Schr?der se retirar¨¢ si el Parlamento no aprueba el env¨ªo de tropas a Afganist¨¢n

La coalici¨®n entre socialdem¨®cratas y verdes alemanes que rige los destinos alemanes corre peligro de convertirse en el primer Gobierno occidental que cae debido a la crisis internacional desatada por los atentados del 11 de septiembre. Enfrentado a un peque?o grupo de parlamentarios, sobre todo ecologistas, que con su rechazo a la participaci¨®n alemana en la guerra ponen en entredicho la mayor¨ªa gubernamental en el Parlamento, el canciller Gerhard Schr?der recurri¨® ayer a un verdadero mazo pol¨ªtico: vincular, en una ¨²nica votaci¨®n, la aprobaci¨®n del env¨ªo de tropas a una moci¨®n de confianza.

El canciller pondr¨¢ el viernes a los parlamentarios socialdem¨®cratas y verdes ante una dr¨¢stica disyuntiva: apoyar el env¨ªo de soldados o tumbar el Gobierno. Ante un centenar de periodistas congregados en el Reichstag, sede del Parlamento alem¨¢n, para cubrir la mayor crisis de la coalici¨®n rojiverde en sus tres a?os de gesti¨®n, Schr?der manifest¨® que con esa vinculaci¨®n pretende subrayar la importancia pol¨ªtica que tiene la participaci¨®n de hasta 3.900 soldados alemanes en los operativos antiterroristas.

'?l lo interpretar¨¢ como pragmatismo pol¨ªtico, pero para m¨ª es un chantaje', sostuvo, indignado, Winfried Hermann, uno de los ocho parlamentarios verdes que el fin de semana hab¨ªan anunciado su rechazo a las operaciones militares para combatir al terrorismo.

En principio, casi todos los verdes desean permanecer en el Gobierno. En contraste con Hermann, quien adelant¨® que no renunciar¨¢ a su derecho constitucional a obedecer tan s¨®lo a su propia conciencia a la hora de votar, la fuerte presi¨®n ejercida por Schr?der desde ayer mismo pareci¨® surtir efecto en las filas socialdem¨®cratas, cuyos parlamentarios ovacionaron de pie a su canciller y prometieron que, bajo estas circunstancias y al contrario de lo que se preve¨ªa, votar¨¢n un¨¢nimemente a favor del env¨ªo de tropas.

Hasta el mismo fin de semana, Schr?der hab¨ªa restado importancia a la cuesti¨®n de si el Gobierno obtendr¨ªa o no la mayor¨ªa absoluta en la votaci¨®n sobre las operaciones militares, originalmente prevista para el jueves. Las fuertes cr¨ªticas a la posibilidad de que la aprobaci¨®n de la propuesta quedase en manos de la oposici¨®n conservadora y liberal, favorable al env¨ªo de tropas, por lo visto, le hicieron cambiar de opini¨®n.

En una fren¨¦tica jornada de reuniones, Schr?der se dej¨® asesorar ayer por los hist¨®ricos l¨ªderes socialdem¨®cratas Hans-Jochen Vogel, ex presidente del Partido, y Helmut Schmidt, ex canciller. Ambos vivieron de cerca las dos ¨²ltimas mociones de confianza registradas en Alemania. En 1982, este mecanismo posibilit¨® el traspaso del poder entre Schmidt y el conservador Helmut Kohl.

En sendos encuentros con los parlamentarios socialdem¨®cratas y verdes, Schr?der dej¨® claro que quiere mantener la coalici¨®n rojiverde incluso m¨¢s all¨¢ del pr¨®ximo a?o, cuando habr¨¢ elecciones federales. No obstante, de no recabar el apoyo para la participaci¨®n alemana en la Operaci¨®n Libertad Duradera, el canciller podr¨ªa solicitar al presidente alem¨¢n, Johannes Rau, la convocatoria de elecciones anticipadas, seguir gobernando en minor¨ªa o dimitir. Tambi¨¦n tiene la posibilidad de gobernar con el Partido Liberal Democr¨¢tico (FDP).

Al vincular la votaci¨®n sobre los operativos militares a la moci¨®n de confianza, el canciller pierde el apoyo de los conservadores al env¨ªo de tropas. Su apuesta, por tanto, es muy arriesgada. Cuando asumi¨® el poder, en 1998, el Gobierno rojiverde a¨²n contaba con 10 votos m¨¢s que la mayor¨ªa absoluta en el Parlamento (335 de un total de 669 votos). Tras diversos cambios, la diferencia se ha reducido a 7 votos (334 de un total de 666). Dirigentes de Los Verdes se mostraron esperanzados ayer en que el avance de la Alianza del Norte en Afganist¨¢n haga cambiar de opini¨®n a los ocho parlamentarios que rechazan las operaciones militares.