90 esca?os a la Asamblea Nacional, cuyos titulares figuraban en listas elaboradas por amanuenses de Alem¨¢n y Ortega. La gobernabilidad de Nicaragua no ser¨¢ f¨¢cil si Bola?os no se pliega a las ambiciones o directrices de esos dos caudillos, cuyo poder pol¨ªtico perdura en el Parlamento. El Partido Conservador, con una m¨ªnima presencia, es la tercera fuerza en el hemiciclo.

Los pron¨®sticos del analista Alejandro Valenzuela, ex presidente de la Corte Suprema de Justicia, son inquietantes. 'El objetivo fundamental de Alem¨¢n, que intentar¨¢ convencer a Ortega, es forzar una Asamblea Constituyente en el plazo de dos a?os'. De conseguirlo, el mandato de Bola?os se reducir¨ªa de cinco a dos a?os. 'Entonces, el presidente, con una nueva Constituci¨®n, y sin el impedimento de la no reelecci¨®n presidencial, podr¨ªa presentarse de nuevo'.

Enrique Bola?os, ingeniero industrial, que nada dijo cuando arreciaban las denuncias contra Alem¨¢n por enriquecimiento il¨ªcito, hereda una correlaci¨®n de fuerzas que tratar¨¢ de revertir a su favor, y una naci¨®n con m¨¢s obras p¨²blicas, pero todav¨ªa en cuidados intensivos. Imparables el populismo y la demagogia en Am¨¦rica Latina, Bola?os prometi¨® metas imposibles de cumplir con un erario en los huesos, entre ellas quioscos tecnol¨®gicos, carreteras, miles de viviendas, y aumentos salariales. 'No hay de d¨®nde pagarlos', se?alan los economistas.

Ortega, mientras tanto, se apresta a recibir las cr¨ªticas de los sectores de su partido convencidos de que sin una renovaci¨®n a fondo, sin el alejamiento de la escena pol¨ªtica de los comandantes que dirigieron los a?os m¨¢s duros y entraron en colisi¨®n frontal con Washington, nunca podr¨¢n conseguir la presidencia.