La revoluci¨®n encalla en la isla

El Deportivo parec¨ªa a punto de contradecir un dogma futbol¨ªstico que asegura que s¨®lo triunfar¨¢n los equipos de los que se pueda recitar de memoria su alineaci¨®n. Javier Irureta, poco dado a la ortodoxia, lo desafi¨® y, tirando del fondo inagotable de su plantilla, ha instalado la revoluci¨®n permanente. Sobre los espectaculares resultados de esa apuesta no hay la menor duda: gan¨® en Manchester sin Manuel Pablo, Mauro Silva, Djalminha o Nay-bet, hasta hace poco irreemplazables.

Pero el partido de ayer resucita las dudas. El Depor que derrot¨® al Arsenal el mi¨¦rcoles y el que jug¨® en Son Moix no se reconocen. Irureta cambi¨® en Mallorca a siete de sus titulares, entre ellos a la defensa y los dos pivotes. En su decisi¨®n influyeron su declarado prop¨®sito de economizar fuerzas y las molestias de Trist¨¢n y Naybet.

No fue en la parte de arriba donde m¨¢s not¨® el Depor los efectos de la revoluci¨®n. Si ante el Arsenal se exhibieron Makaay y Trist¨¢n, en Son Moix el tercer delantero, Pandiani, tambi¨¦n cumpli¨®. Donde el Depor llor¨® amargamente las ausencias fue en su primera l¨ªnea, que se pas¨® la tarde repartiendo tarjetas de visita. Cada contragolpe local fue una ocasi¨®n de gol. El modo como Eto'o maniobr¨® a sus anchas en el primer gol es suficiente para desacreditar a una defensa.

El problema se viene repitiendo. Los n¨²meros no mienten: el Depor es el cuadro m¨¢s realizador, con 28 goles, pero ha recibido m¨¢s, 20, que los otros equipos de arriba. Si en las dem¨¢s zonas Irureta distribuye sus piezas sin que no se noten demasiado los cambios, en la zaga la ausencia de Donato y Naybet crea graves problemas.