Buenas almas musicales

En un universo musical en el que los artistas casi est¨¢n ahora prohibidos -en favor exclusivo de los vendedores de m¨²sica-, es enormemente gratificante descubrir grupos como Starsailor, banda que redime al obsoleto pop brit¨¢nico de su trivialidad y le otorga el beneficio de la esperanza para descubrir nuevos genios.

James Walsh, cantante del grupo, lo es a sus tempranos 21 a?os.Con un pedazo de voz envolvente de las que hay bien pocas, espiritual, profundo y valiente -atac¨® Let it be solo con su guitarra y bord¨® Hot burrito, de Gram Parsons-, James y sus colegas ofrecieron un extraordinario concierto en la capital para presentar su primer disco de larga duraci¨®n: el impresionante Love is here.

Apoyados en un colch¨®n de rock ac¨²stico, en el que se entretejen la guitarra y los teclados con efecto de eco de Barry Westhead, y situados en el marco de una puesta en escena original, de la que hay que destacar las im¨¢genes proyectadas tras la banda, Starsailor plante¨® un concierto en el que a cada momento m¨¢gico suced¨ªa siempre otro a¨²n mejor. Ni una sola canci¨®n mala o de saldo, lo cual, en estos tiempos, no es que sea encomiable, es para tirar cohetes.

Pocos conciertos as¨ª -de m¨²sica viva, joven, con pulso propio- se han visto recientemente por estos parajes y, si hubiera un pedestal para ello, en ¨¦l habr¨ªa que poner canciones como la violenta Alcoholic, la melanc¨®lica Fever y, sobre todo, Good souls, tema con categor¨ªa de nuevo cl¨¢sico y que en directo se ve completado con la proyecci¨®n de las caras de muchos de aquellos que han sido buenas almas musicales del tiempo reciente: los Beatles, Dylan, Aretha Franklin, Tim Buckley...