El sobreprecio de la apertura gas¨ªstica
Los grandes consumidores de energ¨ªa creen que la liberalizaci¨®n prevista del mercado no est¨¢ abaratando sus suministros de gas y electricidad e hipoteca su competitividad futura
Los grandes consumidores de energ¨ªa denuncian la escasa repercusi¨®n en precios de la liberalizaci¨®n del gas que se ha realizado hasta ahora y se muestran pesimistas sobre el futuro. La apuesta por el gas licuado, cuyo coste es m¨¢s elevado que el del gas que llega por gaseoducto, consagra a su juicio unos precios del gas y la electricidad m¨¢s elevados que en Europa. La ¨²nica manera de lograr precios europeos, agregan, es ampliar las conexiones de la red espa?ola de gaseoductos con la centroeuropea y con los yacimientos del norte de ?frica.
Cada proveedor ofrece f¨®rmulas de descuento distintas sobre tarifa, pero los precios reales finales son iguales y superiores a los europeos
El escaso desarrollo del mercado gasista nacional y su total dependencia del abastecimiento externo condiciona la competencia
La reciente subasta de una cuarta parte del gas argelino no ha abierto el mercado espa?ol a comercializadoras independientes
El proceso de liberalizaci¨®n del gas permite ya, desde el 25 de junio de 2000, elegir suministrador a los clientes con un consumo anual de un mill¨®n de metros c¨²bicos, medida que se extender¨¢ el 1 de enero a los clientes con consumo superior al mill¨®n de metros c¨²bicos. A partir de 2003 todos los clientes podr¨¢n elegir suministrador de gas o de electricidad. La apertura parcial del mercado realizada hasta ahora, sin embargo, no satisface a los grandes consumidores. 'Encontrar contratos de gas en Espa?a en condiciones y plazo europeos es pr¨¢cticamente imposible', asegura Javier Penacho, vicepresidente de la asociaci¨®n de empresas con gran consumo de energ¨ªa (Aege), una organizaci¨®n que integra a 40 grupos industriales (cemento, qu¨ªmica, metales, siderurgia, gases industriales, papel...) que absorben el 15% del consumo nacional de energ¨ªa el¨¦ctrica y el 10% del consumo de gas natural.
'Salvo alguna excepci¨®n', dice Penacho, no se logran condiciones europeas a largo plazo. Cada proveedor ofrece f¨®rmulas de descuento distintas sobre tarifa, pero los precios reales finales son iguales y superiores a los que pagan nuestros competidores francoalemanes'. Tal es la situaci¨®n que un conjunto de sus asociados decidi¨® crear una comercializadora para garantizarse una mejor competitividad en sus productos a trav¨¦s del mayor volumen de compra de gas. 'Su consumo conjunto, un bcm (mil millones de metros c¨²bicos), no debe ser suficiente', dice Penacho, 'porque en los primeros contactos con diversos proveedores no se han encontrado ventajas. Y algo debe pasar en el gas, porque es el primer y ¨²nico producto en el que estas empresas act¨²an en com¨²n en vez de competir'.
La subasta argelina
Esta comercializadora tampoco acudi¨® a la reciente subasta-adjudicaci¨®n por tres a?os del 25% del gas proveniente de Argelia, y no lo hizo porque las condiciones exigidas para concurrir eran inasumibles para cualquier compa?¨ªa que no fuera una el¨¦ctrica, una petrolera o una gas¨ªstica. 'La aplicaci¨®n de par¨¢metros durante los ¨²ltimos 10 a?os demostraba que no hab¨ªa ventajas claras respecto del esquema tarifa-descuento; y el conjunto de obligaciones y exigencias, la f¨®rmula take or pay (toma o paga) para el gas adjudicado, avales, compromisos de abastecimiento futuro, etc¨¦tera, era dif¨ªcilmente asumible', dice Penacho.
La adjudicaci¨®n de este contrato, que se realiz¨® el 22 de octubre, con 10 meses de retraso, recay¨® en seis compa?¨ªas, las cuatro el¨¦ctricas (Iberdrola, 25% del total; Endesa, 18%; Uni¨®n Fenosa, 20%, e Hidrocant¨¢brico, 10%) y las petroleras British Petroleum (BP), con el 25%, y Shell, con el 2%. Otras ocho compa?¨ªas (Cepsa, Gaz de France, Gas de Euskadi, ICG, RWE, Ericsson, TXU y L. Dreyfuss) quedaron fuera de la adjudicaci¨®n, seg¨²n fuentes oficiales, al ofrecer una prima sobre el precio base del gas m¨¢s baja que las que han resultado adjudicatarias.
