A favor del rector

El Gobierno, y el partido que lo apoya, no dejan de sorprendernos. Desde luego, con la nueva ley de Universidades, el PP vuelve a mostrar la cara de la derecha que ya se supon¨ªa olvidada: la del desprecio a todo lo que signifique expresi¨®n contraria a sus deseos y la defensa de los intereses m¨¢s conservadores. Debemos tomar buena nota.

Pero a¨²n es m¨¢s indignante, si cabe, la actitud del PP descalificando a una persona tan reconocido como don Miguel Florencio, rector de la Universidad de Sevilla. Y es que el rector sevillano, al igual que el resto de rectores, no se ha plegado a los deseos de la insigne se?ora ministra de Educaci¨®n (??) y del gobierno al que pertenece. Por eso, las lindezas del portavoz del PP en la prensa del d¨ªa 7 calificando al se?or Florencio como 'impresentable'. A¨²n se abunda en el tema cuando en la prensa del d¨ªa 8 el se?or Sanz califica al rector de la Universidad de Sevilla como 'agitador'. Me pregunto qui¨¦n o qui¨¦nes ser¨¢n los impresentables.

Sin hacer ninguna descalificaci¨®n de todos los mencionados y sin que suponga menospreciar la labor realizada por nadie (estar¨¦ o no de acuerdo con determinadas posturas y actos, ¨¦se ya es mi derecho), creo que estas posturas rozan los derechos reconocidos en nuestra Constituci¨®n. Por ello, me permito aconsejar a estos 'insultantes' que se lean el cap¨ªtulo II, secci¨®n 1?, de nuestra Constituci¨®n, especialmente aconsejable la lectura pausada del art¨ªculo 20. Y por si les cabe alguna duda que repasen el cap¨ªtulo IV de la citada norma fundamental.

Como en cualquier democracia, cualquier ciudadano tiene derecho a discrepar de las actuaciones del poder. Y quien no quiera aceptar esto, est¨¢ equivocado de pa¨ªs, de ¨¦poca y de sociedad.-