Joaqu¨ªn redime al Betis ante el Rayo Vallecano

No andaba fino el Betis. Entre la fiesta de Halloween en casa de Benjam¨ªn y una racha de cinco partidos sin ganar, revueltas bajaban las aguas por el Ruiz de Lopera. El honrado empate en casa del Sevilla, la pasada jornada, hab¨ªa suavizado los agravios pendientes de la afici¨®n con los futbolistas, pero hac¨ªa falta un partido como el de ayer, en el que el Betis recuper¨® f¨²tbol, gol y autoestima, para cerrar las heridas. El encargado de dar carpetazo al asunto fue Joaqu¨ªn, que volvi¨® a ser el que empez¨® la temporada. R¨¢pido, acertado en el regate, descarado y, sobre todo, desequilibrante. Dio el primer gol, caus¨® una expulsi¨®n y dedic¨® toda la segunda parte a deleitar a la grada.

El partido empez¨® con el Rayo bien plantado en el campo, como si jugara en Vallecas. Todo cambi¨® cuando Ito consigui¨® imponer su ley en el centro. Su labor de contenci¨®n y sus cortes de bal¨®n hicieron jugar al resto de los compa?eros. S¨®lo la torpeza de Jo?o Tom¨¢s minimiz¨® el buen juego b¨¦tico. Pese a ello, llegaron ocasiones clar¨ªsimas para Capi, Luis Fern¨¢ndez o Benjam¨ªn. El Rayo s¨®lo rond¨® la porter¨ªa de Prats con alg¨²n barullo en el ¨¢rea chica y un par de faltas al borde de la grande que fueron desperdiciadas por Hern¨¢ndez y Alc¨¢zar.

Visto lo visto en la primera mitad, el Betis sali¨® luego del vestuario decidido a resolver. Y lo hizo Joaqu¨ªn en los primeros diez minutos. Primero, forz¨® la expulsi¨®n de Arteaga, que vio la segunda tarjeta amarilla por una dura entrada al extremo b¨¦tico. Despu¨¦s, en una jugada maravillosa, regate¨® a dos contrarios, alcanz¨® la l¨ªnea de fondo y puso un centro al ¨¢rea que Jo?o Tom¨¢s no tuvo m¨¢s que cabecear a gol.

Al poco, en el minuto 59, Amato convirti¨® un penalti rid¨ªculo por manos de De Quintana. El ¨¢rbitro no vio un claro bal¨®n que Denilson dej¨® ir por la l¨ªnea de fondo. Pensando que era saque de puerta, el central rayista lo cogi¨® con las manos y Undiano Mallenco s¨ª pit¨® esa falta. Absurdo, pero penalti. De ah¨ª al final Jo?o Tom¨¢s y Amato se dedicaron a desperdiciar los balones estupendos que Joaqu¨ªn les serv¨ªa desde su banda. El Rayo, desarmado por el extremo b¨¦tico y el fallo arbitral, apenas pudo servir como testigo de la reconciliaci¨®n entre el Betis y su afici¨®n.