Chifladuras de altura del profesor despistado
'?SABES QU? ES ESTO? Goma voladora. ?Es flubber!'. Ni m¨¢s ni menos que una revolucionaria sustancia fabricada por el profesor Phil Brainard (Robin Williams), estereotipo del cient¨ªfico despistado capaz de olvidarse incluso de asistir a su propia boda. Gracias a ella salvar¨¢ de la bancarrota al Medfield College donde trabaja. Se trata del filme Flubber y el profesor chiflado (1997), una versi¨®n inferior a la del cl¨¢sico, tambi¨¦n de la Disney, Un sabio en las nubes (1961).
Flubber (palabra formada por fly -volar, en ingl¨¦s- y rubber -goma-) es un compuesto sorprendente: un 'elast¨®mero' (pol¨ªmero sint¨¦tico que presenta propiedades el¨¢sticas), moldeable y d¨²ctil con 'una inercia incre¨ªble'. Untado en las suelas de las zapatillas de los jugadores del equipo de baloncesto de la escuela proporciona alas a los jugadores, que con saltos y piruetas fant¨¢sticas acaban venciendo por primera vez a sus eternos rivales. Cualquier pelota o bola que contenga esta sustancia puede efectuar rebotes que alcanzan alturas inimaginables. En resumen, flubber es una gelatina verdosa de propiedades el¨¢sticas imposibles que viola los principios f¨ªsicos m¨¢s elementales.
Cuando una pelota choca con el suelo o es golpeada por una raqueta o un bate, sufre una deformaci¨®n debida a las grandes fuerzas presentes durante los breves instantes que dura el contacto. Cuando se separa del suelo o del instrumento que la golpea, vuelve a recuperar su forma original y convierte la energ¨ªa potencial el¨¢stica de la deformaci¨®n en energ¨ªa cin¨¦tica. Por este motivo, resulta mucho m¨¢s efectivo botar una pelota de goma, con una gran elasticidad, que una bola de acero, que posee una menor elasticidad.
El coeficiente de restituci¨®n es una medida de la elasticidad de una colisi¨®n y se determina dividiendo las velocidades relativas con las que se acercan y se alejan entre s¨ª despu¨¦s del choque de los objetos involucrados (dos bolas de billar, una pelota y el suelo). Este coeficiente sirve para caracterizar, desde el punto de vista el¨¢stico, los choques: en una colisi¨®n el¨¢stica, su valor es 1, lo cual significa que la pelota que rebota en el suelo asciende hasta la misma altura desde la que se dej¨® caer. El coeficiente de restituci¨®n vale 0, en el caso extremo, es decir, cuando la pelota que cae (una bola de plastelina, por ejemplo) no rebota en el suelo sino que se queda en ¨¦l (choque perfectamente inel¨¢stico).
En general, las colisiones reales no son plenamente el¨¢sticas. Pero, en todos los casos, la bola en cuesti¨®n que rebota en el suelo nunca sube m¨¢s arriba del lugar desde donde se dej¨® caer. Con la excepci¨®n de que se lance con una cierta velocidad inicial hacia el suelo (?recuerdan aquellas superbolas de juguete?), lo cual no es el caso en las supuestas proezas de flubber.
Pero, a¨²n hay m¨¢s. Flubber es, en palabras del atolondrado profesor y cient¨ªfico Phil Brainard, 'un compuesto metaestable, le aplicas energ¨ªa y genera m¨¢s energ¨ªa'. ?Bonito sistema para obtener un rendimiento energ¨¦tico superior al 100% y eliminar de un plumazo el segundo principio de la termodin¨¢mica!
Y, por ¨²ltimo, ?c¨®mo dome?ar una sustancia como ¨¦sta que parece dotada de vida propia? Pues, nada, como 'la radiaci¨®n gamma controla los movimientos de flubber' bastan unos peque?os arreglos en el garaje de casa para fabricar un motor y convertir un autom¨®vil en un veh¨ªculo, aparte de radiactivo y peligroso, volador. Un buen invento, s¨ª se?or: corro a comprar un potecito de esos con gelatina verde a ver si con un poco de ma?a consigo prescindir de la dependencia de la gasolina...
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