Hiperactividad, el trastorno del 'ni?o dif¨ªcil'
El fracaso escolar es una de las primeras consecuencias de un cuadro que afecta a m¨¢s del 4% de los alumnos
La etiqueta de ni?o dif¨ªcil es un pasaporte al fracaso escolar, pero tiene poca utilidad para abordar el problema que subyace. En muchos casos, lo que se esconde tras esta etiqueta es un ni?o con problemas de atenci¨®n e hiperactividad, un trastorno poco y mal diagnosticado que, sin embargo, afecta a un porcentaje importante de escolares: entre un 4% y un 12%. Son ni?os generalmente molestos, desobedientes y agresivos, y pueden tener bajo rendimiento acad¨¦mico, problemas para relacionarse con la familia y los compa?eros y otras alteraciones de comportamiento. Casi el 50% de ellos presenta problemas de relaci¨®n social.
Un estudio epidemiol¨®gico espa?ol, dirigido por Jos¨¦ Ram¨®n Guti¨¦rrez Casares, de la unidad de Psiquiatr¨ªa Infantil del hospital Infanta Cristina, de Badajoz, ha constatado que de los ni?os tratados en psiquiatr¨ªa, un 3,7% padece un trastorno hipercin¨¦tico o por d¨¦ficit de atenci¨®n con hiperactividad (TDAH), como se denomina t¨¦cnicamente.
Las causas no son bien conocidas, pero afecta tres veces m¨¢s a los ni?os que a las ni?as
Los profesores han de saber c¨®mo se manejan estos ni?os para facilitar su integraci¨®n
Pero una cosa es disponer de una etiqueta diagn¨®stica y otra acertar con el diagn¨®stico de un ni?o concreto, que es el primer paso para su adecuado tratamiento. La hiperactividad es un trastorno cr¨®nico que requiere la acci¨®n coordinada de m¨¦dicos y psic¨®logos, la familia y el colegio, como indica la Academia Americana de Pediatr¨ªa (AAP) en unas nuevas pautas que acaba de publicar en Pediatrics para el manejo de este trastorno.
Sus causas no son todav¨ªa suficientemente conocidas. Se sabe que influyen factores biol¨®gicos, psicol¨®gicos y sociales y que afecta tres veces m¨¢s a los ni?os que a las ni?as. Entre los principales factores biol¨®gicos se encuentran los gen¨¦ticos y los que afectan a la estructura cerebral. Tambi¨¦n se observan menores niveles de flujo sangu¨ªneo, de consumo de glucosa y de actividad en los l¨®bulos frontales cerebrales.
Angel Cantero, funcionario de 36 a?os, padre de hijo hipercin¨¦tico y vocal de Calma, una de las asociaciones espa?olas m¨¢s j¨®venes para la ayuda a ni?os afectados por este trastorno, asegura que ya desde los primeros a?os de vida su hijo era conflictivo. 'Empez¨® a andar a los ocho meses, era muy inquieto, amanec¨ªa con la cabeza en los pies de la cama y no paraba de hablar. En el colegio continuamente ten¨ªamos reuniones con los profesores y a los 12 a?os ten¨ªa dos expedientes de expulsi¨®n de colegio, hecho que, felizmente, no se lleg¨® a producir. Ha sido un calvario para la familia hasta que fue diagnosticado. Su madre sigue con tratamiento psicol¨®gico'.
En la misma l¨ªnea se manifiesta Julio de Planas, psicopedagogo de la Asociaci¨®n para el Estudio y Tratamiento del D¨¦ficit de Atenci¨®n (Ateda), que surgi¨® en 1993 e incluye a unas 300 familias espa?olas. 'Los padres vienen angustiados y desorientados', dice, 'y generalmente, al padre le cuesta mucho aceptar la realidad e incluso variar las conductas hacia su hijo, por lo que la madre tiene que llevar todo el peso. Nuestra misi¨®n consiste en equilibrar esta balanza, reducir la carga de angustia de la familia y ofrecer soluciones a corto plazo para que asuman el problema y sepan que los s¨ªntomas, el fracaso escolar y la autoestima se pueden regular y controlar'.
Seg¨²n Guti¨¦rrez Casares, en el diagn¨®stico de este trastorno deben tenerse en cuenta los criterios establecidos por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y la Asociaci¨®n Americana de Psicolog¨ªa sobre trastornos mentales, adem¨¢s de analizar los mecanismo de producci¨®n de la conducta an¨®mala del ni?o y de valorar las circunstancias familiares y sociales de cada caso concreto.
