El Celta cambia de humor
El cuadro vigu¨¦s recobra su brillantez tras remontar un gol de Tamudo
Por Bala¨ªdos aparecieron los goles y despu¨¦s el f¨²tbol. Por este orden. El agobiado Celta, que tantos malos resultados hab¨ªa encadenado en tan poco tiempo, torci¨® una tarde que parec¨ªa llamada a propiciarle un nuevo castigo gracias a las facilidades que le concedi¨® el Espanyol, y despu¨¦s se entreg¨® a un banquete. Su defensa todav¨ªa no es fiable, pero por lo dem¨¢s conserva todo su potencial ofensivo. Lo que ocurre es que necesita un motivo para desempolvarlo, y ayer s¨®lo lo encontr¨® cuando los centrales espa?olistas le invitaron a tomar la delantera en el marcador. Vino despu¨¦s un vendaval, y la sensaci¨®n de que el principal enemigo del equipo es su estado de ¨¢nimo.
El proceso de aprendizaje a jugar sin el sancionado Mostovoi llev¨® al Espanyol al primer gol, un penalti que lleg¨® con el f¨²tbol que buscaba el Celta. Se debate ahora el equipo vigu¨¦s entre el f¨²tbol directo y el adorno, pero sin el ruso le cuesta tanto encontrar el brillo como la contundencia; defectos menores, comparados con la endeblez defensiva de ¨²ltimamente. As¨ª se adelant¨® el Espanyol, que hizo circular la pelota por todo el campo sin que los locales pudiesen m¨¢s que observarla o empujar a Posse cuando encaraba a Cavallero.
CELTA 4| ESPANYOL 1
Celta: Cavallero; Velasco (Coira, m. 80), C¨¢ceres, Berizzo, Juanfran; Luccin (Vagner, m. 80), Doriva; Jesuli, Karpin, Gustavo L¨®pez (Edu, m. 66); y Catanha. Espanyol: Mora; Lopo, Soldevilla, Rotchen, Ricardo; Velamaz¨¢n (Palencia, m. 55), Morales, Roger (Galca, m. 72), De Lucas (?scar, m. 72); Posse y Tamudo. Goles: 0-1. M. 18. Tamudo, de penalti. Posse. 1-1. M. 23. Berizzo remata en el segundo palo una falta lanzada por Karpin y Catanha empuja la pelota sobre la l¨ªnea de gol. 2-1. M. 36. Soldevilla falla en el despeje y Jesuli bate a Mora en su salida. 3-1. M. 53. Centro de Karpin que remata Catanha. 4-1. M. 78. Edu recorta a su defensor y anota con un duro disparo. ?rbitro: Esquinas Torres. Amonest¨® a Juanfran, Posse, Doriva y Soldevilla. Unos 20.000 aficionados en Bala¨ªdos.
Los dos goles con que remont¨® el Celta el de Tamudo no significaron tanto un mejor f¨²tbol, que durante un rato sigui¨® siendo pastoso, como el reencuentro con la eficacia ofensiva que tanto ha echado de menos ¨²ltimamente. Y pusieron de manifiesto que en Primera hay equipos dispuestos a competirle en insignificancia defensiva. Fue m¨¢s sutil la tibieza con que Rotchen defendi¨® a Berizzo en el ¨¢rea peque?a en el primer gol que el despeje defectuoso de Soldevilla trece minutos m¨¢s tarde, pero en los dos casos los centrales quedaron retratados.
Que los problemas del Celta son m¨¢s de orden mental que un s¨²bito empobrecimiento colectivo qued¨® reflejado en la segunda parte, cuando el marcador dej¨® de suponer una amenaza y el Espanyol tuvo que relajar los marcajes. Y el Celta apost¨® definitivamente por el adorno. No hubo ni una sola noticia del grupo de Flores tras el descanso, cuando le toc¨® contemplar el variado repertorio de soluciones ofensivas que repentinamente encontr¨® el Celta. Si se analizan esos 45 minutos por separado, la diferencia entre los de Vigo y su rival es de dimensiones estratosf¨¦ricas, hasta tal punto result¨® justo el resultado.
Aunque en el Celta todos entraron en racha en la segunda parte, la rehabilitaci¨®n de esos minutos tuvo su exponente m¨¢s notable en Karpin y Jesuli, que no dejaron de asociarse para poner balones en el ¨¢rea del Espanyol. Gracias a ellos, Catanha pudo anotar su segundo gol. El tanto de Edu, que pegado a la banda izquierda recort¨® hacia adentro y anot¨® el ¨²ltimo tanto de un fuerte disparo con la derecha, adorn¨® el marcador, que es justo lo que necesitaba un equipo como el Celta.
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