'?Y si el consulado fuese de Dinamarca?'
La apertura de una oficina diplom¨¢tica de Marruecos en Almer¨ªa divide a los vecinos de un barrio
La pol¨¦mica creada en el barrio almeriense Mediterr¨¢neo-Oliveros por la instalaci¨®n de un consulado de Marruecos en un local ocupado durante 27 a?os por una parroquia cat¨®lica ha ofrecido, hasta el momento, s¨®lo una cara: la de aquellos que se oponen rotundamente a la instalaci¨®n de la oficina diplom¨¢tica. Sin embargo, hay un importante grupo de ciudadanos, muchos de ellos vecinos de la zona, que no comparten en absoluto ni los argumentos ni las movilizaciones realizadas hasta ahora. La perplejidad entre quienes no entienden las protestas empieza a ser cada vez mayor. En esa misma perplejidad est¨¢n atrapados los inmigrantes marroqu¨ªes, que no terminan de entender el motivo del rechazo a una oficina consular.
El pasado jueves mas de mil vecinos del barrio Mediterr¨¢neo-Oliveros se echaron a la calle para protestar contra la instalaci¨®n de un consulado de Marruecos en la calle Soldado Espa?ol. No era la primera vez que ocurr¨ªa. A principios de a?o fueron los del barrio de Pescader¨ªa y en el mes de octubre los de la c¨¦ntrica calle Gerona. Sin embargo, la mayor respuesta vecinal contra el consulado ha sido la de Mediterr¨¢neo-Oliveros, un barrio del centro de la capital habitado por familias de clase media-alta.
Pero no todos los almerienses, y especialmente no todos los vecinos del barrio, comparten las concentraciones, cortes de carretera y argumentos que esgrimen quienes rechazan el consulado. De hecho, hay un importante grupo de gente que est¨¢ absolutamente en contra de esas movilizaciones.
Una de esas personas es el periodista Miguel ?ngel Blanco. Fue el primero, desde que comenzaron las protestas a principios de semana, en manifestar p¨²blicamente su postura. 'Como periodista y vecino de la zona Mediterr¨¢neo-Oliveros quiero pronunciarme claramente a favor de la instalaci¨®n del consulado de Marruecos en mi barrio y manifestar mi repulsa total contra el espect¨¢culo bochornoso de los vecinos (...) con los que no comparto ninguno de sus puntos de vista', escrib¨ªa el pasado viernes en el diario Ideal.
En ese mismo art¨ªculo, Blanco asegura que 'aqu¨ª no se trata s¨®lo del tema del consulado marroqu¨ª. Subyace en el problema una actitud de xenofobia, de injusticia, de recelos de vecinos de aqu¨ª y de all¨¢, donde seguramente tiene mucho que ver la inseguridad de la ignorancia o el recelo que suele surgir ante el desconocido'.
Esa misma postura es compartida por Martirio Tesoro, ex delegada socialista de Cultura y vecina de la zona. 'Creo que con la situaci¨®n que se ha planteado se demuestra que muchas personas est¨¢n sacando fuera, de una forma salvaje, el bicho que todos llevamos dentro. Me parece que cuando los que se manifiestan dicen que en ese local habr¨¢ muchas duchas, un albergue, un restaurante... lo que demuestran es mucha ignorancia o mala fe'.
Tesoro se pregunta qu¨¦ habr¨ªa pasado si el consulado fuese de Estados Unidos y echa en falta la voz de alguna persona que aglutine el sentir de los que no est¨¢n de acuerdo con ese rechazo. Seg¨²n ella, ha faltado decisi¨®n por parte de las autoridades: 'Los responsables institucionales que tengan competencia en el tema tendr¨ªan que haber decidido un lugar y mantenerlo'. Adem¨¢s, considera que los argumentos que esgrimen los vecinos 'son s¨®lo bulos con los que se intenta tapar lo que no quieren decir y es que tienen miedo al otro y desprecio al moro'.
Abdelkader Shasha es un marroqu¨ª que lleva bastantes a?os viviendo en Almer¨ªa. Est¨¢ integrado en la vida de la provincia y eso le dificulta a¨²n m¨¢s entender lo que est¨¢ pasando. 'No s¨¦ por qu¨¦ son las protestas. Un consulado ayudar¨ªa a todos. Ahora la gente tiene que ir hasta Algeciras. Eso supone perder d¨ªas de trabajo, para los inmigrantes y para los agricultores. Estoy triste por lo que est¨¢ pasando porque creo que si fuese de otro pa¨ªs no habr¨ªa tantas protestas'.
Desde la asociaci¨®n Almer¨ªa-Acoge tambi¨¦n se cuestionan las protestas. 'Seguramente en cualquier parte del mundo se extra?ar¨ªan de que los vecinos se nieguen a tener una oficina diplom¨¢tica cerca de su casa, pero en Almer¨ªa no s¨®lo suena extra?o si no que levanta la sospecha de que la aut¨¦ntica causa del problema no es que sea un consulado, si no que sea el consulado de Marruecos', explican.
Para Andr¨¦s Garc¨ªa Lorca, profesor de la Universidad de Almer¨ªa y coordinador del pr¨®ximo congreso Andaluc¨ªa-Norte de Africa: de la cooperaci¨®n a la integraci¨®n, 'lo que est¨¢ pasando es una muestra de sinraz¨®n y un atentado contra los derechos humanos. Creo que los vecinos, o carecen del conocimiento necesario o est¨¢n demostrando muy poca racionalidad'. Al igual que el resto de los consultadas, Garc¨ªa Lorca opina que 'hay un atisbo de racismo ya que no est¨¢ justificado prever un comportamiento inc¨ªvico a priori y est¨¢ discriminando en funci¨®n del pa¨ªs que solicita el consulado'.
El abogado Manuel Casti?eiras, tambi¨¦n vecino, est¨¢ convencido de que 'no habr¨ªa pasado nada si el consulado fuese de Dinamarca o Suecia. En estos casos muchas veces hay un tufillo racista o xen¨®fobo'. No obstante, Casti?eiras cree que ha faltado informaci¨®n. 'Hay que escuchar a los vecinos. Y estoy convencido de que despu¨¦s de explicarles lo que es un consulado los manifestantes se quedar¨ªan en la mitad'.
Quienes se muestran contrarios a la apertura del consulado de Marruecos insisten en que la zona est¨¢ saturada y la calle elegida es muy estrecha. Sin embargo, en un manifiesto repartido por ellos se especifica que si el consulado se instala los inmuebles cercanos se devaluar¨¢n, habr¨¢ m¨¢s inseguridad ciudadana, menos higiene y limpieza y, al ser territorio marroqu¨ª, 'la polic¨ªa no podr¨¢ entrar y por tanto podr¨¢n dormir [los inmigrantes], tener una mezquita, un restaurante y lo que quieran, incluyendo armas'.
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