'El abordaje de esta patolog¨ªa debe realizarse con la combinaci¨®n de dos tratamientos: el conductivo, que busca la modificaci¨®n de la conducta del ni?o a trav¨¦s de la educaci¨®n, la familia y la escuela, y el farmacol¨®gico', afirma el profesor Rafael Garc¨ªa ?lvarez, de la Universidad Aut¨®noma de Santo Domingo (Rep¨²blica Dominicana), que partcicip¨® en el reciente Congreso Internacional de Psiquiatr¨ªa en Madrid.
En el tratamiento conductivo, a juicio de Garc¨ªa ?lvarez, el experto tiene que dirigir sus esfuerzos para resolver el problema cognitivo y centrarse en el proceso del pensamiento, aumentando la autoestima del peque?o y haci¨¦ndole comprender que no es un ni?o vago y que existen unas reglas que hay que aceptar.
Seg¨²n este especialista, los profesores han de estar informados del manejo de estos ni?os para as¨ª facilitar su aprendizaje y su integraci¨®n con el resto de los alumnos. Entre las medidas que se suelen adoptar se encuentran ¨¦stas: ayudar al ni?o para que consiga acabar las tareas, hacerle escribir las consecuencias de una mala conducta antes de recriminarle, permitir que muestre sus habilidades delante de sus compa?eros, proporcionarle un ambiente tranquilo y, si existiera en una misma aula m¨¢s de un ni?o con hipertensi¨®n, separarlos.
La educaci¨®n familiar es el tercer pilar, y su objetivo principal es fomentar la comunicaci¨®n entre los padres y el peque?o. La familia, coordinada con el m¨¦dico y los profesores, debe adoptar t¨¦cnicas que le permitan mantener una posici¨®n flexible aunque no permisiva, sobre todo en ¨¦pocas de ex¨¢menes. Los mejores resultados se obtienen advirtiendo y razonando con el peque?o antes de realizar una orden directa.
Los medicamentos m¨¢s utilizados son los psicoestimulantes, para mejorar la atenci¨®n y la memoria a corto plazo. 'El tratamiento farmacol¨®gico suele dar buenos resultados cuando se administra a una edad temprana en la que todav¨ªa se manifiesta poca ansiedad y los s¨ªntomas no son muy severos. Sin embargo, hay que ser muy cauto y no se debe utilizar de forma indiscriminada', advierte Garc¨ªa ?lvarez.
El peso de la figura paterna
El papel de la familia en el abordaje de la hipeactividad es determinante para su evoluci¨®n y es muy importante que ambos padres se impliquen en el proceso. 'Aunque la madre es la que generalmente toma la iniciativa en muchos aspectos y suele acompa?ar al ni?o a la consulta psiqui¨¢trica, la presencia de la figura paterna es esencial, ya que el padre le transmite seguridad y seriedad, que a su vez se reflejar¨¢ positivamente en el comportamiento del ni?o', declara el profesor Francisco Javier Quintero Lumbreras, de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares (Madrid). Este profesor aporta los datos de un an¨¢lisis realizado a ni?os madrile?os entre julio de 1999 y junio de 2001, sobre un total de 7.448 visitas a consulta, en el que se recogieron datos anualmente. El estudio mostr¨® que el 48% de los ni?os iba acompa?ados por la madre; el 23% por el padre y la madre; el 12% por el padre; el 13% iba solos y el 4% acompa?ados por otras personas. Con respecto a los primeros datos, recogidos en junio de 2000, se observa que el porcentaje de los ni?os acompa?ados s¨®lo por la madre ha disminuido y ha aumentado el de los que van con ambos progenitores y el de los que acuden a la consulta con el padre.
Nuevas recomendaciones
La Academia Americana de Pediatr¨ªa (AAP) acaba de publicar unas nuevas pautas para tratar el trastorno por d¨¦ficit de atenci¨®n con hiperactividad (TDAH). Entre otras cosas, preconiza establecer un programa que reconozca que la hiperactividad es una afecci¨®n cr¨®nica, que implica la necesidad de educar sobre este trastorno a todo el entorno del peque?o y establecer sistemas de seguimiento continuado, donde los objetivos est¨¦n en funci¨®n de los problemas espec¨ªficos de cada ni?o. En Espa?a, el diagn¨®stico y tratamiento por el especialista (neur¨®logo, psic¨®logo o psiquiatra) presenta todav¨ªa importantes deficiencias y el ¨¦xito de los tratamientos depende de la formaci¨®n del pediatra y de la organizaci¨®n escolar. 'Los pediatras que estamos preocupados por este asunto seguimos, en general, las recomendaciones americanas. En nuestro centro hemos conseguido coordinar unas pautas de actuaci¨®n conjunta entre pediatras y psicopedagogos. Nosotros realizamos la exploraci¨®n pedi¨¢trica y los psicopedagogos eval¨²an el comportamiento del ni?o en el colegio', afirma Mercedes Reimundo, pediatra del centro de salud La Paz, de Badajoz.
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