Calentar el cuerpo
El pueblo de Santa Fe imparte un cursillo para ense?ar a dar masajes er¨®ticos
'Tocarse no es nada malo... Si los que ahora est¨¢n en la guerra se acariciaran en lugar de dar tiros, las cosas ir¨ªan mucho mejor en el mundo'. No es mal consejo. M¨¢xime si quien lo dice es un quiromasajista y donde lo dice es en una habitaci¨®n en la que todo el mundo -trece, catorce personas- est¨¢ semidesnudo y dispuesto a participar en un llamativo experimento: aprender a dar y recibir masajes er¨®ticos. Saber excitar a su pareja. ?sa es la curiosa iniciativa que puso en marcha ayer el pueblo granadino de Santa Fe, a 15 kil¨®metros de la capital: dar un cursillo para relajar o calentar el cuerpo. Se apunt¨® mucha gente.
La propuesta se engloba dentro de unas jornadas, denominadas Festival de Kultura Juvenil Y Erotismo, que se est¨¢n realizando en cinco pueblos de la Vega de Granada. El concejal de Juventud de Santa Fe, Antonio Espejo, explic¨® ayer que se trata, ante todo, de una idea para acabar con los tab¨²es entre los j¨®venes y para hacer m¨¢s c¨¢lido el contacto humano.
Un quiromasajista especializado en shiatsu, Agust¨ªn P¨¦rez Amezcua, fue el encargado de adiestrar a las siete parejas (ocho chicas, cinco chicos) que se apuntaron al taller de masaje er¨®tico. Con m¨²sica new age, en una habitaci¨®n de la Casa de la Cultura de Santa Fe con la calefacci¨®n a tope, P¨¦rez Amezcua fue adiestrando a los j¨®venes en los delicados encantos del erotismo. Primero hizo que tomasen confianza unos con otros, luego que se acariciasen, y m¨¢s tarde que fuesen toc¨¢ndose, t¨ªmdamente al principio, con mayor soltura m¨¢s tarde.
'El masaje, del tipo que sea', explic¨® P¨¦rez Amezcua, 'hace un gran beneficio al cuerpo, porque hace que se descarguen muchas tensiones acumuladas. Yo he llegado a curar ci¨¢ticas, por ejemplo, en cuesti¨®n de d¨ªas gracias a los masajes'.
La sesi¨®n de ayer no era terap¨¦utica, sino er¨®tica, mucho m¨¢s divertida. Los asistentes al taller aprendieron las cuatro maneras de acariciar otro cuerpo humano -con los dedos, con las palmas de las manos, con los nudillos, con cachetazos-, de descubrirlo y de apreciarlo. Empezaron roz¨¢ndose mientras cerraban los ojos y acabaron acariciando espaldas desnudas embadurnadas de aceites relajantes.
'Cualquiera, con un experto al lado que le indique lo que debe hacer, puede aprender a hacer un buen masaje er¨®tico en una sola sesi¨®n', dec¨ªa P¨¦rez Amezcua. Despu¨¦s introdujo a los alumnos en las delicias de utilizar una pluma de ave sobre las zonas er¨®genas -cuello, caras internas de las extremidades, rostro- del cuerpo y en explorar las sensibilidades de cada uno. La sesi¨®n fue subiendo de tono, aunque sin llegar a tener graves consecuencias. 'Aqu¨ª, lo que hago en ense?ar: luego ellos deber¨¢n practicar en casa con sus parejas, con quienes quieran', explic¨® el quiromasajista. Fue, ciertamente, un taller muy subido de tono.
Cuentos sugerentes y bailes sensuales
El 2? Festival de Kultura Juvenil y Erotismo que organiza la Diputaci¨®n Provincial de Granada en cinco pueblos de la comarca de la Vega no ha desarrollado solamente actividades como el taller de masaje er¨®tico que ayer y hoy se lleva a cabo en Santa Fe. Desde el pasado 2 de noviembre, en que comenz¨® el certamen, que est¨¢ recorriendo de forma itinerante las localidades de Albolote, Vegas del Genil, Maracena, Peligros y la propia Santa Fe, se han sucedido propuestas de todo tipo relacionadas con el erotismo. As¨ª, por ejemplo, y hasta el pr¨®ximo 2 de diciembre, habr¨¢ diferentes espect¨¢culos de teatro er¨®tico, exhibici¨®n de pel¨ªculas er¨®ticas, un concurso de cuentos er¨®ticos y un taller de 'bailes sensuales', como lo defini¨® ayer el concejal de Juventud de Santa Fe, Antonio Espejo. '?sta es la segunda vez que desarrollamos un festival as¨ª, y la verdad es que est¨¢ teniendo bastante ¨¦xito entre los j¨®venes', se?alaba. 'Lo que nos proponemos es mostrar el erotismo como una forma de romper con muchos tab¨²es entre los j¨®venes y abordar el asunto con bastante naturalidad'. M¨¢s tarde a?ad¨ªa: 'Es una forma de que los j¨®venes puedan conocerse y perder muchos de los miedos que puedan tenerse. Se trata de algo positivo'. Lo cierto es que, de la timidez inicial con que, por ejemplo, comenz¨® el taller de masajes er¨®ticos se pas¨® poco a poco a las sonrisas, a las bromas y a la p¨¦rdida del pudor por mostrarse con el torso al aire ante otras personas. Era, en cierto modo, una forma de liberaci¨®n y relajaci¨®n. El quiromasajista del taller, Agust¨ªn P¨¦rez Amezcua, se?al¨® que la esencia de este tipo de actividades es, por un lado, educar a las manos a saber tocar otro cuerpo humano, y por el otro, aprender a disfrutar de las caricias sin ning¨²n tipo de rubor. El caso es que, gracias a los masajes, los relatos er¨®ticos o las obras de teatro con ese elemento como esencia est¨¢n haciendo de los pueblos de la comarca de la Vega una avanzadilla en cuanto a propuestas culturales novedosas. No hace muchos meses, por ejemplo, Santa Fe arranc¨® sus fiestas con un espect¨¢culo de homenaje a las v¨ªctimas de la tragedia de las pateras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
