Estudiantes de Bellas Artes no pueden dar clase porque se han quedado sin modelos que posen
'Es como si los alumnos de Inform¨¢tica trabajaran sin ordenador', dice un portavoz
Los estudiantes de Bellas Artes de la Universidad de Granada no pueden estudiar. Se han quedado sin una de sus principales herramientas de trabajo: los modelos y las modelos. Sin ellos, sin cuerpos humanos que plasmar en sus dibujos y perfeccionar su t¨¦cnica, es pr¨¢cticamente como no asistir a clase. Eso es lo que llevan denunciando desde el pasado 22 de octubre, en que la Universidad de Granada no renov¨® el contrato con la agencia de modelos que nutr¨ªa a la Facultad de Bellas Artes. Los universitarios plantean iniciar movilizaciones.
'Para nosotros, el no poder disponer de modelos en nuestras clases es como si en la Facultad de Inform¨¢tica no hubiese ordenadores', explica Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa ?vila, uno de los portavoces estudiantiles de Bellas Artes. 'En Bellas Artes, la participaci¨®n de los modelos es absolutamente fundamental'.
Hasta ahora, durante los ¨²ltimos a?os, 14 modelos masculinos y femeninos de la empresa Eulen, de Granada, hab¨ªan estado trabajando para las clases de Bellas Artes. Garc¨ªa ?vila explica que son personas con una gran preparaci¨®n para ese oficio. 'Cualquiera no puede ser modelo para las caracter¨ªsticas que nosotros requerimos: son personas que deben estar muchas horas en una posici¨®n inc¨®moda, con el cuerpo en tensi¨®n, y eso requiere una gran preparaci¨®n'.
Una diferencia en el criterio de los precios que la Universidad deb¨ªa pagar a la empresa est¨¢ en el origen de la no renovaci¨®n del contrato. 'Pero el verdadero problema', dice Garc¨ªa ?vila, 'es que no parece haber voluntad de solucionar el problema. Los profesores culpan a los departamentos; los departamentos culpan al rectorado y, mientras tanto, nosotros estamos perdiendo clases y semanas de trabajo'.
La situaci¨®n ha llegado a tal punto que, durante las movilizaciones del pasado 14 de noviembre, los alumnos de Bellas Artes, adem¨¢s de manifestarse en contra de la LOU, tambi¨¦n lo hicieron por la falta de modelos. Una vez que concluy¨® el contrato entre Eulen y la Universidad y no hubo renovaci¨®n, los estudiantes se han visto incluso en la necesidad de posar unos para otros o de acudir a maniqu¨ªes de madera que no llegan a cubrir las necesidades de desarrollo t¨¦cnico. La Universidad, por su lado, alega que est¨¢ tratando de solucionar la situaci¨®n. El coste anual de las 19 personas que trabajan como modelos asciende a los 27 millones de pesetas. Los estudiantes dicen que es un presupuesto no muy excesivo para el trabajo que desarrollan y temen que el problema se alargue.'Llevamos s¨®lo dos meses de clase y un mes con este problema, y sin que se solucione', explica el portavoz estudiantil de Bellas Artes Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa ?vila. 'Sabemos que los modelos cuestan dinero, pero a nosotros tambi¨¦n nos cuesta el dinero comprarnos los materiales de la carrera, algo que nos sale por 200.000 pesetas, y tenemos derecho a que las clases se nos den en las mejores condiciones'.
En 1983, la Universidad de Granada lleg¨® a asumir a las personas que trabajaban como modelos como personal propio, al que le dio la categor¨ªa de personal laboral. Cuando, por la edad, dejaban de ser necesarios en Bellas Artes, pasaban a asumir otras funciones.
Ahora, seg¨²n los estudiantes, un posible problema laboral dentro de las propias empresas de modelos y la subida de precios (se ha pasado de pagar 1.950 pesetas por cada hora de pose a 3.000 pesetas) han desatado el conflicto. Tan s¨®lo cuatro personas, que trabajan como modelos independientes, acuden a la Facultad de Bellas Artes, lo que representa una cifra insuficiente para la demanda de los alumnos. 'La nuestra es una carrera pr¨¢ctica, no te¨®rica. Necesitamos a los modelos'. Los estudiantes, adem¨¢s, muestran su descontento porque las negociaciones para resolver el problema se aplazan todas las semanas.
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