Bingo del Bar?a

El Bar?a ha cerrado con ¨¦xito su amago de crisis: sale m¨¢s fortalecido que nadie de la jornada de Liga, que se cobr¨® v¨ªctimas de primer orden. El Madrid regres¨® en Zaragoza a su peor versi¨®n, el Depor sali¨® derrotado de Tenerife y el Celta no sale del agujero.

Despu¨¦s de combinar un juego atractivo con una notable mejor¨ªa defensiva, al equipo gallego le ha atropellado un cami¨®n. Le elimin¨® de la Copa de la UEFA un desconocido checo y fue arrollado por Las Palmas. Ayer desperdici¨® una ventaja de dos goles frente al Athletic, que marc¨® tres tantos en Bala¨ªdos en los ¨²ltimos siete minutos. Para a?adir buenas noticias al Bar?a, el Valencia empat¨® en Pamplona y ya se sabe que ahora un empate es bastante parecido a una derrota.

Al Bar?a se le juzg¨® con demasiada dureza por su derrota en el Bernab¨¦u. Le falt¨® remate, pero tuvo coraje. Le jug¨® al Madrid en su campo con la firmeza que se espera de los equipos grandes. Su plan fue mejor que su f¨²tbol. La derrota en Figueres a?adi¨® el combustible para elevar a la categor¨ªa de crisis lo que es ley en la Copa: cualquiera est¨¢ expuesto al sopapo contra cualquiera. En Espa?a y en todos los pa¨ªses donde se disputa a un partido y en casa del d¨¦bil.

Es probable que la eliminaci¨®n de la Copa suponga un beneficio para el equipo azulgrana. Inmerso hasta el cuello en la pugna por la Liga y en un complicad¨ªsimo grupo en la Liga de Campeones, lo que menos necesita el Bar?a son distracciones. Para empezar, ayer gole¨® al Valladolid (4-0) y se coloc¨® a un punto del Deportivo. Figueres est¨¢ en el olvido.

El Madrid sufri¨® una aver¨ªa considerable en Zaragoza, donde Acu?a gan¨® el partido con un golazo en el ¨²ltimo minuto. Todos los s¨ªntomas de su recuperaci¨®n quedaron borrados por una derrota que le devuelve a una zona inc¨®moda. Por supuesto, el t¨ªtulo no es ninguna quimera, pero la desconfianza se instala de nuevo en el equipo, que regres¨® a sus peores vicios, con un f¨²tbol sin vuelo.

Fue una jornada protagonizada por los porteros. Argens¨®, del Espanyol, recordar¨¢ siempre Mendizorroza. Fue sancionado con un penalti y expulsado cuando ten¨ªa el bal¨®n en sus manos. Contest¨® con un principio de empuj¨®n a T¨¦llez, que le hab¨ªa arrollado, y se encontr¨® con uno de esos ¨¢rbitros que arrollan con el reglamento. El caso de Toni, del Atl¨¦tico, fue diferente. Se comi¨® un gol y se meti¨® inexplicablemente otro, una jugada de las que marcan. Y de su atormentada trayectoria en el Atl¨¦tico ya hab¨ªa bastantes s¨ªntomas.