Sobre la atenci¨®n farmac¨¦utica

Soy licenciada en Farmacia por la UCM y escribo esta carta para manifestar mi preocupaci¨®n ante lo que le¨ª en el art¨ªculo de Enrique Costas Lombard¨ªa La amenaza de la atenci¨®n farmac¨¦utica (EL PAIS, 9 de noviembre de 2001). En primer lugar, quiero dejar constancia de que actualmente en la mayor¨ªa de los hospitales espa?oles (y extranjeros) se practica la atenci¨®n farmac¨¦utica. Que funciona de manera eficaz gracias a la labor de profesionales cualificados, en cooperaci¨®n con los m¨¦dicos, tratando de minimizar los errores de prescripci¨®n y facilitando la administraci¨®n de los f¨¢rmacos a los pacientes mediante los sistemas de 'dosis unitaria'.

Se cuestiona en dicho art¨ªculo la capacidad del farmac¨¦utico en esta labor. Si bien es cierto que el farmac¨¦utico en ning¨²n caso tiene capacidad para realizar un diagn¨®stico, s¨ª est¨¢ perfectamente cualificado para reconocer un error de prescripci¨®n una vez que el m¨¦dico ha realizado el diagn¨®stico. Y es que, aunque muchos de los ciudadanos no lo sepan, en la licenciatura en Farmacia est¨¢n incluidas, como asignaturas troncales (es decir, imprescindibles y obligatorias): fisiopatolog¨ªa, fisiolog¨ªa humana, farmacia cl¨ªnica y anatom¨ªa (auque esta ¨²ltima se ha convertido en optativa seg¨²n el plan 2000 vigente en la UCM). Siendo adem¨¢s necesario, para poder ejercer su profesi¨®n en un hospital, que el farmac¨¦utico se especialice durante cuatro a?os como farmac¨¦utico interino residente (FIR).

Tambi¨¦n se ponen en entredicho los beneficios econ¨®micos de la actuaci¨®n del farmac¨¦utico como supervisor del m¨¦dico. Seamos conscientes de que un error de prescripci¨®n puede costar la vida a un paciente. El se?or Costas, economista, ?qu¨¦ precio le pondr¨ªa a la vida de un paciente? Estamos hablando de evitar muertes, o, en cualquier caso, mejorar la calidad de vida de los enfermos, ?acaso alguien podr¨ªa poner un precio?

Estoy segura de que los ciudadanos salimos ganando con una buena atenci¨®n farmac¨¦utica, y me parece una idea fant¨¢stica el ampliarla a las oficinas de farmacia. Animo a los enfermos a que consulten a sus farmac¨¦uticos, que, desde luego, est¨¢n perfectamente capacitados para responderles. Pero ante todo, me alegro de que no sea gente como el articulista la que se encarga de tomar las decisiones en el Ministerio de Sanidad y Consumo.