El ide¨®logo de las farolas

Primero se meti¨® en las casas de rond¨®n, firmando fotos nupciales como Rodri. Despu¨¦s empapel¨® la ciudad con su propia imagen para pedir el voto cuando decidi¨® dar el salto a la pol¨ªtica en 1995 y encabezar, a¨²n como independiente, la lista del PP al Ayuntamiento de Huelva. El eslogan oficioso de aquella campa?a fueron las farolas, que ¨¦l enarbol¨® como s¨ªmbolo de su independencia al proclamar que no son de izquierdas ni de derechas.

La singularidad de Pedro Rodr¨ªguez, alcalde de Huelva desde 1995, estaba a¨²n por ver, pero ya asomaba bajo su estilo populista y sus declaraciones heterodoxas. Seis a?os despu¨¦s acumula a sus espaldas algunos hitos, no siempre laudatorios, como el haberse convertido en uno de los regidores mejor remunerados de Espa?a (cobra m¨¢s que los presidentes del Gobierno y de la Junta de Andaluc¨ªa) y un sinf¨ªn de chascarrillos anecd¨®ticos como la inauguraci¨®n de un pipic¨¢n.

Incluso su partido, al que se afili¨® meses despu¨¦s de llegar al cargo, dispone de una prolija colecci¨®n de gestos indisciplinados que se han ignorado mirando hacia otro lado. Rodr¨ªguez, tambi¨¦n parlamentario auton¨®mico, podr¨ªa ufanarse de ser de los pocos alcaldes del PP que han tirado de las orejas a ministros de su partido en mociones municipales o de participar en una manifestaci¨®n que pidi¨® la dimisi¨®n del Subdelegado del Gobierno en Huelva, tras una carga policial contra los trabajadores del metal. Pero lo que en su primer mandato fueron gui?os pintorescos, salvando algunos exabruptos como llamarle a concejales de la oposici¨®n 'mujerzuelas cotillas', han derivado en actuaciones controvertidas como la operaci¨®n de venta del estadio Colombino, la adjudicaci¨®n de la iluminaci¨®n de las fiestas colombinas y navide?as a una empresa que hab¨ªa comenzado a instalarla 10 d¨ªas antes de que se cerrase el plazo para presentar ofertas -denunciada por la oposici¨®n en el juzgado- o las pruebas para seleccionar 14 trabajadores para el Patronato de Desarrollo Local.

La decisi¨®n acordada esta semana por el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa (TSJA) de investigar a Rodr¨ªguez por los presuntos delitos de prevaricaci¨®n, malversaci¨®n de caudales p¨²blicos, fraude en la contrataci¨®n y contra la ordenaci¨®n del territorio en el caso Isla Chica abre turbios interrogantes sobre las razones que han motivado las actuaciones de un alcalde que, cada dos por tres, hace proclamas de fe hacia Huelva con un estilo que roza a veces el del predicador de buenaventuranzas y que ha contagiado a su equipo de colaboradores. 'Entr¨® en pol¨ªtica por su amor a la ciudad y su deseo de ayudar a los dem¨¢s', argumenta uno de ellos.

El fiscal del TSJA, Jes¨²s Mar¨ªa Garc¨ªa Calder¨®n, apreci¨® 'la existencia de indicios de criminalidad' en la venta de terrenos del estadio Colombino a la empresa Odeinsa por 2.700 millones de pesetas, cerrada en julio de 1999. La operaci¨®n pretend¨ªa construir 570 viviendas, aparcamientos y una zona comercial en el viejo campo del Recreativo, a pesar de que estaba reservado como zona verde en el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana.

Lejos de amedrentarse en p¨²blico por la decisi¨®n judicial, Rodr¨ªguez ha recuperado un discurso que martillea desde que las cr¨ªticas hacia los planes urban¨ªsticos municipales comenzaron a aflorar. Sus allegados pol¨ªticos aseguran que la determinaci¨®n del TSJA no le ha afectado en absoluto: 'Est¨¢ convencido de que no hay ilegalidad en el proceso hecho de salvaci¨®n del Recre, se ha hecho por una causa justa'.

El f¨²tbol, el deporte. Tampoco tienen ideolog¨ªas, pero en Huelva algunos comienzan a lamentar que tenga paternidades morales y excluyentes. Pedro Rodr¨ªguez se aferr¨® a las se?as de identidad locales (el Recre,la gamba y el jam¨®n, dicen sus adversarios) para construirse un discurso con el que diferenciarse, tal vez con el que justificar su deslizamiento desde la ¨®rbita socialista -fue asesor de su predecesor en el cargo, Juan Ceada, y acud¨ªa a los m¨ªtines del PSOE aunque nunca milit¨® en el partido- hasta las filas del PP. Lo cierto es que en su primer mandato (1995-99) presumi¨® de independiente y se distanci¨® de la clase pol¨ªtica con comentarios llamativos. En un acto p¨²blico se dirigi¨® al secretario general del PP, Javier Arenas, diciendo: 'Vosotros, los pol¨ªticos, no entend¨¦is..'

Su empe?o por alejarse de la imagen del pol¨ªtico tradicional corre paralelo al de acercarse a los vecinos, aunque sea repartiendo estampas en la procesi¨®n de la patrona de Huelva. Un adversario pol¨ªtico le reconoce su gran habilidad para 'engatusar a la gente a trav¨¦s de los sentimientos' y su car¨¢cter de 'comunicador'. 'Se ha inventado el nacionalonubensismo', a?ade. El deporte, siguiendo esta tesis, ser¨ªa la herramienta m¨¢s directa y Pedro Rodr¨ªguez no ha regateado escenas para avalarlo. Se ha ba?ado en fuentes p¨²blicas para festejar el triunfo de la 7? Copa de Europa del Real Madrid, a pesar de que es seguidor del Bar?a, y zanja las acusaciones de 'pelotazo urban¨ªstico' en la operaci¨®n de Isla Chica con el argumento de que se ide¨® para 'salvar' al Recreativo.