Un campo abarrotado en un pueblo vac¨ªo
El Marino-Deportivo, de Copa, convoca hoy a tantos espectadores como habitantes tiene el costero pueblo asturiano de Luanco
Antes de seguir su festival por los mejores campos de Inglaterra, Italia y Alemania, el Depor tiene hoy una cita en Luanco, un peque?o pueblo costero asturiano que vibra con su equipo. El Marino, fundado en 1931, llega al partido m¨¢s atractivo de su historia en su mejor momento, l¨ªder invicto del grupo I de Segunda B, como continuidad de una temporada en la que logr¨® los cuatro t¨ªtulos que disput¨®.
Tanto ¨¦xito no tendr¨ªa nada de particular si Luanco, casi equidistante de Avil¨¦s y Gij¨®n, no fuese un pueblo de poco m¨¢s de 5.000 habitantes, el Marino no tuviese m¨¢s de 750 socios y un presupuesto que no alcanza los 50 millones.
La ¨¦poca de prosperidad del Marino coincide con la presidencia de Luis Gallego, un empresario que desde 1989 se empe?¨® en hacer del club un modelo de gesti¨®n. Doce a?os despu¨¦s recibe el reconocimiento general, coincidiendo con el declive de los dos grandes de la regi¨®n, hermanados en la Segunda y en la quiebra econ¨®mica. Gallego, que presume de dedicarle m¨¢s tiempo al Marino que a su empresa sin cobrar un duro, es un todoterreno, que anda por la vida sin reloj ni tel¨¦fono m¨®vil y huye de los palcos. Hace unas semanas, en un partido con el Sporting B en Mareo, no dud¨® en bajar de la grada para mediar en una pelea entre seguidores de los dos equipos.
Pese a los espectaculares resultados, tanto el presidente como su entrenador, el temperamental Roberto Robles, insisten en que el objetivo es alcanzar los 46 puntos que delimitan la permanencia. La afici¨®n, ajena a tanta prudencia, se dispone a disfrutar con la visita del Deportivo, hasta el punto de bromear presentando el partido como el choque de los dos equipos m¨¢s en forma de Europa. Luis Gallego aprovech¨® el emparejamiento copero para instalar luz artificial en Miramar, un campo con un aforo de unas 3.000 personas que hoy podr¨ªa albergar a 5.300 gracias a la instalaci¨®n de dos gradas supletorias.
El cuento de hadas del Marino tambi¨¦n tiene puntos negros, sobre todo por la falta de instalaciones para entrenar. El c¨¦sped de Miramar es una alfombra gracias a las restricciones de su uso, lo que obliga al primer equipo y a las categor¨ªas inferiores a entrenarse en una explanada de tierra que sirve de aparcamiento los domingos. Una nueva heroicidad del Marino, con la posibilidad de que otro grande pase por Luanco, aparece como la ¨²nica opci¨®n para comprar unos terrenos dignos para trabajar.
Al margen de lo invertido en el alumbrado y en instalaciones complementarias para el partido, buena parte de la recaudaci¨®n de esta noche ir¨¢ para unos jugadores que en el mejor de los casos cobran cuarenta mil duros al mes. Entre ellos est¨¢ Ferm¨ªn, el ¨²nico de la plantilla que sabore¨® la Primera. Fue a comienzos de los 90 en el Oviedo de... Javier Irureta.
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