Una explicaci¨®n que no convence a algunos de los perdedores. Naturgas-Gas de Euskadi asegur¨®, nada m¨¢s conocer el resultado, que la Administraci¨®n hab¨ªa 'procedido sin criterio' y que iba a estudiar un posible recurso. Desde entonces no ha vuelto a opinar en p¨²blico sobre la adjudicaci¨®n, tal vez por la presencia de dinero p¨²blico en su capital, el Ente Vasco de Energ¨ªa tiene el 79,5%, y de Enag¨¢s (filial 100% de Gas Natural). Factores que, junto al poder del regulador -a¨²n quedan muchas incertidumbres en el proceso de liberalizaci¨®n-, condicionan el futuro de esta empresa. Fuentes pr¨®ximas a la misma resaltan la coincidencia en su exclusi¨®n y la de Gaz de France, y recuerdan la pol¨ªtica del Gobierno de impedir el acceso de grupos p¨²blicos extranjeros o de pa¨ªses que no den reciprocidad de acceso a sus mercados.
'Seguro que todo ha sido legal y transparente', dice Javier Penacho, '?pero no se iba a abrir el mercado y a propiciar la competencia con esta subasta? No hay sino que mirar los resultados del concurso para comprobar que ha ido a parar a las cuatro mayores el¨¦ctricas (grandes consumidoras de gas y titulares ya de otros contratos de abastecimiento) y a dos petroleras extranjeras con implantaci¨®n en Espa?a y que cuentan incluso con yacimientos de gas. ?D¨®nde est¨¢n los nuevos comercializadores? ?Por qu¨¦, salvo las dos petroleras citadas, ninguna de las 10 mayores comercializadoras mundiales de gas entra en nuestro mercado? A los consumidores nos da igual elegir que nos suministre Gas Natural o las el¨¦ctricas si no obtenemos ninguna ventaja en el precio'.
Menos cr¨ªticos con la liberalizaci¨®n se muestran las el¨¦ctricas y Gas Natural. Argumentan que el proceso busca hacer compatible la introducci¨®n de la competencia y la reducci¨®n del intervencionismo de la Administraci¨®n con un mercado como el espa?ol, que depende totalmente de las importaciones y est¨¢ poco desarrollado (bajo peso espec¨ªfico del gas natural como energ¨ªa primaria y final, gran importancia de la demanda industrial con unas infraestructuras por debajo de la media europea, rigidez en la cadena de valor del combustible y baja participaci¨®n del gas en la generaci¨®n de electricidad). La dependencia exterior obliga a enfatizar en la seguridad del abastecimiento mediante la diversificaci¨®n de fuentes de origen del gas y mediante almacenamientos estrat¨¦gicos. Todos estos factores, y el hecho de que en el gas no hay un mercado l¨ªquido mundial como en el crudo (funciona con acuerdos cerrados a largo plazo), condicionan la liberalizaci¨®n de este sector y la repercusi¨®n en precios de una mayor competencia. Un directivo de una de las mayores el¨¦ctricas, embarcada como todas en las centrales de ciclo combinado y en la estrategia multiservicio para servir tambi¨¦n gas a sus grandes clientes, confiesa en privado que en la comercializaci¨®n del gas se dan por contentos con no perder dinero, porque el objetivo ¨²ltimo y no confesado es no ceder cuota de clientes en electricidad a manos de Gas Natural o de otras compa?¨ªas y, a poder ser, ampliarla. Gas Natural se va a quedar, adem¨¢s, con toda la infaestructura secundaria de gaseoductos que unen la red principal con las ciudades y los clientes, con lo cual va a ser muy dif¨ªcil acceder a estos puntos y hacerlo a precios competitivos con los suyos. Adem¨¢s, el 65% del consumo de gas en Espa?a es dom¨¦stico en estos momentos, con lo cual se puede permitir compensar con estos clientes unos menores m¨¢rgenes en los industriales, que es donde podemos competir. 'Yo no me meter¨ªa jam¨¢s en la creaci¨®n de una comercializadora independiente', concluye.
La apuesta m¨¢s cara
Los grandes consumidores se quejan, adem¨¢s, de que la liberalizaci¨®n planteada no resuelve el problema de fondo: Espa?a es una 'isla' en el mercado energ¨¦tico continental, tanto en electricidad como en gas. 'De acuerdo con los planes conocidos, Espa?a ser¨¢ el ¨²nico pa¨ªs europeo con mercado abastecido mayoritariamente por gas natural licuado, que fijar¨¢ un precio alto para el consumidor', dice Javier Penacho. El gas que llega por tuber¨ªa desde los yacimientos es menos costoso porque no tiene que licuarse para su transporte, ni paga el coste de los fletes y amarres, y no necesita regasificarse... 'El sector el¨¦ctrico espa?ol podr¨¢ pagar el diferencial negativo, al menos en tanto en cuanto la interconexi¨®n el¨¦ctrica con Europa siga siendo escasa, y eso va para largo', dice Penacho. Los mayores costes los repercutiran en el precio del kilovatio, que ya es m¨¢s alto que el que pagan nuestros competidores industriales en Alemania y Francia, agrega. 'Y el operador de referencia de gas en Espa?a, Gas Natural, sabr¨¢ siempre el plus de precio que el sector el¨¦ctrico puede pagar por este combustible, puesto que va a operar plantas el¨¦ctricas'. 'Nosotros, los productores b¨¢sicos, somos los que no podemos repercutir los mayores costes del gas y de la electricidad en nuestros productos porque dejaremos de ser competitivos'.
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