Pamen Pereira funde en una muestra en San Sebasti¨¢n su obra y su vida

Pamen Pereira es una artista empe?ada en romper fronteras. Para ella no existen l¨ªmites culturales ni material que no sirva a su b¨²squeda creativa. Quiz¨¢ porque en su caso vida y obra se muestran como sin¨®nimos. Pereira (Ferrol, A Coru?a, 1963) presenta hasta el pr¨®ximo 10 de diciembre en la galer¨ªa Altxerri de San Sebasti¨¢n (Reina Regente, 2) una veintena de obras, entre dibujos, esculturas, fotograf¨ªas e instalaciones, que resumen su ¨²ltima d¨¦cada dedicada a la creaci¨®n art¨ªstica.

La exposici¨®n tiene mucho de autobiogr¨¢fico, precisamente porque Pereira nunca hace de su vida y su obra compartimentos estancos. 'Mis piezas nacen de una emoci¨®n provocada por un proceso de introspecci¨®n. Pero siempre hablo de cosas que me trascienden', dice la artista. 'Si no, no le interesar¨ªa a nadie'.

Su estancia en Jap¨®n hace tres a?os marc¨® su trabajo de forma determinante, como puede verse en Altxerri. Presenta, por ejemplo, Kimono, una obra confeccionada con nueve metros de tela, sobre la que los vecinos de Sapporo estamparon sus manos manchadas de pintura. O unos zapatos de piel de salm¨®n. 'Soy vulnerable, me gusta disolver mi frontera y deshacer el entorno', explica.

Pero nunca hace borr¨®n y cuenta nueva. Integra todas sus experiencias vitales. En Mu, un idiograma japon¨¦s realizado con pan, plantea la relaci¨®n entre Oriente y Occidente. 'Mu es el vac¨ªo existencial, el budista', apunta. 'Y, sin embargo, el pan, un s¨ªmbolo del cristianismo'.

Pereira re¨²ne en esta muestra diversos objetos que conforman su laboratorio ¨ªntimo de trabajo, el interior, el que le ha permitido crecer como artista:desde un lecho de piedra a una silla de su taller. Pero tambi¨¦n exhibe dibujos de humo, cuencos de desayuno o fotograf¨ªas de gran formato. Sorprende por la variedad de materiales que utiliza. Sus piezas lo mismo est¨¢n hechas de grasa de cerdo que con galletas, chocolate, humo, piedra o papel. 'Es una especie de reciclaje mat¨¦rico', explica. A Pereira no le importa la est¨¦tica de su obra. 'No es m¨¢s que un resultado', concluye.