Un cursillo de autoestima como condena
Un juez obliga a una chica que golpeaba a su madre a que mejore su afectividad y relaciones con quienes la rodean
Un juez de Barcelona ha condenado a una joven de 19 a?os que ha venido maltratando a su madre f¨ªsica y ps¨ªquicamente desde los 14 a que se someta de manera forzada a un programa educativo de relaciones personales, para mejorar su autoestima y la afectividad hacia las personas que la rodean. Mientras esta medida no surta efecto la joven deber¨¢ estar alejada de la madre.
Santiago Vidal, titular del Juzgado n¨²mero 3 de lo Penal de Barcelona, afirma en su sentencia que no hay duda de que Cristina J. R. cometi¨® un delito de malos tratos habituales f¨ªsicos y psicol¨®gicos contra su madre y otro de lesiones por romperle un dedo de un golpe. Por eso la condena a un a?o de c¨¢rcel y seis fines de semana de arresto, respectivamente, pero en la misma sentencia acuerda sustituir la pena por el curso de autoestima.
El origen de esta dura relaci¨®n arranca de cuando la joven ten¨ªa seis a?os y su padre la abandon¨®. A ella, a su madre y a su abuela. La chica dej¨® de estudiar a los 14 a?os y los psic¨®logos le diagnosticaron un trastorno de personalidad que se traduc¨ªa en bofetadas, golpes e insultos continuos hacia la madre. La situaci¨®n fue en aumento a partir de 1998 porque la madre le recrimin¨® a la hija su absoluta desidia en la limpieza y orden del hogar, y la mujer hubo de poner una cerradura en su habitaci¨®n para evitar males mayores.
Cuando la madre ya no pudo m¨¢s, denunci¨® a la hija y la ech¨® de casa. Los servicios sociales del Ayuntamiento de Badalona la ingresaron en un piso tutelado y ahora tiene trabajo. El juez rechaza que la chica indemnice a la madre por el da?o moral causado. 'El dolor que seguir¨¢ sufriendo una madre maltratada por su hija es inestimable en t¨¦rminos econ¨®micos', dice. 'Pero no lo es menos que id¨¦ntico dolor moral sufre al fin y al cabo la autora del delito, v¨ªctima a su vez de s¨ª misma', puntualiza el juez.
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