Jos¨¦ Luis Corral recrea en su ¨²ltima novela, 'Trafalgar', la c¨¦lebre batalla mar¨ªtima
'Nelson era un loco y Churruca estaba como una cabra', afirma el autor de 'El Cid'
'Todos los ca?ones abrieron fuego y el mar se llen¨® de humo, estruendo y lamentos'. Trafalgar. El popular escritor de novela hist¨®rica Jos¨¦ Luis Corral, autor de El Cid, ha embarcado en su nueva obra con la escuadra franco-espa?ola para asistir a la derrota de la misma frente a los nav¨ªos ingleses aquel 21 de octubre de 1805. 'Nelson era un loco y Churruca estaba como una cabra', dijo el jueves al presentar la obra. Corral coloca la batalla en el centro de su novela Trafalgar (Edhasa) y traza a su alrededor el retrato desolador de una Espa?a en decadencia.
Pocos episodios navales tienen la fama de aquella terrible batalla que signific¨® el fin del poder¨ªo naval espa?ol y de los sue?os de Napole¨®n de disputar a Inglaterra el dominio de los mares.
Por las p¨¢ginas del libro pasan Godoy (al que reivindica Corral), Morat¨ªn, Goya, Carlos IV o Gravina, el comandante de la flota espa?ola, y se asiste a grandes escenas como la del legendario nav¨ªo de 140 ca?ones Sant¨ªsima Trinidad navegando rumbo al desastre, o la del Royal Sovereign atravesando con los ca?ones al rojo y en plan suicida la l¨ªnea franco-espa?ola. Tambi¨¦n, a diferencia de las novelas n¨¢uticas de Patrick O'Brian, que s¨®lo incluyen sexo expl¨ªcito con una cabra (y est¨¢ penado), el lector presencia en Trafalgar 'un par de buenos polvos' -como record¨® al presentar la obra el editor Daniel Fern¨¢ndez- a cargo del protagonista, un joven de buena familia, pariente de Godoy, que se ha inventado Corral y que vive la batalla desde el San Leandro.
Corral pone en el libro una an¨¦cdota -verdadera- impagable: tras la batalla, los espa?oles del desarbolado Neptuno lanzan un cerdo al mar para que lleve nadando (por instinto de supervivencia) un cabo hasta la costa.Hombre de tierra adentro (Daroca, 1957), Corral no ha dudado en meterse en el terreno de las novelas n¨¢uticas, donde -como, ay, en el verdadero mar- dominan los brit¨¢nicos (O'Brian, C. S. Forester). 'No navego ni se me ocurrir¨ªa nunca hacerlo, pero me he embarcado en Trafalgar sin ning¨²n complejo, porque soy un insensato', dijo el jueves al presentar su libro. Eso no es verdad, porque Corral s¨ª navega, y muy bien: en los archivos. Y se ha documentado un mont¨®n, de forma que su relato no es s¨®lo emocionante, sino m¨¢s que veros¨ªmil. Anteayer alab¨® a O'Brian, aunque dej¨® caer que lo encuentra algo engolado y cargado de tecnicismos navales, como alab¨® a Nelson para decir luego que estaba loco. Pero como tambi¨¦n consider¨® un lun¨¢tico al h¨¦roe patrio Churruca, el capit¨¢n del San Juan Nepomuceno que meti¨® el mu?¨®n de la pierna en un barril para seguir en el puente durante la batalla -escena que Corral describe en el libro-, y dijo de P¨¦rez Gald¨®s que el autor de los Episodios nacionales dedic¨® menos tiempo a Trafalgar que el que le ha dedicado ¨¦l, pues la cosa queda equilibrada.
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