Dos presos huidos matan a un joven en Barcelona y violan a su novia

Actuaron sin piedad. Primero mataron a tiros a un joven y despu¨¦s violaron a su novia. El Cuerpo Nacional de Polic¨ªa identific¨® anoche a dos presos huidos de la c¨¢rcel de Lleida como los autores de la muerte de un joven de 23 a?os en la localidad de Cerdanyola del Vall¨¨s (Barcelona) y de la posterior violaci¨®n de su pareja, tambi¨¦n de 23. La chica pudo huir tras la agresi¨®n sexual y pedir ayuda. Unas huellas permitieron a la polic¨ªa identificar como autores del crimen a los dos presos fugitivos, que ya hirieron gravemente hace un mes a dos agentes de los Mossos d'Esquadra.

Los dos delincuentes a los que la polic¨ªa atribuye el crimen y la violaci¨®n son Manuel Brito Navarro, de 35 a?os, y Francisco Javier Picatoste Arnaldo, de 34. Seg¨²n la versi¨®n policial, el crimen se produjo entre las ocho y las nueve de la noche del mi¨¦rcoles, cuando la pareja se encontraba en el interior de un veh¨ªculo en una paraje solitario de la ermita de Sant Medir, en Cerdanyola del Vall¨¨s. Los dos novios se vieron sorprendidos por sus asaltantes, pero tuvieron tiempo de emprender la marcha. Sin embargo, en la escapada, uno de los agresores dispar¨® cinco tiros de un rev¨®lver contra el hombre, de 23 a?os, que conduc¨ªa el coche y cuya identidad no ha sido revelada.

A causa de los impactos de bala recibidos, el conductor perdi¨® el control y se estrell¨® contra un ¨¢rbol. El chico falleci¨® de forma instant¨¢nea y los dos delincuentes arrojaron su cad¨¢ver por un terrapl¨¦n cercano. Seguidamente, montaron en ese mismo veh¨ªculo, secuestraron a la chica y se la llevaron a una zona situada a tres kil¨®metros, a la altura del castillo de Sant Mar?al, en la carretera que conduce de Cerdanyola a Sant Cugat del Vall¨¨s. Como consecuencia del choque anterior, el veh¨ªculo se averi¨® y fue entonces cuando los dos asaltantes agredieron sexualmente a la chica y, probablemente, consumaron la violaci¨®n, aunque este extremo no ha sido confirmado debido al estado emocional de la v¨ªctima.

Atada con cinta aislante

Poco despu¨¦s, los dos agresores ataron a la muchacha con cinta aislante, la abandonaron y emprendieron la hu¨ªda. La joven pudo librarse de las ataduras y acudi¨® a pedir socorro a la primera casa que encontr¨®. Un vigilante jurado de una finca llam¨® a las 21.05 a la comisar¨ªa de polic¨ªa de Cerdanyola para repetir el dram¨¢tico relato que acababa de o¨ªr en boca de la muchacha. El trabajo de la polic¨ªa cient¨ªfica permiti¨® identificar despu¨¦s a los dos presos huidos como los supuestos autores del crimen y agresi¨®n sexual, ya que las huellas de ambos estaban en el veh¨ªculo, abandonado en Cerdanyola. La polic¨ªa mostr¨® las fotos de los dos fugitivos a la chica pero ¨¦sta no pudo identificarlos, ya que a¨²n se encontraba bajo un fuerte shock emocional.

Fuentes policiales explicaron ayer que, a la espera del informe de bal¨ªstica, es probable que el rev¨®lver empleado para cometer este crimen sea el mismo que utiliz¨® Francisco Javier Picatoste el pasado 14 de octubre a las puertas del hospital Arnau de Vilanova de Lleida. Ese d¨ªa, su compa?ero Manuel Brito se lesion¨® en la c¨¢rcel de Ponent de esa ciudad a fin de forzar su traslado a un centro hospitalario para ser curado de las heridas. Dos polic¨ªas auton¨®micos, uno de ellos en pr¨¢cticas, trasladaron a Brito al citado hospital y cuando ¨¦ste ya hab¨ªa sido atendido y sal¨ªa del centro custodiado por los agentes, Picatoste dispar¨® contra ellos por la espalda. Uno de ellos ha quedado tetrapl¨¦jico como consecuencia de los impactos de bala y otro sufri¨® la perforaci¨®n de uno de sus pulmones.

Brito estaba clasificado en segundo grado penitenciario y cumpl¨ªa una pena de m¨¢s de 30 a?os de c¨¢rcel impuesta en 1998 por la Audiencia de Barcelona por el homicidio de un ciudadano boliviano, al que le rob¨® las joyas en su domicilio. Por su parte, Picatoste cumpl¨ªa condena por varios robos con violencia e intimidaci¨®n y se encontraba en r¨¦gimen abierto. Aprovechando un permiso carcelario, ya no volvi¨® prisi¨®n.